Tras unas horas de pausa y en medio de reclamos de los candidatos, Andrés Ojeda resolvió el domingo en la noche y de acuerdo con la cúpula partidaria que tras su triunfo en la interna colorada debían tomarse unas horas para decidir quién sería su compañero de fórmula. Había finalizado una larga etapa, comenzada meses antes por un abogado mediático, el cual venció a toda la “vieja guardia” del Partido Colorado.
El joven abogado de 40 años, que ingresó con fuerza (y mucha publicidad) en la campaña electoral, logró su objetivo de ganarle a los candidatos que eran sostenidos por las viejas estructuras partidarias del centenario Partido Colorado. En la política práctica, a lo máximo a que llegó fue a edil (2010-2015) y desde el comienzo de su campaña hizo recordar a Juan Sartori, quien desembarcó en la política uruguaya en 2019 y logró un segundo puesto en la interna del Partido Nacional. También la trayectoria política de Ojeda pasó por ser suplente de Laura Raffo por el Partido Colorado en las pasadas elecciones municipales, cuando integraba el sector Ciudadanos de Ernesto Talvi.
A poco de lanzar su candidatura, Ojeda decía a La Mañana en noviembre del año pasado que quería derrotar al Frente Amplio y que la próxima Coalición debía ser liderada por el Partido Colorado, con él a la cabeza. Y sigue diciendo lo mismo.
Cuando se lanzó la interna colorada tenía algunos nombres reconocidos dentro de la política uruguaya. Por un lado, estaba Tabaré Viera, respaldado por Julio María Sanguinetti y el batllismo. Viera había sido, entre otros cargos, ministro de Turismo (2021-2024), intendente de Rivera (2000-2009) y legislador varias veces. Gabriel Gurméndez contaba con el respaldo de la Lista 15 y otras decenas de pequeñas agrupaciones. Fue presidente de Antel (2002-2004 y 2020-2023) y también llegó a estar en el Ministerio de Transportes (por un muy breve período en 2004). Después se encontraba Robert Silva, impulsado por Ciudadanos, la vieja agrupación de Ernesto Talvi. Silva había acompañado a Talvi en su candidatura presidencial en 2019 y fue el impulsor de la reforma educativa desde su cargo como presidente del Codicen. Otra de las contendientes era Carolina Ache, la exvicecancillera, que terminó renunciando a su cargo a pedido de su propio partido en medio de un escándalo político.
Sin aparato partidario
Casi sin aparato partidario, Ojeda logró obtener en las elecciones internas el 39.49% de los 101 mil sufragios que tuvo el Partido Colorado. Esto representaba 40.040 votos. Detrás de él venía Robert Silva con el 22.40% (22.708 votos), Gabriel Gurméndez 18.56% (18.815 votos), Tabaré Viera 18.04% (18.292 votos), Carolina Ache 1.14% (1158 votos) y Zaida González 0.17% (170 votos). Si bien casi el 40% lo deja lejos del 59% de Yamandú Orsi en el Frente Amplio y del 74% de Álvaro Delgado del Partido Nacional, la ventaja con el segundo (Robert Silva) fue de unos 18 mil votos, lo cual lo pone en una posición de decidir si aceptaba al expresidente del Codicen como su candidato a vice, lo que finalmente hizo.
Triunfo en 16 departamentos
Es interesante que Ojeda no tuviera casi ninguna estructura partidaria pero ganara la interna colorada en casi todo el país. De los 19 departamentos, solo perdió en tres.
Rivera fue el único lugar donde Tabaré Viera le sacó una espectacular ventaja. Este también fue el único departamento donde el Partido Colorado tuvo más votos que el resto de las fuerzas políticas. Se puede hasta decir que Rivera es anti-Ojeda. Los resultados son elocuentes. Viera tuvo en su departamento natal 7662 votos, el 70% de todos los sufragios a la colectividad de Batlle y Rivera. Y para Viera esos votos fueron el 41% de los sufragios que obtuvo a nivel nacional. Al exintendente riverense le siguió Gabriel Gurméndez con 2067 votos (18,8%), en un tercer lugar aparece Andrés Ojeda con 807 votos (7%) y más atrás Robert Silva con 334 votos (3%). Con estos números se puede decir que al joven abogado Rivera le aportó el 2% del total de los que lo sufragaron, una cifra insignificante.
