En la búsqueda de la alternativa más cercana a un equilibrio socio-económico sostenible, en Cabildo Abierto hemos identificado una antropología fundamental donde destacan dos valores o principios fundacionales: la libertad del individuo y la solidaridad para con el colectivo.
Una libertad como la que propusiera John Stuart Mill, consistente en la no intromisión de las autoridades en la vida privada de los individuos, más allá de lo estrictamente necesario, entendiendo esto último para el caso en que corran riesgo los derechos de los demás.
Estímulos al crecimiento, la estabilidad y el empleo, con la actividad empresarial privada como el principal motor y al trabajo como la única vía digna para una progresiva y sustentable equidad y desarrollo social
A partir de estos valores prioritarios, Cabildo Abierto ha diseñado un modelo que incorpora estímulos al Crecimiento, la Estabilidad y el Empleo, asumiendo a la actividad empresarial privada como el principal motor y al trabajo como la única vía digna para una progresiva y sustentable equidad y desarrollo social. Instrumentalmente, serán la disciplina fiscal, la apertura comercial y un desarrollo incluyente sus principales sistemas legales y enunciados económicos.
Una Economía de Mercado sustentada en un Estado activo, no prescindente y de calidad en su gestión, de acuerdo con un respeto generalizado por la propiedad privada, la libertad individual, la conciencia social, la protección del medioambiente y un trabajo digno para todos los orientales, en tanto se atienden las necesidades de los sectores más vulnerables.
Un modelo el nuestro que al incorporar principios morales y éticos relativiza al mercado a su función, relevante pero meramente instrumental, dependiente de la presencia de una eficiencia dinámica y de una envolvente ética.
Propondremos incentivos para una mayor productividad y competitividad doméstica e internacional de nuestra economía, a partir de una imprescindible seguridad y estabilidad jurídica y física, de innovadores mecanismos de financiación, de una flexibilización del mercado de trabajo y de la reducción de la carga fiscal y demás costos transaccionales, así como de la adecuación de la infraestructura y el fomento a la incorporación de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), en el marco de una apertura comercial impulsada por los sectores público y privado.
Constatado el elevado nivel de desempleo actual y un nivel previsible aún peor para Marzo de 2020, propendemos con nuestro modelo a eliminar dicho desempleo involuntario, a partir de la presencia de un Estado activo, no prescindente, de apoyo a los sectores más vulnerables, promoviendo acciones que incentiven y viabilicen el retorno al trabajo.
En lo inmediato emprenderemos dos acciones prioritarias, las que forman parte de las más de 160 que se integran en nuestro compromiso sobre país productivo y economía: (i) Un Plan de Urgencia de Obra Pública productiva durante los primeros dos años de gestión, caracterizado prioritariamente por la demanda de mano de obra no calificada; y (ii) una auditoría integral de gestión para la toma de conocimiento detallado de la situación del sector público, abarcando las diversas dependencias del gobierno central, los organismos del artículo 220, los servicios descentralizados, los entes autónomos y sus empresas vinculadas.
Una nueva Política Fiscal se focalizará en la corrección del déficit fiscal y su tendencia crítica actual, mediante la reducción gradual y selectiva del gasto público, evitando su financiamiento por vía de un endeudamiento creciente que pone en riesgo la permanencia del Uruguay en rangos de Grado Inversor.
Promoveremos un estudio y reformulación del Gasto Social, orientando su asignación a esquemas desburocratizados y eficientes, debidamente coordinados e integrales, que promuevan la recalificación y reincorporación al trabajo activo y productivo, evitando la dependencia cultural y económica, en particular en el desempleo de larga duración y sus impactos a nivel social, económico, competitivo y psicológico.
Nuestras políticas monetaria y cambiaria se fundamentarán en la independencia del banco central. un sistema de cambio flexible, no condicionado por objetivos coyunturales de otras políticas económicas y un tipo de cambio competitivo caracterizan a la política cambiaria.
