Nos convoca hoy el celebrar 107 años de la fundación de La Mañana y el quinto aniversario desde la reedición.
Este referente histórico de la prensa uruguaya, celebra además un hito desde su reconquista: 250 ediciones. A lo largo de más de un siglo, La Mañana ha sido una fuente confiable de noticias, análisis y reportajes para nuestra comunidad. En los últimos cinco años, tras nuestro relanzamiento, hemos continuado nuestro legado con convicción y dedicación.
Un movimiento de suceder y anteceder, que mantiene una tensión natural, nos llama a una entrega generosa que nos ensancha el alma, a elevar la mirada y a crecer.
Este tiempo de sucesión que hemos transitado es, sin dudas, un momento mágico de eternidad, un espacio donde se producen encuentros, recuerdos y una pasión transmitida que no puede ser borrada y que sobrevuela cada edición. El legado y el estilo inconfundible de mi padre han dejado su huella en el espíritu de este semanario que continuamos y seguimos construyendo con tanto cariño.
El desafío de dejar una orilla para navegar a la siguiente exige confianza y “ser corajudo”, como decía papá sobre la actividad agropecuaria y creo que fue un valor que lo asistió en cada nuevo proyecto y nos supo transmitir. Agradezco a quienes con buena fe, como dijo el politólogo Adolfo Garcé, se abren a “entender la psicología familiar, los valores, los principios y las creencias” de quienes me precedieron y han dejado una impronta y una construcción original que sigue vigente en el coro de voces de la escena nacional. “Para los que no tomaron nota de qué está hecha el alma de Manini Ríos acá esta clarísimamente explicado”, dijo Garcé en referencia al libro Guido Manini Ríos: la verdadera historia, del autor Esteban Leonis, durante su presentación. Las entrevistas a mi padre y a mis tíos honran la memoria de las generaciones que estuvieron al frente de este medio.
Agradezco a mi familia de origen por su invariable aliento y a la familia que formé por el acompañamiento constante. A nuestros lectores nuevos y a los de la generación anterior por su fidelidad y compañía. También a nuestros amigos, anunciantes y colaboradores que hacen posible que esta publicación llegue a nuevos lugares geográficos, académicos, filosóficos y existenciales cada semana, tanto en papel como en nuestra página web.
Fundada el 1º de julio de 1917 por Pedro Manini Ríos y Héctor R. Gómez, La Mañana surgió como expresión original de una corriente de acción y pensamiento, con marcada impronta social y modernizadora. Desde nuestras primeras ediciones impresas hasta nuestra presencia digital actual, hemos mantenido nuestro compromiso con la verdad. Refundada por Hugo Manini Ríos en un miércoles como hoy de 2019, nuestro equipo de periodistas, columnistas, fotógrafos y editores ha trabajado incansablemente para transmitir los valores que el medio custodia.
“Eso sí que es un milagro: estar viviendo de algún modo en los demás, tener esa misteriosa forma de fecundidad que hace que uno pueda engendrar alegrías, ideas o ganas de vivir en un alma diferente de la nuestra”, reflexiona el escritor, periodista y sacerdote José Luis Martín Descalzo en su libro Razones para la alegría.
Nos motivan cada semana estas “razones para la alegría”, la devolución de cada entrevistado, cada lector, la cara de sorpresa de un joven que ve por primera vez La Mañana impresa y lee un titular. La participación en eventos culturales, agropecuarios, públicos y privados acompañando el quehacer de la vida de muchos emprendedores. La alegría de aprender de nuestras entrevistas a referentes de distintos ámbitos tanto nacionales como de otros países. Las delicadas llamadas de atención de quienes nos corrigen con suavidad y a quienes nos acompañan con calidez en este aniversario mi agradecimiento profundo.
¡Felicitaciones por este hito, y que sigan muchos años más de periodismo comprometido y fiel a aquello de lo que está “hecha nuestra alma”!
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