El futuro ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca considera que se debe “respetar” a los legisladores que en 1987, cuando votaron la Ley Forestal, determinaron en qué campos se debía plantar árboles con fines industriales. En entrevista con La Mañana, Fratti también señaló que las prioridades pasan por un combate frontal a la garrapata y aumentar el rodeo nacional.
¿Qué expectativa tiene como futuro ministro de Ganadería y qué enfoque piensa darle a su gestión?
Nosotros tenemos que crecer y lo que tenemos más cerca para hacerlo es que nazcan más terneros. Para eso hay que amplificar la extensión rural por todo el período, sobre todo al norte del río Negro, donde los porcentajes de procreo son más bajos que el promedio nacional y andan alrededor del 55%. Tenemos que ser capaces de mover este tema, que después de 40 años sigue sin movimiento alguno, a pesar de que se han desarrollado técnicas de alto impacto y bajo costo. ¿Cómo se debe hacer para mejorar estos números? Eso es un poco más complejo y hay que conversarlo con los que se pueden encargar de esto.
Desde el punto de vista sanitario, la mayor preocupación, lo más importante, es el tema de la garrapata. Esto es algo bien claro. El actual Ministerio de Ganadería está estimando entre 60 y 70 millones de dólares el gasto por la garrapata, entre lo que son las pérdidas de animales y el costo de los químicos específicos que se usan para combatirla. Creo que no es de recibo que se nos mueran animales apestados de garrapata en la época en que estamos, con todos los adelantos que han aparecido y que hace algunos años no teníamos. Si bien es verdad que tenemos pocos nuevos químicos para el combate, me parece que no le hemos prestado al asunto la atención necesaria. Creo que se debe desencadenar una campaña muy fuerte de control de la garrapata.
¿A qué atribuye que sea un mal que no se ha podido controlar?
Opino que se bajó la guardia. Tal vez no intencionalmente. Pero este sonsonete de que hay que bajar el gasto público y hay que correr empleados públicos lleva a que tengamos falta de veterinarios en el Ministerio en todos los estamentos. Y me parece que eso tiene que ver. Aparte de que ha habido cambios climáticos que favorecen el desarrollo de esta enfermedad. Nunca hay una causal sola de estos problemas. Pero claramente acá se bajó la guardia y ahora, encima, permitimos transitar ganado con garrapata viva, o sea que donde no había la vamos a sembrar. Me parece que esas cosas hay que revisarlas. Hay que sentarse con los técnicos y los especialistas que están en este tema y encarar una campaña de lucha con mucha fuerza. Lo digo porque hemos estado denunciando, desde hace mucho tiempo, que ahora hay garrapata en lugares donde no había, y donde ya existía ahora hay mucho más. Entonces ahí creo que estamos claramente teniendo una deficiencia.
Revisar la Ley Forestal
En este período de gobierno se votó una ley que determinaba los campos en que se podía forestar, excluyendo los altamente productivos. Esa ley se votó a iniciativa de Cabildo Abierto y contó con el apoyo del Frente Amplio, pero fue vetada por el presidente Lacalle Pou. ¿Piensa que se puede poner de nuevo a consideración?
Creo que hay que revisar la Ley Forestal. La intención de los legisladores cuando se votó la ley original era clara y fue exitosa. Trajo y sigue trayendo beneficios al país. Me parece que después de 30 años hay que ver en qué estamos. Una de esas cosas es que se debería respetar la voluntad de los legisladores que en su época realizaron una ley que creo que dio resultado, pero que claramente establecía que los bosques se iban a ubicar en aquellas tierras menos productivas. Sigo pensando que aquellos legisladores en 1987 tuvieron razón y que tuvo razón el Parlamento en 2021 cuando aprobó por mayoría la ley que aclaraba la situación y que, lamentablemente, luego fue vetada. Por lo tanto, considero que hay que volver sobre el tema.
¿Eso se debería hacer desde el Poder Legislativo o lo puede realizar el Ejecutivo directamente?
Si tenemos que revisar alguna cosa, pienso que hay que hacerlo desde el Poder Legislativo, pero honestamente también estimo que habría que consultar a los juristas, a ver si esto se puede establecer vía decreto. No obstante, está bueno que el Parlamento partícipe en estas cosas que son de incumbencia nacional.
Más allá de intentar poner algún límite a los campos que se pueden forestar, ¿qué otra medida se puede tomar para favorecer la forestación?
Lo primero que hay que entender es que las áreas de prioridad forestal son más de cuatro millones de hectáreas, y hay plantadas 1,1 millones. Por lo tanto, es algo prácticamente ilimitado. Si en todos estos años estamos en 1,1 millones, en 30 años más podríamos plantar otro millón. Eso demuestra que no hay un límite en el uso de tierra para forestación. Siempre dicen que se está poniendo límites a la forestación y no hay ninguno. Lo que se dice es que se ubiquen donde lo previó el legislador en su época.
