Los antecedentes suelen ser insumo para procesar evidencia empírica, y pasado un mes de las elecciones internas, hoy de cara a las nacionales de octubre se estiman encima de las diferentes mesas políticas diversas planificaciones estratégicas de cara al cálculo electoral rumbo al próximo pleno del parlamento y, por supuesto a por todo en algunos casos (cuestión que con certeza se definirá en noviembre).
En investigaciones que recientemente en el ámbito académico he realizado, es notable y llamativo el poco conocimiento que posee el electorado sobre las diferentes listas de candidatos que en definitiva votaron a las convenciones nacionales y/o departamentales en estas internas. Lo que resulta aún más inconcebible, es la poca relevancia que muchos votantes dan a las listas de candidatos al parlamento. Esto lo pudimos comprobar en un estudio reciente, donde ante la pregunta que atendía a qué lista votó en octubre de 2014, un 80 % de los entrevistados no sabía, no recordaba, o incluso dice haber votado pensando en la presidencia sin atender en definitiva qué lista de candidatos llevaba esa hoja de votación al parlamento.
Por otra parte, desde la perspectiva del sistema político, es racional que para los diferentes grupos a la interna de cada partido, este período post internas es crucial para conformar alianzas y armar listas de candidatos de forma estratégica con el objetivo de obtener la mayor representación posible en la próxima legislatura. En este sentido es que, se propone realizar un análisis detallado por partidos, facciones, y departamentos. Semanalmente por orden de caudal obtenido el pasado domingo 30 de junio, es que comenzamos en esta oportunidad con el Partido Nacional.
Fueron realmente “Todos…hacia adelante”
Los datos históricos de las internas nacionalistas dejan entrever que, los signos porcentuales alcanzados por cada facción en las internas, pesan de forma similar en las proporciones que obtienen en el siguiente acto electoral de octubre. En otras palabras, las facciones blancas se plasman en las internas echando luz a cómo será proporcionalmente su capacidad de obtener escaños en el parlamento. Siguiendo esta analogía, queda muy claro que Luis Lacalle Pou tendrá una bancada que concentre más de la mitad de los legisladores blancos que asumirán el 15 de febrero de 2020.
Pero, ¿cómo será la correlación de fuerzas dentro del sector “Todos hacia adelante” que lidera el líder nacionalista? Guiando nuestro análisis por los resultados obtenidos, es notable el vínculo generado desde las elecciones de 2014 por la asociación entre el sector Aire Fresco (“La lista de Lacalle Pou”), y el efectivo respaldo mayoritario en las urnas a esta ala oficial del candidato. Esta cuestión ha quedado ratificada en las pasadas internas. Es de esperar entonces que tanto en la cámara baja, como en el senado, este sector muchas veces identificado como renovador dentro de los blancos, despegándose un poco de viejas banderas herreristas o wilsonistas, logre una bancada más numerosa a la que actualmente tiene en el legislativo nacional. También es menester resaltar que, este sector cuenta con significativos nuevos apoyos que provienen de dirigentes blancos reconocidos que se acercaron, así como tambień ex-frentistas (como fue el caso de Gonzalo Mujica) y reconocidas figuras outsiders de la política partidaria pero con gran popularidad (como es el caso de Sebastián Bauzá, entre otros). Esto hace necesario lograr más espacios de acción tanto en el parlamento como en otros organismos.
Por otro lado, existen dos grupos nacionales del sector “Todos”, que tendrían en disputa ser la segunda fuerza parlamentaria que apoya directamente a Lacalle Pou. Estos son, el ala herrerista y el “Espacio 40” que lidera el senador Javier García. Es una incógnita a develar en las urnas, los escaños que contarán estas facciones, más teniendo en cuenta el gran impulso de Aire Fresco, pero a juzgar por las pasadas internas, el “tractor amarillo” (así autodenominan su sector los militantes de la 40) viene cosechando votos como para posicionarse como segunda fuerza dentro de la bancada de “Todos”. Esta predicción no es dable de manejar tan suelto de cuerpo, dado que el herrerismo cuenta con una tradición muy fuerte en el ADN de los blancos, y mantiene agrupaciones en Montevideo (lista 71) e interior, con fuerte componente militante que moviliza gran caudal electoral.
