De embarcarse en alta mar por más de tres décadas a la Cámara de Diputados como representante del partido Cabildo Abierto. En entrevista con La Mañana, el diputado Carlos Testa conversó sobre su vida dedicada a la pesca y su acercamiento a la política partidaria. Hombre de alta estatura y de bajo perfil, asume con responsabilidad y trabajo su nuevo rol como legislador.
¿Cuál es tu origen familiar?
Éramos una clase media típica. Mi mamá fue maestra, luego fue asesora docente del Conae que posteriormente fue el Codicen. Se jubiló por supuesto, tiene 90 años y vive en Canelones. Mi papá era vendedor en una fábrica de alpargatas y falleció de cáncer cuando yo era chico, tenía 8 años, y mi madre la siguió remando siempre.
Era una época convulsionada la de finales de los ‘60…
En mi casa se tuvo mucha precaución, nunca tuvimos ningún problema. En los años 79 y 80 fui al liceo militar en Durazno y fue una gran experiencia de vida porque consolidé una serie de valores que tengo hasta el día de hoy, de convivencia y de rectitud, que había aprendido en casa, pero ahí reforcé.
Viéndolo en perspectiva histórica, recuerdo perfectamente que, en ningún momento, ni un solo día, se mencionó alguna cosa de política, absolutamente nada. Lo que yo conversaba y aprendía de lo que estaba sucediendo era con amigos, pero no dentro de la institución.
¿Dónde transcurrieron tus primeros años?
Nací en Montevideo, viví hasta los 6 años en una casita en Malvín. Luego nos mudamos para Canelones que es donde vivo ahora. En el año 80 hice los cursos en la capital de patrón de pesca, pasé por la Escuela Técnica Marítima. Trabajé toda la vida con los barcos hasta el año 2018 y debo decir que me sentí complemente realizado.
¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el mar?
Fueron ya de grande. Estaba haciendo sexto de Derecho en el liceo y la idea era seguir la carrera, pero sentí que no me gustaba. Quería algo que pudiera combinar un trabajo más físico con el conocimiento. Casualmente en una conversación escuché a una persona que trabajaba en un barco pesquero, creo que era un cocinero, y yo no sabía entonces que había pesca industrial en nuestro país. Averigüé y me interesé mucho.
Por suerte en el primer año te hacen embarcar a prueba para que nadie descubra después de tres años que no soporta navegar, cosa que le pasa a muchos. Me tocó en el Promopez 1, que sigue trabajando, donde iba como grumete, y hacía de todo desde limpiar y pintar los baños.
¿Dónde se navegaba?
Siempre fue en la zona común de pesca que es la habilitada para pescar y también podemos pasar al área argentina como ellos a la nuestra. Eso es por un convenio del año 1974 que nos ha beneficiado muchísimo porque nos permite en verano acceder cuando la merluza busca temperaturas más sobre los 13º hacia el sur. La distancia promedio son unos 300 km desde la costa y se vuelve al puerto de Montevideo. Yo estaba en barcos congeladores. Desde el año 1983 al 2018, mientras estuve en eso, la zona común de pesca ha sido trabajada por barcos uruguayos y argentinos.
¿Qué valores inculca el trabajo en el mar?
Siempre fue un ambiente de mucho trabajo. En aquellos años 80 había mucha gente que se acercaba a la pesca desde otras actividades, hasta bancarios, porque se ganaba muy bien, más que los mercantes incluso. Con el tiempo y paulatinamente se fue erosionando muchísimo lo que se ganaba a nivel de marinero, de tripulante.
Era un ambiente también de mucho respeto y siempre sentí orgullo que cuando cambiaba de barco la gente seguía conmigo. En su momento intervine para acceder a varios logros sociales, por ejemplo para que se parara a dormir, imponiendo las 6 horas de descanso, que después se llevó a todos los demás barcos.
¿Cuáles son las cualidades que debe tener un patrón de pesca?
El barco de pesca es una fábrica y un negocio que si no produce tiene que parar. Lo fundamental para la permanencia es que produzca en calidad y cantidad. Y por supuesto que haya una continuidad de salidas, evitar la conflictividad y mantener la armonía. Hay que tener una serie de equilibrios a bordo. Yo insistí siempre en ser muy respetuoso con la gente de a bordo sin importar su rango, desde el grumete hasta el dueño.
En Manini está depositada una confianza como no se depositaba en alguien hace muchos años.
