El presidente Yamandú Orsi inicia su mandato en un escenario internacional complejo. Su acercamiento a líderes sudamericanos y su participación en reuniones clave reflejan una estrategia para fortalecer la región ante las políticas proteccionistas de Donald Trump. Mientras tanto, Uruguay revisa su postura sobre la guerra en Ucrania y su relación con Europa.
La asunción del presidente Yamandú Orsi y sus primeros pasos como primer mandatario dan lugar a especulación sobre su gestión en materia internacional. La llegada de gobernantes de la región llevó a una serie de reuniones intentando fortalecer esta parte del mundo frente a las medidas que está tomando el presidente estadounidense, Donald Trump. Quien lideró estos encuentros fue el presidente de Brasil, Lula da Silva.
Tras los movimientos arancelarios del presidente norteamericano con México, Canadá y China, se espera que ahora ponga sus ojos en Europa y América Latina. Incluso ya anunció un arancel para los productos agrícolas que importa Estados Unidos.
Un día antes de asumir, Orsi fue invitado por Lula a una cena en la residencia del embajador de Brasil en Montevideo. Además del presidente uruguayo, estaban los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro, y de Chile, Gabriel Boric, o sea los aliados más cercanos a Lula.
El presidente brasileño dijo en un posteo en la red X que se trató de “un encuentro para fortalecer la democracia”, esto acompañado de una foto donde se ve a los cuatro mandatarios (Lula, Orsi, Boric y Petro) uniendo sus manos. Por su parte, el presidente chileno señaló sobre el encuentro que “solo colaborando podremos enfrentar los enormes desafíos de nuestro tiempo” y acotó: “Abogamos con Orsi, Lula y Petro por una Sudamérica más unida y una región más fuerte ante a los nuevos escenarios que nos plantea este mundo convulso”.
Durante su estadía en Montevideo, Lula también se reunió con la candidata a presidenta de Ecuador, Luisa González, considerada la heredera del exmandatario Rafael Correa. El 13 de abril, González se enfrentará al actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, en la segunda vuelta de las elecciones por la presidencia.
Lula, diplomáticamente (considerando que Noboa puede ser reelecto), aclaró que la reunión “fue a pedido de ella”, sobre la cual dijo: “Analizamos el contexto político de América del Sur y expresamos nuestra concordancia en la importancia del fortalecimiento de la democracia y la justicia social en el continente”. A esto agregó: “Deseo que las elecciones de segunda vuelta en Ecuador transcurran de forma pacífica y dentro de la normalidad, y que la voluntad del pueblo ecuatoriano prevalezca”. También el presidente brasileño se reunió con el alemán, Frank-Walter Steinmeier, para analizar si el tratado Mercosur-Unión Europea avanza, lo cual se considera muy posible frente a las medidas proteccionistas de Trump.
El jefe de Estado brasileño aprovechó su estadía en Montevideo para invitar a Orsi a sumarse a la reunión de los Brics que se llevará a cabo en Brasil en julio próximo. Este grupo está integrado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Indonesia, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Vista la posición de Trump hacia gran parte del mundo, Lula también extendió su invitación a Colombia y México. La cadena estadounidense CNBC señaló que Lula lograba con Orsi un “nuevo aliado regional dentro del Mercosur” por su acercamiento ideológico.
En medio de todo esto, hubo un hecho que no pasó desapercibido durante el juramento que Orsi y Cosse realizaron en la Asamblea General el pasado 1º de marzo. La ceremonia comenzó después de lo previsto, ya que el presidente de Brasil no había llegado al Palacio Legislativo. Todas las delegaciones diplomáticas, jefes de Estado y legisladores, más invitados, estaban en la sala de sesiones cuando ingresaron el presidente y la vicepresidenta electos y fueron hasta su lugar designado para comenzar la ceremonia de juramentación junto al entonces senador Alejandro Sánchez. Pasaron un par de minutos y llegó entonces al Palacio Legislativo Lula. Cuando este se dirigía hacia la sala de la Asamblea Nacional, ingresó el coro del Sodre para interpretar el himno nacional. Una vez que Lula estaba en su lugar designado, se cantó el himno y comenzó la ceremonia.
Las relaciones con Ucrania
El ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, dijo en conferencia de prensa que Ucrania tiene intención de abrir una embajada en Uruguay, ratificando lo planteado por el gobierno ucraniano hace un año. A la asunción del presidente Yamandú Orsi llegó una delegación encabezada por el embajador de Ucrania en Argentina, Yurii Klymenko. Este se reunió con el canciller uruguayo y le expresó el deseo de Ucrania de abrir una embajada en Montevideo, para “estrechar lazos”, ya que actualmente los asuntos para Uruguay se atienden desde la representación diplomática en Argentina.
Horas antes, el canciller ucraniano, Andrii Sybiha agradeció a Uruguay “profundamente el apoyo inquebrantable a nuestra independencia, soberanía e integridad territorial” e indicó que esperaba “fortalecer los lazos bilaterales y profundizar la cooperación” con el canciller Lubetkin. También el presidente Volodímir Zelenski le envió una carta a Orsi deseándole éxito en su gestión
A principios de febrero, la vicecanciller de Ucrania, Mariana Betsa, había mantenido una conversación telefónica con el entonces subsecretario de Relaciones Exteriores Nicolás Albertoni. El gobierno ucraniano informó que durante la conversación “las partes discutieron temas de actualidad de la agenda bilateral, en particular las perspectivas de intensificar el diálogo político y profundizar la cooperación entre Ucrania y Uruguay en diversos ámbitos, [y] prestaron especial atención a la coordinación de acciones y cooperación en el marco de los organismos internacionales para lograr una paz integral, justa y duradera en Ucrania”. Esa llamada tendría relación con un hecho ocurrido en ONU semanas después, como veremos más adelante.
Pero el nuevo gobierno ha adoptado la posición de moverse con cautela frente a una nueva realidad geopolítica cada vez más compleja. Se debe tener en cuenta el enfrentamiento entre Trump y Zelenski. Además de la ya famosa discusión en la Oficina Oval de la Casa Blanca, ahora se sumó que EE. UU. suspendió todo tipo de apoyo al gobierno ucraniano.
En este marco, el canciller Lubetkin dijo que “hay un movimiento de votos muy importante” en los países latinoamericanos dentro de la ONU sobre la cuestión de la guerra entre Rusia y Ucrania. En una de las últimas resoluciones de Naciones Unidas, del 24 de febrero, Uruguay mantuvo su apoyo a la resolución de que Rusia retirara sus tropas de Ucrania, una resolución que no fue votada por Estados Unidos. El texto propuesto fue “el pedido explícito de retirar de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares”.
Esa resolución tuvo 93 votos a favor con 18 en contra y 65 abstenciones. En contra votó EE. UU junto a Rusia y China, entre otros. Uruguay votó a favor, mientras que otros países como Argentina, Brasil y Paraguay se abstuvieron. En el caso uruguayo es de destacar que el voto fue de una administración que estaba en retirada. Recordemos que a principios de febrero la vicecanciller ucraniana se había comunicado con las autoridades uruguayas y sin duda que esta votación y la posición uruguaya estuvo entre los temas tratados.
Todo indica que el nuevo gobierno será más pragmático con respecto a la cuestión ucraniana. La guerra en ese país fue tratada en una reunión que mantuvo el presidente Steinmeier con Yamandú Orsi. El jerarca alemán expuso la posición de Europa frente al conflicto y el presidente uruguayo dio su visión, la cual es un poco diferente a la que tenía el Lacalle Pou sobre brindar un apoyo incondicional, como Europa, a la causa ucraniana. Orsi es partidario de la paz, ya que como ha indicado en diferentes oportunidades los más perjudicados de estos conflictos son los civiles.
Mientras que Lacalle Pou llegó a reunirse con el presidente Zelenski en 2023, Yamandú Orsi no ha tenido ningún contacto con él. Y sobre la embajada de Ucrania en Uruguay, el canciller uruguayo señaló que ese país “ratificó la información que teníamos de que tienen la voluntad de abrir la embajada en Uruguay, lo cual para nosotros es sumamente bienvenido”, aunque acotó que “después hay que empezar a articular eso en específico”.
El apoyo del anterior gobierno a Ucrania en su guerra con Rusia fue más que explícito. En febrero de 2022, Lacalle Pou manifestaba en su cuenta de X su apoyo “a la paz y el respaldo al presidente Zelenski”, con quien se reuniría en diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la presidencia en Argentina. El año pasado, la viceprimera ministra de Ucrania, Yulia Svyrydenko, viajó Uruguay y mantuvo un encuentro con el entonces presidente Lacalle Pou y en medio de la guerra la vicepresidenta Beatriz Argimón, en calidad de integrante de la Unión Interparlamentaria (UIP), visitó Ucrania y Rusia.