Por último, es de importante tenor la propuesta que lanzó electoralmente el intendente de Florida. El sector “Dale” que lleva el sello de Carlos Enciso, logró meterse en la conversación y aportar significativamente a través de diversas agrupaciones un importante granito de arena para contribuir a oficializar la candidatura de Luis Lacalle Pou, pero entre agrupaciones nacionales distó de las tres grandes corrientes anteriormente mencionadas (Aire Fresco, Espacio 40, y Herrerismo). Estará en juego entonces el cómo hará el popular “pájaro” Enciso para volver al senado luego de ser re-electo intendente en su departamento. O sea, en definitiva, la duda es: ¿continuará con su plan a través de “Dale”? ¿O alineará su fuerza junto a una de las corrientes principales a cambio del preciado escaño senatorial?
¿Quién será Juan Sartori?
La campaña de mediatización del joven empresario Juan Sartori, sin dudas logró sus principales objetivos. De hecho, hoy parece estar más incorporado su nombre en el sistema político que el de dirigentes de larga trayectoria. Lo eficaz de esta movilización mediática, parece ser la llave para que en un solo semestre el economista Sartori haya logrado aterrizar en Uruguay y obtener el segundo lugar en una interna blanca que, siempre es muy competitiva y de profunda presencia militante.
Pero, procurando hacer la misma analogía que venimos proponiendo con los demás líderes nacionalistas, en este caso, ¿qué bancada demandará el caudal de votos que apoyen esta nueva ala nacionalista? Esta pregunta, nos pone en aprietos porque la cara visible es el joven candidato, quien en su acuerdo ha de tener un lugar de privilegio para la senadora Verónica Alonso, que seguramente a la luz de la votación de la candidatura de Sartori, tendrá seguramente su renovado asiento en el senado junto al pre candidato y, por qué no pensar que puede llegar a obtener hasta más de dos bancas en la cámara alta.
Lo cierto, además, es que renovará con caras nuevas quizá la bancada de diputados blancos, sobre todo en departamentos donde pueda obtener bancas (Montevideo seguramente y Canelones posiblemente). Oscar Costa, quien es mano derecha de Sartori, y Alem García que fue a la postre quien prestó la herramienta institucional para la candidatura de Sartori, serán sin dudas figuras que encabezarán lugares a ocupar en el Palacio Legislativo.
Cabe señalar que la interna blanca aún parece tener secuelas de la carrera electoral propuesta en junio pasado. Sanear algunas denuncias cruzadas, es clave para ofrecer una unidad partidaria absolutamente necesaria para pretender ser gobierno nacional. En este hipotético caso, incluso deben ser parte activa del plan de gobierno único que se está armando en el directorio nacionalista (encomendada tarea para el Dr. Pablo da Silveira), e incluso no es alocado pensar en la posibilidad de conformar parte del gabinete, tal como suele ocurrir cuando los partidos políticos asignan responsabilidades a cada facción de acuerdo a su aporte electoral. Es por todo esto, que inminente necesidad habrá de amainar las aguas en las turbulentas correntadas blancas que han mostrado muchas salpicaduras de barro en su caudalosa devenida.
Larrañaga, va…
La bancada de Alianza Nacional, se ha visto mermada por diferentes alejamientos durante la actual legislatura. En ambas cámaras ha sufrido pérdidas. No por ello el líder identificado por muchos como de corte “wilsonista” ha bajado los brazos, sino que, por el contrario, recientemente ha anunciado con ímpetu su propuesta al próximo legislativo. Cuenta aún con fuertes dirigentes, pero ha perdido mucho caudal en departamentos donde solía recaudar gran número de sufragios.
