En noviembre del año pasado asumió como intendente de Salto por segunda vez consecutiva. Entrevistado por La Mañana, el jerarca afirmó que su prioridad es la generación de puestos de trabajo, dados los efectos negativos que la pandemia ha tenido en el ámbito laboral. Además, explicó que el cierre de fronteras benefició al comercio local, por lo cual existe preocupación en el litoral norte ante la eventual apertura.
¿Cómo es la realidad actual del departamento? ¿De qué manera incidió la emergencia sanitaria?
Hoy la prioridad es el trabajo. La emergencia sanitaria ha incidido de forma negativa en el mundo laboral. Tenemos mucho empleo zafral y changadores, y la pandemia ha golpeado fuertemente a ese sector, mientras que quien tiene trabajo estable puede afrontar esta situación de otra manera. Por eso, más allá del famoso ABC (calles, alumbrado y recolección), la apuesta para estos años es tratar de generar inversión que traiga empleo.
¿Cuáles son las expectativas en ese sentido? ¿En qué inversiones se está pensando?
Acá tenemos varias actividades vinculadas al empleo, pero una de las grandes apuestas que estamos haciendo es la construcción de la Central Hortícola del Norte, que empezó en agosto del año pasado, lleva un 32% de avance de obra y tenemos mucha expectativa. En Salto ese rubro produce unos 5000 puestos de trabajo asalariado rural y la construcción de la central lo va a fortalecer, va a mejorar su rentabilidad y le va a permitir negociar con otra fortaleza.
La otra gran apuesta que tenemos es El Milagro (un megaproyecto residencial del grupo inversionista de La Tahona), que va a ser, sin duda, la inversión más grande que va a tener Salto en mucho tiempo.
¿De qué forma se han mitigado los impactos de la pandemia?
Ahí han sido fundamentales las políticas sociales que se pueden implementar desde lo nacional y lo departamental. Venimos trabajando hace más de un año en el aporte y el apoyo a merenderos y ollas solidarias. Ahora estamos trabajando con el INDA y con el Mides en la conformación de un comedor municipal, Salto es de los pocos lugares que no tiene uno y estamos decididos a instalarlo en nuestra ciudad.
El cierre de fronteras benefició la economía del departamento. ¿Preocupa su eventual apertura?
En 2020 y en estos meses del 2021, con el cierre de fronteras, la economía de Salto tuvo un repunte importante, no solo en las grandes superficies, sino en los comercios de barrio. El dato más interesante que surgió en la última reunión que mantuvimos con el Centro Comercial e Industrial de Salto fue que las ventas a nivel del comercio local aumentaron en un 35%.
La gran preocupación que aquí existe es: el día que ese cierre de fronteras quede sin efecto porque la situación sanitaria mejore, ¿cuál va a ser el impacto que va a tener sobre nuestra economía? Porque hay una diferencia de cambio muy grande y, si no se pone algún tipo de condicionamiento, el éxodo de salteños a Concordia va a ser enorme y eso va a terminar afectando el comercio.
Es una actividad que hoy habría que defender y sabemos que las ciudades del litoral norte uruguayo tienen la misma preocupación -Paysandú con Colón va a tener la misma dificultad, así como Fray Bentos con Gualeguaychú-. Hay que ir pensando qué va a pasar cuando llegue ese momento, porque me imagino que, con la vacunación, la situación sanitaria irá mejorando.
¿Se piensa en algunos incentivos al comercio uruguayo en esa zona para evitar eso?
O poner algún límite en cuanto a la mercadería que muchas veces se trae desde la ciudad de Concordia a Salto. Hay que ir pensando en posibles salidas a esta situación que afecta a todo el comercio del litoral norte. En las instancias que tenemos con el Poder Ejecutivo vamos a plantear esta problemática porque nos imaginamos que en unos meses va a ser inevitable la apertura de fronteras y el libre paso de bienes y servicios y de personas.