La Política Comercial estará caracterizada por una apertura comercial basada en una efectiva regionalización abierta, contando con el apoyo para la búsqueda de nuevos mercados de parte de un Ministerio de Relaciones Exteriores reorientado prioritariamente a la gestión comercial internacional.
Propondremos incentivos para una mayor productividad y competitividad doméstica e internacional de nuestra economía, a partir de una imprescindible seguridad y estabilidad jurídica y física
Se perfeccionarán los mecanismos de financiación para las empresas que desarrollen procesos de internacionalización productiva competitiva, ampliando el ámbito de operación empresarial y promoviendo la generación de sinergias a través de la integración vertical y horizontal, tanto a nivel de las cadenas de valor individuales como la formación y desarrollo de Clusters orientados a la exportación.
El fortalecimiento del capital humano será una condición imprescindible, como lo propusiera Gary Becker, integrando al conocimiento como valor o recurso económico y, por tanto, promoviendo su consideración en el concepto del capital, identificándolo como mano de obra calificada. La educación tendrá suma relevancia, siendo tratada como inversión más que como un simple gasto.
Un relacionamiento de complementariedad entre el Estado, la Academia y el Sector Privado servirá de apoyo sustancial, a través del avance en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), posicionando al país como un centro de atracción de talentos y de empresas con alto contenido tecnológico dedicadas a la producción competitiva y al desarrollo de nuevas tecnologías, pertenezcan estas al sector agropecuario, industrial, comercial o de servicios.
La estructuración de una relación laboral moderna, basada en confianza y cooperación, se constituirá en objetivo prioritario, de acuerdo con un planteo equitativo y eficaz que contemple intereses de empleadores y trabajadores.
Fortaleceremos la gestión de subsectores como el lácteo, el arrocero, el granjero y el citrícola, entre otros, revirtiendo desarrollos negativos y apoyando al empresariado privado en la recuperación de impagos internacionales, con soluciones viables para el endeudamiento crítico de cada sector, promoviendo la búsqueda de nuevos mercados internacionales a partir de una imprescindible transformación productiva, favoreciendo la estabilidad del sector agropecuario y de la agroindustria, así como garantizando su sustentabilidad en un marco de alta competencia y respeto medioambiental.
En materia de gestión y control del Estado, se procederá a la incorporación en los procesos presupuestales de sistemas de Balance Estructural, Regla Fiscal y Fondos de Estabilización, a los efectos de neutralizar o amortiguar los ciclos económicos. La confección de presupuestos públicos según tendencias estructurales y en base a la metodología de Presupuesto Base Cero caracterizarán a la Administración que proponemos como modelo a partir de Marzo de 2020.
Estas y otras pautas, políticas y acciones conforman el Compromiso de Cabildo Abierto, focalizado en alcanzar resultados concretos a lo largo del período de gobierno 2020 – 2025. Al respecto, desde el cuasi-estancamiento actual y en base a la aplicación del modelo alternativo propuesto, esperamos alcanzar crecimientos anuales de 3 a 5% del PIB en la segunda mitad del mencionado lapso, asumiendo como principal vector al impulso de una inversión que se sitúe en rangos de 25% del PIB.
La política comercial estará caracterizada por una apertura comercial basada en una efectiva regionalización abierta
En materia de disciplina fiscal y estabilidad de precios, aspiramos a un Resultado Primario positivo y reducir a la mitad el déficit global para el último año de gestión, manteniendo la inflación por debajo de los rangos actuales, según fundamentos genuinos y que no afecten a un imprescindible tipo de cambio real competitivo, eliminando el riesgo de pérdida del Grado Inversor.
A modo de síntesis final y sin perjuicio de la prioritaria atención del Compromiso de Cabildo Abierto a las urgencias sociales, nuestro planteo socio-económico impulsa un retorno de la participación de la actividad del Estado a sus funciones básicas, así como al fomento a la creación de fuentes de empleo productivo, todo ello como la mejor aproximación para alcanzar un desarrollo social incluyente y sustentable, a partir del respeto de la dignidad humana al que confiaremos nuestro esfuerzo y dedicación.