Días atrás se realizó una reunión multipartidaria convocada por el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, para analizar estrategias sobre prevención del delito.
La ocasión fue una oportunidad para que los partidos políticos pudieran dar su visión sobre el estado actual de la seguridad. Si bien en un primer contacto, este encuentro fue con los partidos políticos con representación parlamentaria, la idea es ampliarlo a otros sectores de la sociedad.
Por Cabildo Abierto concurrió el comisario principal retirado Jorge Gómez. El asesor en materia de seguridad de CA, Antonio Romanelli, destacó que Gómez fue el único policía que concurrió al encuentro en representación de los partidos, indicando que cuando se tratan este tipo de temas “la experiencia es algo fundamental”.
En diálogo con La Mañana, Romanelli expresó que armar políticas de prevención “es un paso positivo e interesante. También consultar el punto de vista de todas las opciones políticas y posteriormente otros actores de la sociedad. Esto va a enriquecer la posibilidad de que mañana tengamos una política de Estado con respecto al tema”.
“Las políticas de seguridad y todo lo que es referente al Ministerio del Interior hay profesionales policiales muy bien capacitados, que saben el tema”, destacó. “Cabildo Abierto envió a este encuentro a un profesional de primer nivel y muy capacitado, que es el comisario principal retirado Jorge Gómez. Fue instructor en la Escuela de Policía en varias instancias y ha prestado servicio en varias comisarías. Fuimos el único partido que mandamos a la reunión a un policía con más de 30 años de servicio”.
Romanelli hizo referencia a la situación actual de la seguridad pública y las propuestas que Cabildo Abierto llevó tanto a los ministros Jorge Larrañaga como Luis Alberto Heber.
En la actualidad “estamos en otro escenario”, sostuvo. “El gobierno ha hecho una buena labor, pero hay varios grupos de narcotraficantes y es un problema que se dejó pasar durante mucho tiempo. Ahora hay que enfrentarlo”.
“Cabildo tiene una visión que la plasmamos en nuestro programa de gobierno en 2019, con una respuesta frente al narcotráfico tanto en la parte urbana como en las rutas. Hicimos propuestas claras que están en un documento que entregamos a los ministros Larrañaga y Heber, donde mostramos cómo veíamos la situación de seguridad y qué entendemos nosotros conveniente que se debía hacer y aportamos ideas muy concretas”.
Acotó que de esas ideas se tomaron algunas y otras no porque faltan recursos. Señaló que en materia de seguridad hay dos aspectos: la percepción objetiva y la subjetiva.
“En referencia a la objetiva, las estadísticas de robos, hurtos, rapiñas, o violencia de género (que es muy importante) marcan una disminución en los delitos. La percepción subjetiva es cómo nos sentimos y ahí tenemos una diferencia. Si bien tenemos bajas en delitos, en algunos aspectos todavía se sigue sintiendo una percepción subjetiva de inseguridad. Porque una cosa es bajar del 100% al 0% y otra del 100% al 80%. Entonces hay una baja, pero no es lo suficientemente significativa para que la gente tenga una sensación de tranquilidad”, sostuvo el asesor de CA.
Según el experto, es muy importante fomentar el despliegue territorial, la policía de cercanía, la figura del comisario y la cantidad de efectivos que deben tener cada unidad. Dentro del combate al crimen existen tres variables: la geográfica, la demográfica y la cantidad de operaciones.
“No tiene la misma cantidad de operaciones la Comisaría 17 (NDR: de Piedras Blancas), que la 14 de Carrasco. Hay comisarías que tiene cinco veces más operaciones, entonces esas tienen que tener un componente de efectivos importantes. Además, no son todas iguales en su naturaleza. Algunas tienen que ser más preventivas, otras más represivas y otras más de recolección de información y de cercanía con la población. No es lo mismo una comisaría en el cerro Montevideo que una comisaría en Malvín, o en Artigas o una rural”, sostuvo. Cabildo Abierto había propuesto tanto a Larrañaga como a Heber alguna inclusión más de comisarías porque se entendía que eran muy pocas y había que reforzar algún área de Montevideo.
Sobre el despliegue de cámaras de vigilancia, Romanelli señala que no se debe tener un único Centro de Comando Unificado de monitoreo, sino tener centros en diferentes zonas para trabajar de una manera más descentralizada, con la realidad territorial.
“Creemos que hay una prevención considerable de delitos si tenemos el despliegue que se necesita y los medios tecnológicos adecuados. De esta manera vamos a realizar una gran prevención del delito y a disminuir bastante lo que son los hurtos y las rapiñas que afectan al comercio y al transeúnte”, manifestó.
Otro punto es el referido al patrullaje. Explica que, si bien no se pretende recrear el comando de Radio Patrulla, se impulsa la creación de minicomandos de radio patrulla y tener una cantidad relevante de móviles, para darle apoyo a las comisarías y de esta manera que estas estén con los efectivos en su totalidad.
“El Ministerio del Interior está intentando repoblar las comisarías, pero tiene problemas serios de reclutamiento y presupuestales. Están trabajando y tratando de poblar el territorio. Y se apoyan con cámaras porque es lo más rápido que se puede desplegar. Más efectivos implica reclutarlos, instruirlos, capacitarlos, equiparlos y poner más vehículos y eso lleva un tiempo importante. No se puede armar una patrulla en dos días”, acotó nuestro entrevistado.
También indica que “nunca” se debe de dejar de estar presente porque “lo primero que buscamos es la presencia en el territorio, no solo disuasiva, sino también de protección a la población”.
Para Romanelli también se debe hacer hincapié en la permanencia de los efectivos en la zona. “Acá hay un problema y es que traemos un policía, lo ponemos a patrullar como sucede hoy y no conoce el barrio. No se puede defender lo que no se conoce. Eso es una premisa fundamental que los policías conozcan el barrio y el comisario tenga continuidad. Cuando empezamos a rotar y cambiar turnos se transforma en una presencia bastante liviana”.
Si bien considera que Uruguay está mejor posicionado que otros países en Latinoamérica en materia de seguridad, indica que, aunque los índices de hurtos y rapiñas están bajando, no son aceptables.
“Nuestra sociedad merece otra cosa. Nuestra comunidad está acostumbrada a otro tipo de vida y no a este índice de criminalidad”, sostuvo. “Cuando miramos la cantidad de homicidios, donde un 50% tienen relación con el tráfico de estupefacientes, no es aceptable. Y no es menor el incremento que estamos teniendo de violencia de género, que es un fenómeno que tenemos que atenderlo urgentemente, porque es el único índice que no ha bajado. Y ese es un motivo de preocupación”.
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