El Municipio F comprende una vasta extensión del este de Montevideo. Su alcalde, Juan Pedro López, sostiene que la falta de contenedores y de un mejor sistema de recolección de residuos es uno de los principales problemas, mientras destaca el trabajo de todo el consejo municipal, compuesto por integrantes del MPP, el Partido Comunista y el Partido Nacional.
¿Qué zonas comprende el Municipio F?
Los límites son Camino Carrasco desde el Arroyo Carrasco hasta Pan de Azúcar, luego bajamos por Pan de Azúcar hasta Corrales, todo Corrales hasta General Flores, de ahí a Belloni, Paso del Andaluz, hasta el kilómetro 21.800 y luego por la 102 y terminamos en el Arroyo Carrasco. Se trata de una superficie de 85 kilómetros cuadrados. Algunos de los barrios que se abarcan son Don Marquez, Monarca, Paso del Andaluz, Villa García, Ituzaingó y Maroñas, entre otros. Es una zona bastante amplia de Montevideo.
¿Cómo califica los problemas que viven la población en esa zona?
Son muy variados porque existe muchas necesidades. Un censo de 2011 marca que en la zona hay más de 170 mil habitantes. Hay muchos asentamientos y problemas de inseguridad, generados principalmente por la drogadicción.
¿Cuáles son las principales necesidades que le plantea la gente?
Son muchas, encabezada por la vivienda. Todos los lunes recibo a los vecinos y atendemos entre 15 y 17 personas o grupos de vecinos. Los temas generales que se plantean son referentes al alumbrado, las podas, la situación de las calles, las viviendas. No existe un solo tema. El de la situación en que están las calles sea quizás uno de los principales. Por eso, el gobierno municipal decidió poner el 50% de su presupuesto en este punto. Hay barrios que hace 40 o 50 años están con las mismas calles de pedregullo y ahora las estamos bituminando.
Otro punto es la limpieza y el estado en que están los contenedores. A pesar de que es algo que no nos corresponde, apoyamos el trabajo de la intendencia con maquinaria propia. En el tema de seguridad estamos en contacto con Santiago Gonzáles (director de Convivencia del MI) y cuando surge alguna queja de los vecinos se la trasmitimos.
Los municipios reciben una partida que envía la intendencia. ¿A qué se destina?
El año pasado recibimos $ 212 millones (NDR: U$S 5 millones) y este año tenemos $ 233 millones. Trabajamos en cinco líneas estratégicas. La primera es vialidad, podas, alumbrado, bocas de tormenta. En la línea dos está bienestar animal y medio ambiente (con los bañados). En la línea tres está cultura, en la cuatro lo laboral con los emprendedores y la cinco es el funcionamiento del municipio.
Señaló el bienestar animal como un punto importante, ¿cómo se trabaja en ese sentido?
Desde el año pasado decidimos colocar dinero para realizar castraciones de animales de manera gratuita. Se hacen todos los jueves en diferentes barrios. El año pasado castramos 1.200 animales y este año estamos a esta altura en la misma cifra. Vamos a los barrios más carenciados y cada vez hacemos 80 castraciones con la finalidad de mejorar la convivencia de la familia y de los vecinos, principalmente en los asentamientos. Es algo mínimo, pero para nosotros es muy relevante porque evitamos los animales sueltos y también las enfermedades que se pueden transmitir a los niños. Creo que este trabajo lo vamos a ver reflejado en un año o dos con una disminución de animales sueltos. Y en este tema, un dato que me sorprendió es que hay muchas castraciones de gatos, casi la misma cantidad que de perros.
¿Cómo observa el compromiso del vecino con este servicio?
Cuando surgió la idea, tenía dudas. Pero es increíble el compromiso de la gente. Por ejemplo, si anunciamos que el servicio estará esta semana en Don Márquez, aparece gente de Punta de Rieles porque, muchas veces, cuando estuvimos en su zona los números (que son 80) no dieron para ellos. Y esa familia con su mascota entonces nos sigue para ver cuándo puede conseguir un turno para la castración. Uno puede pensar que una persona que vive en un asentamiento no da importancia a los animales y eso quedó demostrado que no es así. En lo personal me llevé una grata sorpresa.
