Luego de los comicios que se realizarán el próximo domingo 24 de noviembre, ¿nuestra sociedad será la misma gane quien gane? Parecería desatinado suponer algo así…
La propuesta electoral del Frente Amplio apunta esencialmente a proteger e incluso a privilegiar los intereses particulares de aquellos individuos, corporaciones y organizaciones de cualquier tipo que respalden a sus dirigentes para que puedan estos erigirse como autoridades públicas máximas, despreocupándose de los males y de los perjuicios que pudieran causar a otros compatriotas y hasta ocasionándolos en forma deliberada con el pretexto de llevar adelante acciones reivindicativas pretendidamente justas e impostergables o invocando una lucha de clases imperecedera. Tiende por consiguiente a la fragmentación de nuestra comunidad y a una conflictividad permanente. Favorece y acentúa la “grieta social”. Es un planteo característico de la modalidad oclocrática de gobierno.
La propuesta electoral de las fuerzas políticas de tradición ortodoxa, en cambio, apunta explícitamente a proteger y aún a favorecer a quienes respalden a sus representantes con su voto, pero absteniéndose de perjudicar abiertamente a otros conciudadanos; es decir: intenta contemplar a cabalidad el interés de unos evitando perjudicar a terceros. Consecuentemente, propende a la negociación y a la convivencia pacífica; o sea procura el bienestar general. En consecuencia, estimula y robustece la affectio societatis. Es típicamente democrática.
En pocos días el ciudadano uruguayo se verá obligado a elegir entre una y otra forma de convivencia… No estaría de más tener en cuenta estos elementos de juicio….
Sergio Hebert Canero Dávila
TE PUEDE INTERESAR: