Ha pasado la interna, una elección en la que, con cierta sorpresa, hemos visto que aún hay mucha gente que en importantes sectores de la población no se ha entendido que es ya la definición en la que vislumbramos los candidatos con posibilidades para el balotaje.
Por supuesto que en el Partido Nacional quedo despejado con una amplísima mayoría el liderazgo de Luis Lacalle Pou, el cual nosotros desde el 2012, desde el vamos, apoyamos con aquel pedido que le hicimos en Florida para que nos representara en las internas del 2014.
Obviamente ha pasado tiempo, pero hoy se ven los frutos del trabajo en equipo, de un liderazgo basado en saber rodearse bien y discernir el equilibrio justo entre lo técnico y lo político, que en el momento que el país está viviendo precisa ir de la mano y no con falsas dicotomías o divorcios en ese sentido.
Hoy ha triunfado la política, ha triunfado el compromiso en las diferentes apoyaturas, estructuras y movimientos, que nosotros también respaldamos con Dale, un nuevo sector de un año y medio con perfil propio. Hoy estamos congratulados y contentos de haber sido parte de un todo y tener una expresión propia.
Pero creo que el desafío importante es hacia octubre, para un cambio de gobierno, un cambio de época, donde nuestro candidato tiene la responsabilidad en paralelo de ir definiendo nuestro programa único de gobierno y ser capaces de articular alternativas a los temas que este tercer gobierno del Frente Amplio, con más de catorce años, cumpliendo un ciclo, no ha podido concretar: en la seguridad, problemas de trabajo, inversión, desarrollo del aparato productivo, inserción en el mundo y en nuestra región. Hemos visto la desesperanza de miles de uruguayos que quieren emigrar y por eso hay que dar esas batallas de aquí a octubre para que valga la pena transformar muchas de estas situaciones a partir del primero de marzo del año que viene.
En momentos de incertidumbre en que parecía que nuestro partido iba a tener dificultades, se cerró la formula y estaban todos en el estrado de la puerta de la Casa del Partido. Allí primó el designio de nuestro escudo que es “la unión hace la fuerza”. En momentos de relativismo, de la política líquida y las promesas en el aire, primó la sensatez, primó la política y la seriedad en los planteos.
(*) Líder de Dale Uruguay