Todos los meses se nos “informa” del valor de las ¿exportaciones? de celulosa, incluso se las compara con otros rubros. Los medios le dan gran difusión a estos informes y sesudos analistas llenan programas o espacios de informativos con estos números. ¿Qué respaldo tiene ese dato? El número que la agencia de propaganda llamada Uruguay XXI presenta todos los meses en relación con las ventas de celulosa no tiene respaldo documental en Aduana, no genera DUA (Documento Único Aduanero), no se registra en la balanza de pagos de nuestro país con otros países y no queda registrado como exportación para el Banco Central del Uruguay.
En cambio, ingresando en el sistema de Aduanas es posible conocer, para cualquier empresa que opera en el territorio aduanero nacional, por ejemplo Conaprole, a quién le vendió, cuándo le vendió, qué le vendió y por qué valor le vendió. Lo mismo se puede saber de las importaciones al territorio aduanero nacional.
¿De dónde sale ese número que publica Uruguay XXI? Para generar la falacia de que las ventas desde la zona francas son exportaciones de UPM y Montes del Plata, le envían a esta agencia el valor conjunto de sus ventas, donde no queda discriminado qué vendió cada una, a quién le vendieron ni cuándo se realizaron esas ventas. Uruguay XXI descarta entonces las exportaciones de madera realizadas en el mes a esas zonas francas y presenta como valor de exportaciones el número que le enviaron las empresas por su venta de celulosa. En esa metodología tampoco queda registro de las compras de insumos que para la producción de celulosa esas zonas francas realizan en el exterior, las que no son importaciones al Uruguay.
Paradójicamente, el valor de las ventas de celulosa se toma como “exportación” sin considerar que UPM y Montes del Plata compraron miles de toneladas de productos químicos, combustibles y demás para esa producción. Esas compras no se consideran “importaciones”, pero las ventas se consideran “exportaciones” por parte de Uruguay XXI, sin documentación, sin control y sin conocimiento. Por eso yo digo que eso es propaganda.
Invito a los lectores a solicitar la información de cuánto vendió cada una de las empresas, supuestas exportadoras de Montes del Plata y UPM, a interesarse sobre a qué países y por qué monto se les vendió celulosa. Ninguno de esos datos les va a ser entregado ni por pedido de informes parlamentario ni por acceso a la información pública porque esa información no la tiene el Estado.
La fantochada llegó al extremo de que se le dio a UPM un premio como “exportador” sin conocer ninguno de esos datos. La operación de lavado de cerebro y de colonización mental de nuestra población impulsada por la masiva propaganda de UPM en los medios se está llevando a cabo con total éxito.
TE PUEDE INTERESAR: