La Mañana dialogó con la doctora Karina Rando, directora de la Dirección General de Coordinación del MSP, para conocer cuál es la realidad actual de la pandemia. Rando dijo que el levantamiento de la emergencia sanitaria dependerá de lo que pasa en el resto del mundo, del análisis de la OMS y la situación en el país.
¿Cuál es la situación actual en materia de la pandemia?
Actualmente el número de casos es controlado, con una tendencia a la baja y principalmente han disminuido los fallecimientos. De esta manera vemos con optimismo hacia el futuro y podemos continuar flexibilizando medidas para volver a la normalidad o a otra nueva normalidad.
¿Qué grado de influencia piensa que han tenido las vacunas para lograr estas metas?
Pensamos que las vacunas tienen una importancia primordial. Hubiese sido imposible lograr inmunidad para un enorme porcentaje de la población, como se ha logrado, sin las vacunas. Estas no solamente disminuyen la mortalidad y la gravedad de la enfermedad, sino que también el período de tiempo en que el paciente contagia, porque baja la carga viral. Por lo tanto, el grado de contagio es menor en los vacunados. De esta manera disminuye la transmisibilidad entre vacunados y no vacunados. Esto lleva a un doble beneficio, para el paciente y la sociedad.
¿La vacunación fue la causa de una menor cantidad de internados en CTI?
Eso es así. Se ven internaciones, pero con enfermedades más leves y la enorme proporción de pacientes que fallecen tienen comorbilidades muy severas y edades avanzadas. Y la proporción de los que fallecen es mucho más de los no vacunados que de los vacunados.
¿Qué datos hay sobre la nueva variante deltacron, la combinación de las variantes ómicron y delta?
Se está monitorizando a nivel de población. No existen datos concretos sobre el comportamiento de esta variante, por ejemplo, en cuanto a la tasa de infección. Entonces, no ha generado cambios en la conducta del MSP. Casos de esta nueva variante no se han detectado en Uruguay y por ahora no es algo que alarme.
¿Cuál fue la evaluación de la llegada de turistas en verano, en relación con posibles contagios de covid-19?
El número de contagios con la temporada de verano ha estado dentro de lo que se preveía. A pesar de que hubo una movilidad mayor durante los meses de verano y se permitió una reapertura de fronteras, hemos visto que eso no implicó que en febrero y lo que va de marzo aumentaran los números de contagios. La tendencia en pacientes positivos y fallecidos sigue bajando. Las medidas que se tomaron con respecto al turismo fueron muy positivas porque, por un lado, se permitió normalizar de alguna manera la temporada, no solo en materia económica, sino también para la gente disfrutar y tener una vida social más fluida, lo que estaba algo restringido desde hacía dos años. Eso se logró sin tener aumentos estrepitosos o inesperados de casos de covid o de pacientes graves.
¿Las medidas de control para ingreso al país también influyeron?
Eso es así. En este sentido ha existido una flexibilización. En diciembre de 2021 se exoneraba del segundo PCR para quienes ingresaban al país en determinadas condiciones. A mediados de enero se aplicaron nuevas medidas de ingreso para las personas que cursaron covid entre 10 y 90 días previos al embarque y desde el 18 de febrero de 2022, el ingreso al país es con resultado negativo de covid mediante PCR o test de antígeno. Esto se sigue manteniendo, pero es de los temas que está sobre la mesa en la división Epidemiología del MSP. Se trata de uno de los cambios que se podrían producir en las próximas semanas. Tal vez se pueda dejar de exigir un PCR o test de antígeno para el ingreso desde el exterior y si se exigirían las vacunas.
En cuanto a las vacunas, ¿qué esquema se exige para ingresar a Uruguay?
Son necesarias dos dosis, más 14 días que se necesitan para hacer efecto, en aquellas cuyo esquema de vacunación es de dos dosis. Hay una, la de Johnson & Johnson, que con una sola dosis se completa el esquema de vacunación. Lo que no se exige es la tercera dosis y se ofrece dar la misma en Uruguay si la persona que llega tiene más de seis meses de haberse dado la segunda dosis.
Un tema relacionado con los ingresos al territorio nacional es el transporte de carga fronterizo. ¿Qué cambios se esperan para este sector específico?