¿Por qué no se utilizan las áreas permitidas y sí otras altamente productivas?
Supongo que debe ser por conveniencias de las empresas [pasteras], por la cercanía que incide en los fletes y otros factores. Están en su derecho de hacerlo, ya que no existe ninguna reglamentación. Al no haber subsidios, lo hacen donde más les conviene. Pero algunos pensamos que se debe ir a la idea original. Esto es porque en Uruguay se dice que deberíamos crecer en otras áreas que no son las tradicionales. Y a su vez, en las áreas que el país más conoce y se ha desarrollado, como la agropecuaria en su conjunto, está bueno que también se diversifique. Entonces, si plantamos árboles donde podemos plantar trigo maíz no estamos diversificando. Me parece bastante lógico que el país se organice de manera tal que aquellas áreas que tienen actitud agrícola muy buena o para desarrollo de la ganadería se mantengan para eso. Hay que tener una oferta diversificada, porque en el mundo globalizado que vivimos lo único seguro son los cambios. En el mundo globalizado que tenemos, hoy anda bárbaro una cosa, mañana puede no andar tanto. Si se tiene una canasta diversificada de producción, es más difícil que se sufran sobresaltos.
“No hay que refundar nada”
En lo referente al Ministerio, ¿cuál es la realidad que usted ha visto?
No creo que hay que llegar para refundar nada. Creo que hay que tomar las experiencias anteriores, tomar lo mejor de cada una de ellas y tratar de llevarlas adelante. Recién me entregaron los papeles de la transición ministerial. En los próximos días entraremos en la transición personal con el ministro y las autoridades del Ministerio, con los cuales tenemos muy buena relación. Pero hasta que no sepamos los detalles no puedo decir qué áreas tendríamos que reforzar.
¿Cómo se debe llevar adelante la Ley de Riego, que fue votada pero no reglamentada?
Debemos conversar con los protagonistas y adecuarla para que sea realmente de interés para los privados. No puede ser una idea únicamente del Poder Ejecutivo. Creo que hay que conversar nuevamente con los privados sobre este tema para ver qué cosas no están en la ley y deberían estar para que empiecen a mostrar interés. Pero eso no quiere decir que no tengamos que trabajar en lo referente al agua para el consumo y la producción.
Desde el Ministerio de Ganadería, ¿qué se puede hacer respecto a este tema?
Ha habido diferentes apoyos desde el Parlamento. Hubo un proyecto de ley que se llamaba “Más agua”, que iba más o menos en ese sentido. A través de la Dirección de Desarrollo Rural y de Descentralización, se puede trabajar con las intendencias y que cada una tenga, por ejemplo, una máquina perforadora para que en aquellos lugares donde se pueda tener un pozo se brinde agua a la familia y, a su vez, en momentos de sequía pueda sustentar una porción de los animales. O también se puede empezar a regar un pedazo pequeño de tierra para ir aprendiendo los beneficios del regadío y, al mismo tiempo, tener un respiro en momentos de dificultades climáticas.
Cuándo asuma el 1º de marzo, ¿cuál es la primera tarea que piensa realizar en el marco de su pensamiento hacia el agro?
Sucede que uno es parte de un gobierno y las ideas las tengo que plantear en el primer Consejo de Ministros que se realice. Así que no quiero adelantar demasiado, porque me parece que estamos cansados de escuchar cosas que después no se llevan adelante. Me parece que lo mejor es que las ideas que tenemos las planteemos en el Consejo de Ministros y ahí ver qué sucede, para que cuando salgamos a hablar, hacerlo con algo concreto y no después tener que andar explicando por qué no se llevó adelante.
¿Está conforme con el nivel de las exportaciones del agro en la actualidad o considera que se pueden mejorar mucho más?
En este sector no hay límites. Sucede que tenemos que trabajar permanentemente para abrir nuevos mercados, y si no podemos bajar los aranceles en alguno de esos mercados, debemos buscar otros que no los cobren o sean más bajos. Este gobierno dijo que era horrible lo que se pagaba de aranceles, que había que bajar eso, y no bajó ni un peso, por lo cual hay que ir a buscar aquellos mercados que tengan un bajo arancel. Existen países árabes que para productos alimenticios tienen entre 0 y 5% de arancel. Quizás habría que ser más insistentes en esos países para ver si podemos colocar por lo menos una porción de nuestros productos. Creo en el trabajo internacional junto con Cancillería y con el Instituto Nacional de Carnes para que nos ayude en esta tarea de encontrar mercados a los que podamos ingresar con bajos aranceles.
“Lo único seguro en el mundo es el cambio”
¿Qué perspectivas observa a nivel internacional sobre las dificultades que en materia de comercio del agro se pueden presentar en los próximos años?
