El novel partido Cabildo Abierto obtuvo 50 mil votos, conformándose en la cuarta fuerza política del país, superando abismalmente a otros partidos menores como el Partido Independiente, el de la Gente, Unidad Popular, PERI, y el también al flamante partido Verde Animalista, encabezado por el histriónico Dr. Salles.
Como una fuerza política de oposición, era esperable que a Cabildo Abierto desde la coalición de partidos gubernistas no le iban a regalar elogios o tirar con flores. Menos aún, anunciando la necesidad del nuevo gobierno, de realizar auditorías en los organismos públicos.
Lo que, si llama muy poderosamente la atención, es el nivel de agresividad (algunas veces traspasando el umbral del histerismo) de algunos operadores mediáticos funcionales al gobierno, que cuando toman el micrófono, lo hacen en actitud de centauro, donde no queda claro si lo hacen en tono de iluminado analista que comenta por encima de la óptica terrenal del vulgo, apoderándose de verdades irrefutables, o si lo hacen en rol del militante profesional fogueado que llevan dentro. Seguramente, para quienes fueron formados en ideologías perimidas, no ha de ser fácil digerir que sus compañeros hoy detrás del gran mostrador estatal promueven medidas como de la bancarización obligatoria, o de subsidiar emprendimientos de multinacionales que solo van a exportar materia prima.
Más aun, llama la atención la actitud de la compañera de fórmula del Ing. Daniel Martínez: ¡doña Villar! (y decimos doña, pues al momento de cierre de esta nota, no sabemos realmente cuál es su título, lo cual rememora polémicas al respecto que aún están frescas, irónicamente otra vez en torno a la vicepresidencia, ahora en faz potencial). Doña Villar, parece salida de un casting más digno de un reality bizarro para un programa de TV, ¡que de una fuerza política con el oficio político! que cuenta el Frente Amplio.
Actuando con una virulencia y ordinariez inusitada en el rubro, llegó a comparar al candidato de Cabildo Abierto con Adolfo Hitler, lo cual lleva a pensar seriamente si el Ing. Martínez al armar su fórmula (la que al parecer no cuenta con la aquiescencia de los gurúes Mujica, Vázquez, Astori), lo que busca es realmente acceder a la Presidencia de la Republica, o si ya tiene bien internalizado que esa elección de octubre no es para acceder a la continuidad progresista, con un cuarto lustro consecutivo de gobierno, y vaya a saberse que finalidad tuvo en optar por esta ciudadana.
Doña Villar, en las primeras de cambio ya hizo gala de su necedad ideológica, y miopía política, lo cual puso al descubierto de que si llega a ganar el FA y ocupa la vicepresidencia de la Republica, era inidónea para desde el vértice del Legislativo lograr consensos mínimos a efectos de sancionar leyes por el bien común de los uruguayos.
Pues si algo está quedando claro en el mapa político de este 2019, son dos cosas bien determinables, que se acaban las mayorías absolutas parlamentarias (nos libramos de ver el aprobar leyes y designaciones a tapa cerrada sin necesaria discusión, en el plenario de cada cámara), y que la próxima integración del parlamento será variopinta, del más amplio abanico, quizás como nunca antes lo fue en la historia de nuestro país.
Volviendo a doña Villar, y tratando de no incurrir en razonamientos mezquinos (y así emular a la referida), bien cabe preguntase en voz alta, de lo curioso y caprichoso de esta elección de compañera de fórmula del Ing. Martínez. Si en estos casi 15 años de ampulosa bonanza de cargos del progresismo, no pudieron haber encontrado para candidata a vice; una persona con mayores destrezas, dotada de una más global visión política en perspectiva. ¿Por qué recae tal designación en una discreta edil de la Junta Departamental capitalina? (que la mayoría de los uruguayos no conocíamos).
Justo en la fuerza política (FA) que históricamente se ha caracterizado por reunir a la mayor cantidad de intelectuales en sus filas, que en quince años mostró a varias mujeres y hombres, más allá de sus propias convicciones con capacidad de dialogo con el otro.
Desde filas coloradas el economista Talvi, aun no terminando de saborear el sorbo de su victoria frente al expresidente Sanguinetti, sorprende afirmando que, ante la eventualidad de llegar al ballotage, no le interesa participar de acuerdo alguno con Cabildo Abierto. Llama la atención -amen de su escasa humildad- que un pretendiente a ocupar la presidencia haga alarde de su incapacidad para articular alianzas, a fin de obtener una coalición para acceder al poder ejecutivo, y procurar una saludable gobernabilidad. Vale consignar, que contrasta esta postura del candidato colorado, con la amplitud de visión que exhibió Lacalle Pou, candidato del PN, quien manifestó que de llegar a la segunda vuela en noviembre, va a procurar puntos de entendimiento con todos los candidatos del arco opositor.
Así las cosas, en un túnel de hostilidades varias por tradicionales comensales, sin padrinazgos ni cooptación, con principios artiguistas y austeridad republicana, ha entrado en escena Cabildo Abierto en base al más genuino apoyo del cuerpo electoral.