¿Cómo están las finanzas de la Intendencia?
La Intendencia está tranquila, hemos pagado la quinta cuota de un fideicomiso que se gestionó en el 2016 para afrontar las deudas que venían del gobierno anterior a nuestra asunción, que se paga en 15 cuotas. Después, estamos tratando de generar facilidades en la contribución inmobiliaria urbana para que muchos contribuyentes vuelvan al sistema. En el caso de la patente de rodados, la recaudación ha sido buena.
Estamos atentos a lo que pueda pasar este año, esperando que la economía repunte. Venimos cumpliendo los compromisos, así que esperemos que se pueda mantener esta línea de trabajo que genera confianza, que es un valor clave en la política, y más que nada estamos apostando a la inversión privada. Tenemos que dar algunas seguridades y creo que luego de seis años de gobierno en el departamento podemos darlas.
El turismo termal es de las actividades más importantes de Salto. ¿Cómo se han sobrellevado los impactos de la pandemia en ese sentido? ¿Se han brindado ayudas al sector?
Sí, hubo algunas renuncias fiscales y exoneraciones tributarias, pero lo más importante ha sido trabajar con un sistema de aforo. En ese sentido, hoy la propuesta de Salto y de la región es: “Turismo termal, turismo seguro”. Desde junio del año pasado, cuando se reabrieron los centros termales, no hemos tenido un solo caso positivo. Eso nos da la seguridad que busca el turista, y para el propio comercio también es un goteo permanente porque todas las semanas tenemos turistas, sin pasarnos de los límites establecidos.
Por otro lado, Salto es uno de los principales productores de carne bovina y es el primer productor de carne y lana ovina del país. ¿Qué análisis hace de la situación del rubro ganadero?
Salto tiene tres frigoríficos y son importantes ya que generan empleo; el desafío es lograr aumentar la capacidad de faena que tienen. Por cada animal que se incremente en el número de faena en cualquiera de los tres frigoríficos, eso significa un puesto de trabajo. Por eso estamos haciendo gestiones con el objetivo de poder aumentar esa habilitación.
El trabajo que venimos haciendo entre la Intendencia, los trabajadores representados por su sindicato y la patronal o la gerencia de cada frigorífico, va dando resultados, más la receptividad del Ministerio de Ganadería. Nosotros queremos que los frigoríficos del interior tengan la posibilidad de faenar y trabajar de la misma manera que lo hacen los de la zona metropolitana y el sur del país.
En el departamento se destaca también el sector citrícola, que ha atravesado muchas dificultades en los últimos años. ¿Cómo está funcionando hoy la actividad?
Hay preocupación porque sabemos que una de las empresas más importantes del sector como es Citrícola Salteña está en instancia judicial; hay una resolución del Poder Judicial del 15 de mayo de 2020 que dispuso la quiebra de la compañía y el llamado a concurso.
Lo que nos interesa ahí es el mantenimiento de las fuentes de trabajo, que son más de 3000. Si se entiende que la salida más apropiada para esta situación es el cambio de propietario, un nuevo inversor, nuevos capitales, bienvenido, pero lo importante es mantener el empleo y la empresa que hoy ocupa, en plena zafra, más de 3000 trabajadores.
Usted ha vivido de cerca el proceso de descentralización llevado adelante por los gobiernos anteriores. ¿Qué puede comentar al respecto?
Ha sido muy positivo, sobre todo, por el hecho de que ese proceso ha ido acompañado de la generación de recursos, porque si no, no tendría mucho sentido. La descentralización les ha permitido avanzar a muchas localidades del interior, que hoy tienen la posibilidad de resolver cuestiones vinculadas a caminería y otros asuntos. Uno de los cambios más importantes es que los municipios, al disponer de recursos, han comprado su propia maquinaria, tienen sus equipos viales y ya no necesitan solicitárselos al intendente o al director de obras.
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