La cuestión con Jorge Larrañaga en su conformación de lista al senado y diputados, parece asomarse con fuerza impulsada además con la identificación de ser la lista oficial que plebiscita un apoyo a la reforma de la Constitución (que es identificada popularmente por proponer medidas para atender la seguridad interna). Nos es difícil pronosticar qué pasará con el sector aliancista, pero en el mejor de los casos parece que no será posible mantener lo que en votos representó en las pasadas parlamentarias de 2014.
¿Y con los intendentes, cómo hacemos?
El grupo de los intendentes y alcaldes del interior, agrupados detrás de la figura del ingeniero Enrique Antía en cierta medida quizá no lograron sus objetivos, pero de igual forma han obtenido algunos resultados realmente significativos. En el interior, es muy fuerte electoralmente la figura del intendente, e incluso en algunas comarcas lo es la del alcalde. A pesar de que el pre-candidato que lideraba este grupo no pudo triunfar en su departamento (Maldonado), resultó contundente el peso electoral que ofrece su principal aliado que pretende llegar al senado para febrero de 2020.
El caso del economista Sergio Botana en Cerro Largo, ofrece un panorama donde en este departamento es capaz de superar al conjunto de partidos y candidatos de todos los partidos juntos. Esto hace a Botana un candidato fuerte, que cualquier líder nacional querría tener como aliado. Es por ello que, luego de las pasadas internas queda claro que Enrique Antía propondrá todas sus municiones de cara a las departamentales de mayo 2020 y de esta forma buscar su re-elección, mientras que Botana tiene todas las condiciones para acceder a la cámara alta. Parece que a través del grupo de intendentes con lista propia al senado puede ser complicado, pero su peso electoral en el departamento históricamente más blanco, lo deja en condiciones de lograr un acuerdo que le posibilite acceder con un lugar de privilegio en cualquier lista nacionalista.
Augurios inciertos de octubre y noviembre
En definitiva, los desafíos en las tiendas de Oribe dejan diferentes puntos neurálgicos a atender. Programa e imagen de unidad de cara a octubre (más teniendo en cuenta los antecedentes de la interna),
donde hoy todos los grupos tendrán que ir detrás de la fórmula Lacalle-Argimón. Ampliar su bancada, no parece fácil por más alentador que parezca el presagio que les pone la intención de voto muy alta en varias encuestadoras. Superar la barrera del 30 % en octubre no es tarea fácil, y parece ser que cuando se puede avistar una caída del Frente Amplio que le imposibilite las mayorías parlamentarias (por ende, perdiendo escaños), quienes pueden captar estas pérdidas del oficialismo no son precisamente los blancos.
Por último, dejo aquí lo que en lo personal entiendo como el principal desafío. Captar el voto desencantado con los gobiernos frentistas y de ciertos sectores colorados, parece una tarea casi imposible para el candidato blanco. Luis Lacalle Pou, tan popular se ha vuelto entre los blancos, como impopular entre los votantes de fuera del nacionalismo.
Existen varias razones que tienen que ver con estereotipos. Para la mayoría de frentistas, la creación y exaltación de patrones de imagen que dejen a Lacalle Pou como una figura oligárquica y de casta, hacen tendencia que genera ese rechazo mediático. A juicio de estos detractores del conocido líder de “la positiva”, este sería la cabeza de un gobierno para unos pocos, y estos fenómenos en redes logran repercutir en muchos sectores no tan politizados pero que absorben contenido donde se muestra una imagen del bien común como asociada a “la izquierda”, y una óptica “derechizada” de Luis, como un gobernante a temer.
En cómo los blancos logren generar la imagen adecuada de su líder y capitalizar en votos, está la llave para llegar a el próximo gobierno nacional el 1° de marzo de 2020.