¿Qué ha pasado con los pesqueros uruguayos?
Ha mermado muchísimo la cantidad de barcos. Siempre trabajé en la pesca de altura, de altamar. Recuerdo que cuando comencé éramos entre treinta y pico y cuarenta barcos uruguayos. Los últimos años que estuve he llegado a estar yo solo, o con tres o cuatro barcos. Influyó el cierre de Fripur que tenía alrededor de diez barcos y también otras empresas.
Lo atribuyo a un tema económico netamente. Creo que es un buen negocio pero hay que apoyarlo. Acá seguimos viviendo de espaldas al mar y se necesita apoyo del Estado. La gente ni sabe que hay barcos pesqueros. En cambio, honestamente, yo conozco más el fondo de la topología marina que muchos pueblos de Uruguay. Esa fue mi vida.
¿Cuándo surgió el interés en la política?
Los temas políticos siempre me interesaron, pero mi interés fue con la apertura democrática. Imaginé un cambio tremendo con la democracia. Esperaba un altruismo, sacar el país adelante y superar las heridas. Pero vi cómo se mataban por un cargo y fue una decepción. Hasta el día de hoy nunca me había metido en política partidaria.
¿Cómo viste los gobiernos del Frente Amplio?
Yo jamás voté a la izquierda, pero en el año 2005 cuando asumió el FA entendí que estaba agotado un modelo de país y le daba todo el crédito y confianza a ese cambio y renovación. Pero luego vi que fue peor que lo anterior, sentí que había irresponsabilidad. Hubo mucha demagogia y no se aprovechó el viento de cola, por eso ahora pagamos el costo.
¿En qué momento se va dando el acercamiento al Movimiento Social Artiguista?
No lo conocía a Manini, solo sabía que era el comandante del Ejército. Pero luego empecé a notar que se diferenciaba con verdades que empezó a decir que molestaban, por ejemplo cuando le ofreció la calculadora al ministro Murro o cuando tuvo el gesto de pedir que la gente no vaya al aeropuerto cuando volvía de México para cumplir con el arresto a rigor que la habían impuesto como sanción. Me pareció un gesto de bien nacido. Actitudes que me parecieron sinceramente de artiguista.
En Manini está depositada una confianza como no se depositaba en alguien hace muchos años. Lo que para nosotros también es una responsabilidad enorme y hay que honrar esa confianza. Yo no me puedo despegar del ciudadano. Empecé en Facebook escribiendo sobre lo que iba sucediendo. Noté que había mucha repercusión y la gente me pedía que siguiera. El rol de las redes sociales fue fundamental, una gran caja de resonancia. Era impresionante cómo se viralizaba todo lo de Cabildo Abierto. Se mira mucho lo que hacemos y hay una enorme expectativa.
Algunos días atrás realizaste una intervención en la Cámara de Diputados en el marco de la fecha del 20 de mayo. ¿En qué se basó el mensaje?
Tuve el honor de poder hablar en nombre del partido y creo haber representado el espíritu de Cabildo Abierto. Nos duele muchísimo todo lo que pasó y lo que sufrió este país. Cosas que no debieron haber pasado en los 60 y 70. Con el tiempo muchas cosas se pueden desvirtuar y no se puede caer en eso. Jamás podría juzgar a alguien que ha perdido a un ser querido o tiene un familiar desaparecido, es imposible ponerse en esos zapatos o dejar de sentir una empatía. Pero estoy preocupado porque tengo hijos adolescentes y quiero trabajar por estas generaciones que vienen, para que despeguen con fuerza. La verdad y la justicia la abrazo, pero quiero toda la verdad y la justicia.
¿Cuál es el ambiente que existe en los pasillos del Palacio Legislativo?
Era una de las cosas que pensé al principio que iba a ser diferente porque nos llevamos todos muy bien. No entiendo por qué hacia afuera la imagen que se da es otra. Conversamos con todo el mundo. Es más, la primera persona que vino a saludarme fue una diputada del Frente Amplio.
¿Qué temas está siguiendo de ahora en adelante?
Ahora viene el llamado a sala donde se va a explicar que pasó con el contrato de UPM, cómo fue la génesis del negocio. Como no podemos llamar a los ministros anteriores, lo hacemos con los actuales para que la gente sepa. No hay otro motivo o intención más que la gente se informe. Ese tipo de transparencia con los acuerdos políticos es muy saludable. Va por ese lado.
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