Esta es una población que siempre se ha tenido que ver con una visión particular, porque son personas que vienen dentro de sus camiones, con poco contacto con el resto de la sociedad y pasan muchas veces por la frontera. Se debe tener en cuenta que están relacionados con la industria del país y entonces no se podía pedir un PCR de 48 horas antes del ingreso, porque cada vez que ingresaban debían hacerse este estudio. Muchos transportistas de carga entran al país una o dos veces por semana, por lo cual lo del PCR 48 horas antes era impracticable. Lo que se exigió es que el PCR fuera cada semana, pero ya se habló en una reunión con Epidemiología, la Dirección General de la Salud y la División de Vigilancia Epidemiológica de frontera, de aumentar ese número de siete días a catorce días. O sea que los test serían cada dos semanas.
¿Pero de levantarse el PCR obligatorio para ingresar al país, esto tampoco se aplicaría para los transportistas internacionales?
Eso es así.
¿Qué cambios están previstos para las ciudades de frontera, o sea aquellas que están separadas por un puente?
En ese caso hay mucha gente que vive de un lado y trabaja en otro, o se educa y pasa todos los días de un país a otro. Ha sido difícil porque al pasar todos los días es complejo hacerse los test diariamente. En el caso de Argentina, por ejemplo, no exigen el test, pero para ingresar a Uruguay sí. Hace tiempo estamos buscando una solución, que sería que los test se pidan más espaciados o no pedirlos. Pero esto último no es sencillo, porque hay un decreto de Presidencia que dice que para entrar a Uruguay hay que cumplir determinadas condiciones. Nosotros, como MSP, no podemos ir en contra de un decreto. Lo que estamos viendo desde el punto de vista legal es que no se considere que esa población ingresa al país si no transita por la frontera en una radio de 50 kilómetros. De esta manera sería un tránsito legal fronterizo. Pero si se levanta la exigencia de PCR para ingresar a Uruguay, este ya no sería un problema.
Dentro de lo que se ha denominado la nueva normalidad, ¿qué está previsto con respecto al uso del tapaboca?
Por ahora en espacios abiertos no está indicado, pero mucha gente lo sigue usando principalmente cuando hay aglomeraciones. El tapaboca no solo previene el covid, sino también otro tipo de enfermedades respiratorias como la gripe. Entonces hay personas que, ya estando acostumbrados al tapaboca, consideran que en lugares cerrados donde tienen posibilidad de contagiarse de alguna otra enfermedad, prefieren utilizarlo. Por esta razón no creemos que la práctica de usar tapaboca en sitios cerrados se erradique completamente. Tal vez no se exija, pero principalmente poblaciones de riesgo, como por ejemplo quienes tienen enfermedades respiratorias o inmunodeprimidos, continúen usándolo y eso sería una muy buena práctica.
¿Existe alguna fecha estimativa para el levantamiento de la emergencia sanitaria?
En algún momento se va a levantar. No existe una fecha y dependemos de lo que pasa en el resto del mundo y lo que la OMS analice. También cómo evoluciona la epidemia en Uruguay. Es una decisión de Presidencia y el Consejo de Ministros, no es una decisión del MSP. Pero aún no se ha manejado fecha tentativa.
¿Y qué es lo que cambiaría?
Uno de los principales cambios es la financiación de algunos sectores para contener la pandemia. Hoy en día, con la declaración de emergencia sanitaria, el MSP y otras entidades estatales pueden hacer procedimientos de contratación de personal, por ejemplo, de vacunadores o rastreadores, que no siguen el trámite habitual de concurso que se da en el Estado. Esto es precisamente porque estamos en emergencia sanitaria. Por esta situación tenemos los fondos para contratar ese personal y a la vez, por ejemplo, comprar los test de PCR y antígenos. Eso es financiado por el Estado y al cesar la emergencia sanitaria pasaría a ser financiado, por ejemplo, por las mutualistas. De esta manera, el covid sería una enfermedad más, cubierta por el Sistema Nacional Integrado de Salud.
¿Los test que se realizan por instituciones privadas son pagados por el Estado?
Todos los test indicados desde el punto de vista epidemiológico los paga el MSP, aunque los realicen los privados. Los que no paga el Estado son aquellos efectuados por particulares, que por ejemplo los necesitan para salir del país. Pero si la persona es contacto de un positivo, o tiene síntomas y tiene la indicación de realizarse un test, ese test lo paga el Estado.
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