Acompañadas de un clima un tanto inhóspito, el pasado domingo 30 de junio más de 1.076.000 uruguayos participaron de las quintas elecciones internas, caracterizadas por una gran oferta de partidos políticos y una interna reñida en algunos de ellos. Pero el 40% del electorado continúa siendo una cifra baja.
¿Qué análisis realiza de la concurrencia en las pasadas elecciones internas?
Hay que subrayar que en la única elección de voto voluntario, de cada diez personas, seis no van a votar. Esto señala que la dirigencia política tiene un distanciamiento con la mayoría de la sociedad, la que no se siente necesitada de participar en primera instancia en la definición del gobierno, el parlamento y los órganos departamentales. Se trata de un fenómeno que hay que atender, y que se está dando en Europa y América.
“En el caso del FA, lo que más resalta es que tuvo la votación más baja desde su fundación. A la vez, dentro de su interna se produce un recambio de liderazgo, culminando con la época Mujica-Vázquez-Astori”
Teniendo en cuenta los márgenes de errores estadísticos que indicaban las encuestas, ¿cómo ve el desempeño de los partidos políticos en comparación con lo que se preveía?
No hubo diferencias significativas en las encuestas. Dentro del Partido Nacional (PN) se esperaba una solidez de Luis Lacalle Pou y Juan Sartori definiendo el segundo puesto. Pero, además, hay que tener presente que este último se encuentra casi en el mismo escalón respecto a cantidad de votos que Daniel Martínez y Ernesto Talvi, por lo que podría decirse que Sartori está marcando un muy buen nivel. Por otro lado, Jorge Larrañaga y Enrique Antía pagaron el precio de ocupar en el año 2014 el mismo espacio.
En el caso del Frente Amplio (FA), lo que más resalta es que tuvo la votación más baja desde su fundación. A la vez, dentro de su interna se produce un recambio de liderazgo, culminando con la época Mujica-Vázquez-Astori. Sin embargo, Martínez emerge con un liderazgo no del todo fuerte en la medida en que apenas supera el 40% y en que es la primera vez que este partido tiene un candidato presidencial que no logra más de la mitad de los votos. “
¿Cómo se explica la cifra de votación históricamente baja dentro del FA?
Tiene dos argumentos. Por un lado, desde la fundación del partido de gobierno hasta que finalmente llega al poder, hay una línea donde va construyendo, de manera constante y creciente, una cierta esperanza o expectativa. Una vez que llega al gobierno, empieza a materializarse una parte de ella, y otra no. Particularmente, a partir de este gobierno, se acelera el desgaste, la que se traduce en manifestaciones de desánimo, descreimiento y enojo. Lo que transmiten las encuestas es que un 10% de los que votaron al oficialismo en la última elección no lo elegirían en caso de que las elecciones fueran hoy. Además, el desencanto no sólo se traduce en gente que vota a otro partido, sino en desánimo en quienes deberían concurrir a una elección de voto voluntario.
La suma de los votos registrados entre Oscar Andrade y Carolina Cosse, que pertenecen al ala más izquierdista dentro del partido, es mayor a la obtenida por Martínez. ¿El FA debería tener en cuenta esto para elegir su fórmula presidencial?
Se llega a una situación en la que claramente no es imperativo que la fórmula sea Martínez-Cosse, y parece que, por decisión del Frente, es necesario que sí sea paritaria. La candidata naturalmente parecería que tendría que pertenecer a un espacio donde el referente es Mujica y habría que ver si el perfil se elige más con un corte electoral o para el cargo de la vicepresidencia, para el cual es necesario que tenga una buena articulación con la oposición, el parlamento y el gobierno y que tenga mucha experiencia parlamentaria, política y gran capacidad de diálogo y conducción.
¿Hacia dónde fueron los votos que perdió el FA?
Todo indica que no son votos que se perdieron, sino que se quedaron en la casa. Todos los partidos votaron de manera muy reducida.
¿Los resultados de las internas podrían ser un mapa de lo que ocurriría en octubre?
No, no tienen nada que ver. Ya tenemos experiencias pasadas al respecto que así lo confirman. No se debe sacar ninguna conclusión de la competencia entre partidos del resultado del domingo.
En comparación con las pasadas elecciones internas de 2014, se registraron casi 80.000 votos más. ¿Este número es significativo si se tiene en cuenta que en esta instancia hubo un récord de partidos políticos?
Se debe diferenciar dos escenarios. Por un lado, los electores de los tres partidos que tenían una fuerte competencia interna se pudieron ver motivados para participar en la definición, lo que ayudó en la participación.
Otro caso era el de los partidos menores que no tenían disputa y su objetivo principal era superar los 500 votos para poder presentarse en octubre. Tanto el Partido Verde Animalista, el Partido Digital y el Partido de los Trabajadores eran los que estaban al borde. Los otros, era obvio que pasaban.
“Cabildo Abierto, que no tenía ninguna interna y que bastaba con obtener un poco más de 500 votos, finalmente registra más de 46.000, lo cual es una manifestación muy grande de exhibición de fuerzas y potencialidad de Guido Manini Ríos”
Pero, el tercer caso, que es el más peculiar, refiere a Cabildo Abierto, que no tenía ninguna interna y que bastaba con obtener un poco más de 500 votos, y finalmente registra más de 46.000, lo cual es una manifestación muy grande de exhibición de fuerzas y potencialidad de Guido Manini Ríos. Tenemos la percepción de que su candidatura fue un elemento extraordinariamente fuerte en cómo resultó la interna del Partido Colorado (PC), porque una cantidad importante de votantes que iban a votar a Julio María Sanguinetti, finalmente se volcaron por Cabildo Abierto, lo que, a la vez, ayudó a determinar el triunfo de Talvi.
¿Los 5.500 votos en blanco son, particularmente, una señal?
Todavía no los estudié, pero habría que ver si son realmente votos en blanco o de personas que votaron solo las listas departamentales.
¿Qué tipo de electorado van a disputarse en las próximas elecciones?
El desafío que tienen todos los precandidatos es consolidar el apoyo dentro de la fuerza de su partido y, cada uno, tiene un perfil distinto. Por ejemplo, Talvi tiene un respaldo muy bajo de las personas que tienen más de 48 años, en las clases media baja y baja y en el interior. Debe hacer el esfuerzo por conquistarlos. Pero, a la vez, es en estos sectores donde Manini Ríos ha encontrado una captación muy grande, quien se coloca como un competidor en determinados espacios del PC.
En el caso de Lacalle Pou, el desafío está en seducir a las personas que tienen cierto rechazo a su figura. El discurso del domingo fue muy provechoso para dar una señal de mesura orientada a la consolidación del apoyo del partido. En cuanto a Martínez, el reto está en llegar a los frenteamplistas desanimados y que contribuya a un acuerdo dentro del partido, a fin de que llegue a una fórmula de todos los sectores.
Las ideas al debate “Tanto Talvi como Andrade mejoraron en las mediciones de encuestas y, finalmente, en los resultados obtenidos, luego del debate de precandidatos en el que participaron. Para Bottinelli, es probable que la forma en la que ambos se desempeñaron en la instancia televisiva fuera importante para que este fenómeno tuviera lugar y, en definitiva, los ayudara. Por un lado, Andrade se mostró con una postura más moderada, mientras que Talvi pudo aumentar su nivel de llegada. El politólogo señaló a La Mañana que el principal problema del actual candidato colorado era que muchas personas no conocían sus ideas y, por lo tanto, no tenían una opinión formada de él. Si bien, todo señala que el debate ayudó de igual manera a ambos, no parecería ser así en el caso Cosse-Larrañaga.