Salto se convirtió en otro traspié para el ahora ganador. Tabaré Viera, que contaba con el apoyo del hombre fuerte del partido en ese departamento, Germán Coutinho, y su agrupación Vamos Salto, logró 3533 sufragios (41%), seguido por Gabriel Gurméndez con 2817 votos (32%), en un tercer lugar Robert Silva con 1144 votos (13%) y en una cuarta posición Ojeda (1127 votos o 13%).
En Paysandú se puede decir que existió casi un empate con Robert Silva, quien se llevó 30% (834 votos) y 29% Ojeda (815 votos). En el resto del país, la votación del nuevo candidato a la presidencia por los colorados varió entre un 45% y 72%. Esto último en Treinta y Tres, aunque la votación fue en general escasa en ese departamento para los colorados (unos 800 votos). En Montevideo, Ojeda ganó fácilmente a sus contrincantes con un 46% (15.875 votos) contra 23% de Gurméndez (8147). En la capital del país, el candidato del batllismo, Tabaré Viera, tan solo obtuvo 1995 votos.
La hora de negociar
Tras conocerse los primeros resultados en la noche del domingo, no estaba muy claro quién era el segundo dentro de la interna colorada. A la histórica Casa del Partido Colorado llegó sobre las 20 horas Julio María Sanguinetti, quien decía a la prensa que a esa hora lo ajustado de los resultados hacían que quizás se debería demorar uno o dos días en una definición para completar la fórmula presidencial. También al lugar llegó Robert Silva, quien mencionaba que la fórmula se debía definir esa noche y señalaba que había hablado con Ojeda en horas de la tarde. A esa hora, ya las encuestas daban a Silva como segundo, con un 22.9%.
Minutos más tarde, Andrés Ojeda en su local partidario, señalaba en un discurso: “Hoy es nuestra responsabilidad, de mínima, como siempre hemos dicho, poner lo que haga falta para que la coalición vuelva a ganar. Y de máxima, y por qué no, ahora que sabemos que ya no es imposible, liderar la coalición”. Y de ahí salió rumbo a la Casa del Partido Colorado. Mientras que Álvaro Delgado daba su discurso en la sede del Partido Nacional, en la casa de los colorados el prosecretario general del partido, Gustavo Osta, Julio María Sanguinetti, Ojeda, Gurméndez, Viera, y Silva se reunían y minutos después anunciaban que la decisión de la fórmula quedaba para el lunes.
Ese día, sobre las 18:30 se confirmaba lo que ya desde la mañana se sabía. Robert Silva, por ser el segundo más votado, sería aquel que acompañará al abogado en su carrera hacia la presidencia. Rodeado de los demás precandidatos y en una rueda de prensa Ojeda señaló: “Creo que se vienen muy buenos tiempos”, y aseguró que él había elegido a su compañero de ruta. “Esto no es consenso, esto es unánime”, se encargó de subrayar, y aclaró que “cuando tomamos la decisión de esperar ayer, es porque todavía estaba fina la diferencia”. También y públicamente les pidió a los demás precandidatos que “cumplan un rol en la campaña de aquí a octubre”, ya que “son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan”.
Existió durante toda la campaña una tirantez en la relación entre Ojeda y Silva. Ambos sabían que uno de ellos sería el candidato colorado a la presidencia, según las encuestas que manejaban. En su discurso del lunes en la tarde y como gesto conciliador, el ahora candidato a presidente había indicado, mirando a los veteranos dirigentes: “Fíjense que toda esta barra tuvo la bandera en alto en estos últimos 20 años difíciles del partido”, y acotó: “Hemos estado espalda con espalda en los momentos complicados y tenemos que estar espalda con espalda en la primavera que se nos viene para adelante, porque yo estoy convencido de que se viene la primavera del Partido Colorado y nos vamos a meter en la definición”. “Las internas fueron internas hasta ayer, hoy todos juntos por el Partido Colorado y por el país” finalizó diciendo.
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