Usted mencionaba que otra queja de los vecinos es por los contenedores.
Creo que el problema es el sistema. Muchas veces no hay reposición de los contenedores que se rompen y esta zona de Montevideo siempre es la última. Cuando se realizó un recambio de contenedores, nosotros fuimos de nuevo los últimos. Y hoy en día, donde había dos o tres, ahora hay uno; y donde había uno, no hay ninguno. Entonces al no haber contenedores en la cuadra, se genera eso que la gente comienza con la pereza y la basura termina en una zanja. O a veces se mandan a los niños, que no llegan a poder levantar la tapa y el contenedor tiene rota la palanca del pie, entonces deja la basura en un costado. Otro problema es que cuando se rompe un camión recolector, se corta toda la ruta que debe hacerse en determinados días.
Nosotros tenemos algunas ONG que lo que hacen es limpiar alrededor de los contenedores, porque el camión lo vacía pero no se limpia lo que está afuera. Tenemos dos vehículos, en los que se gastan por año $ 9 millones y que destinan para cubrir la limpieza de parte del municipio. Para la población y extensión que tenemos, los circuitos de recolección no están correctamente cubiertos, al igual que es insuficiente la cantidad de contenedores. Esto nos provoca un problema mayor, porque por ejemplo cuando llueve termina la basura en las cunetas y tapa las bocas tormentas.
La intendencia plantea ahora un plan para aumentar la cantidad de contenedores. ¿Esa medida se la comunicó a los alcaldes? ¿Cómo se van a distribuir los mismos?
Sabemos que hay un proyecto nuevo, pero no se nos informó nada. Estamos a casi dos años de que asumimos y solo hablamos con la intendenta Cosse una vez. Se nos invitó a una reunión para decir que existía un plan. Pero una cosa es que te inviten a una reunión a informarte de algo y otra que seas parte de ese proyecto.
¿Considera que los municipios deberían tener más fondos para limpieza en sus zonas de influencia?
El mejor proyecto del mundo es que cada municipio se haga responsable de la recolección de la basura y no la intendencia de manera centralizada. Eso demostraría cuál municipio trabaja y cuál no. Eso es lo ideal y puedo decir que es el sueño del pibe. Porque la gente no entiende cómo funciona el sistema y piensa que los municipios son los responsables de recoger la basura. Cuando uno les explica que ese tema es de la intendencia, muchos vecinos suponen que nos estamos sacando el tema de encima. Si cada municipio se hiciera cargo de la recolección de residuos, la intendenta se liberaría de este problema.
¿Usted entiende que esa zona de la ciudad está dejada de lado por la comuna?
En la parte de la limpieza, sí. Somos los últimos, quizás porque nos quejamos poco. La gente de acá no se queja si tiene un contenedor roto, como capaz sí lo hace en Carrasco o Pocitos. Tenemos tantas necesidades que son mayores a un contenedor roto, como ser una casa que se llueve o una zona que se inunda.
¿Cómo evalúa su gestión?
Eso no lo podría evaluar yo mismo, pero lo que dijimos que íbamos a hacer lo estamos haciendo. La gestión de un alcalde es en conjunto con un gobierno municipal. Somos cinco en el consejo. Acá hay un compañero del MPP, otro del Partido Comunista, otro de la lista 40 del Partido Nacional, y una compañera y yo que somos de la 71 (Partido Nacional) y, como se puede ver, somos diversos en nuestras ideas. Cada sesión de los miércoles trata unos diez asuntos y el 99% sale por unanimidad. En dos años solo no se votaron tres cosas por unanimidad. Entendimos que más allá de la política, estamos en un proceso en que se trabaja para el vecino, sin importar a qué partido vota. Y con esta actitud fue que el año pasado se hicieron 7,7 kilómetros de asfalto en calles que desde hacía 40 años tenían calles de tierra y este año vamos a hacer 14 kilómetros. El año pasado ganamos el premio de la OPP por fondos ejecutados. Acá lo que hay es un grupo de los 153 integrantes del Municipio F que tienen la camiseta puesta.
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