Las dificultades podrán ser más grandes o más chicas, pero siempre existieron. El mundo es liberal para venderte, pero proteccionista para comprar. Entonces, no son nuevas las dificultades. Lo que tal vez ha variado respecto a 20 o 30 años atrás es que lo único seguro acá es el cambio. Antes se ingresaba a un mercado y podía perdurar mucho tiempo. Hoy vemos que eso no es así. En 2008, el 40% de las exportaciones iban hacia Rusia y hoy eso cambió. Ahora es China. De lo que sí debemos tener cuidado cuando a veces hablamos muy mal del Mercosur es que hay una cosa que se ha mantenido a lo largo de los años y del tiempo, sumando los cambios globales y demás: las exportaciones intrarregionales, principalmente hacia Brasil.
Y dentro de la región, ¿qué pasa con Argentina?
Argentina es imprevisible, por lo tanto, no quiero arriesgar una opinión que después no la pueda sustentar en el tiempo.
Encuentros realizados y otros programados con las gremiales
Diversos sectores del agro han mantenido reuniones con el futuro ministro de Ganadería y otros han manifestado su intención de hacerlo. El presidente de la Asociación Rural, Patricio Cortabarría, estuvo de acuerdo en que se debe enfrentar de manera urgente el tema de la garrapata. “Estamos totalmente de acuerdo en que la campaña contra la garrapata sea puesta como prioridad”, siendo este ácaro un flagelo que afectó de manera importante el rodeo nacional en 2024. Señaló que se han mantenido encuentros informales con Fratti, aunque aún ninguna reunión oficial como gremial.
En una entrevista con el programa Agronegocios (Radio Sarandí), Cortabarría destacó el rol del Ministerio de Ganadería como policía sanitaria y como ejecutor de las campañas, y también de los productores para poder trabajar en conjunto. Otro punto tiene que ver con lo manifestado por Fratti sobre el estancamiento de Uruguay en su índice de procreo. Al respecto, el presidente de ARU señaló: “Vamos a ver qué idea tiene el ministro para afrontar ese desafío, con el cual también estamos muy alineados. En la medida en que tenga un resultado económico mejor y positivo para las empresas y para los productores rurales, vamos a estar apoyando las medidas que sean necesarias para el crecimiento agropecuario”.
Por otra parte, el Centro de Viticultores del Uruguay (CVU) fue recibido por Alfredo Fratti. En el encuentro se trató la situación del sector, en un contexto en el que se cuestiona el accionar del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) en los últimos años, en especial por el apoyo a los grandes productores y no a los pequeños y medianos. En lo inmediato, los viticultores han manifestado su preocupación, ya que sufren un sobrestock por no haber podido comercializar todos los vinos del año pasado y se viene la vendimia.
El presidente del CVU, Aramir Silva, señaló: “Inavi esquivó el bulto, no hizo las cosas bien y nos dejó por el camino sin crear una alternativa distinta al vino, que era un mosto concentrado rectificado. Nosotros tenemos la investigación de que la salida es por ahí, no es un invento, es un estudio que se hizo”, dijo a Telemundo 12. El tema del sobrestock y saber cuál es la capacidad de las bodegas para recibir uvas y procesarlas también estuvo en el centro de la conversación. La situación planteada se entiende como crítica, incluso se pone en duda que muchos productores terminen levantando las uvas, ya que no se conoce la capacidad de molienda.
En materia de lechería, la Asociación Nacional de Productores de Leche ya ha solicitado una reunión con Alfredo Fratti. Por ahora no se vislumbra que la falta de lluvias pueda estar afectando, debido a que, en comparación con enero de 2024, la situación es mejor. Se espera que las lluvias para esta época del año se normalicen. A la vez, ha existido una mejora en materia de precios en referencia a la leche en polvo.
La Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) también confía en que el nuevo gobierno les dará una mejor prioridad que el saliente. El vicepresidente de la CNFR, Mario Buzzalino, recordó que antes de las elecciones solo dos candidatos (Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto y Yamandú Orsi del Frente Amplio) se reunieron con esta gremial. Para el dirigente, Alfredo Fratti como ministro y Matías Carámbula como subsecretario constituyen “una excelente dupla” al frente de la cartera. En declaraciones a La Diaria, Buzzalino acotó que muchas veces los ministerios se ven limitados en lo que se puede hacer por las condiciones que impone el Ministerio de Economías y Finanzas: es como “ganar y perder un poquito. Les pasa naturalmente a todos los ministerios”. El dirigente rural destacó el rol del pequeño productor, en especial en sectores como la granja. La producción familiar en Uruguay se dedica en un 50% a la horticultura, 35% a fruticultura, 43% a la apicultura, 20% a la lechería, 10% a ganadería. Esto lleva a una gran importancia social, por lo cual para la CNFR el apoyo al sector de pequeños y medianos productores debe ser la gran meta del nuevo ministerio, porque “no hay una sociedad desarrollada que prescinda de estos sectores productivos”.
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