Las declaraciones de la exvicepresidenta Lucía Topolansky generaron repercusiones a nivel político y también en las causas vinculadas al procesamiento de militares por delito de lesa humanidad. Abogado del Centro Militar anunció que se solicitará la revisión ante la Suprema Corte de Justicia.
El pasado 11 de diciembre se realizó en el Museo Nacional de Artes Visuales la presentación del libro Los indomables, de Pablo Cohen, en el cual se recogen extensas entrevistas que el periodista y escritor tuvo con José Mujica y Lucía Topolansky. La publicación se dio en medio de diferentes hechos puntuales. Por un lado, la edad de los protagonistas (Mujica tiene 89 años y Topolansky 80), la enfermedad que aquejó al expresidente y la llegada de un nuevo gobierno del Frente Amplio.
Pablo Cohen dijo que, durante su trabajo, con horas de entrevistas, pudo comprobar que “son personas muy distintas que se adoran. Ella es fría y desconfiada, mientras que él es un caudillo romántico. Sin embargo, no solo se complementan, sino que se desviven el uno por el otro”. En una entrevista con el programa de la radio M24 (un medio afín al MPP), el escritor sostuvo que el proyecto del libro “solo fue posible bajo la condición de otorgarle a Topolansky un protagonismo igual al de Mujica”. “Lucía sufrió mucho durante la enfermedad de Mujica. No me la imagino sin él, realmente es una devoción la que siente por él. Y por parte de Mujica, la dependencia emocional y práctica es enorme”, señaló.
La descripción del libro indica que “las tres secciones que dan forma a este libro –Raíces, Frutos y Semillas– conforman un entrañable recorrido por la vida, el pensamiento y la acción de una pareja imprescindible para comprender desde un ángulo íntimo las últimas cinco décadas de la historia uruguaya. Pragmáticos, intuitivos y ferozmente libres, Mujica y Topolansky no eluden la polémica y ofrecen definiciones punzantes que se asientan en su comprensión del camino que los trajo hasta aquí, pero con la mirada todavía puesta en un horizonte nuevo”.
El protagonismo de Topolanky es una constante durante todo el libro. Pepe Mujica, sobre el cual ya se han escrito decenas de obras, parece dejar paso a su compañera de toda la vida y ella asume un papel central que hasta ahora no se había observado. Hay una frase que podría ser premonitoria de lo que vendría: “¿Sabés lo que me da impunidad? Estas canas. Pepe es el simpático, yo soy la antipática”, le dijo Topolansky a Cohen.
Las declaraciones de la polémica
Si bien el libro se presentó el 11 de diciembre y salió a la venta en esa fecha, recién varios días después (el 17) alguien se percató de que había algunas cosas nuevas y polémicas en él. Tras el lanzamiento del libro, Cohen fue entrevistado por diferentes medios (principalmente radiales y televisivos) y las declaraciones que llevarían a un verdadero terremoto político nunca se mencionaron. Eso daría la pauta de que las entrevistas se efectuaron sin haber leído antes el libro.
El 17 de diciembre en algunos medios se comienza a mencionar la parte de un capítulo en el que Topolansky hace referencia al proceso que llevó a la Ley de Caducidad. La exvicepresidenta señala que en el congreso del Frente Amplio de 2004 se analizó qué se haría con la referida ley, ya que por ese entonces las probabilidades de llegar al gobierno eran muy altas. “Se discutió qué hacer con la Ley de Caducidad, fue una discusión realmente encarnizada”. Lo acordado fue “utilizar al mango el artículo cuarto de la ley, que era el que mandaba a investigar”.
El artículo 4 establece que el Poder Ejecutivo deberá disponer investigaciones destinadas al esclarecimiento de detenciones, desapariciones y secuestro de menores en operaciones militares o policiales. Topolansky dice que “a lo largo de quince años se fue desarrollando, como se pudo, una investigación. Una investigación gracias a la cual empezaron a ir los primeros milicos presos, a pesar de que tuvo que lidiar con un pacto de silencio. Pero también hubo milicos que se boletearon: por lo menos tres, cuando fueron a detenerlos, no quisieron hablar y prefirieron matarse”. Después acota: “En paralelo, fueron apareciendo niños uruguayos, pero en Argentina y en Chile, es decir otras dictaduras. La dictadura uruguaya es distinta, por ejemplo, a la argentina”.
En otra parte de su relato sobre este punto señala “cuando discutían en el marco del Plan Cóndor —y nosotros lo oímos, porque venían los milicos argentinos a la cárcel de Punta de Rieles— preguntaban: ‘¿Estas por qué están vivas?’. Los uruguayos preferían ir por el lado de enloquecerte y de que salieras hecha un trapo de ahí, y no de desaparecerte. En cambio, los argentinos y los chilenos evitaron las cárceles. Acá, si hubieran desaparecido a todos los que estuvimos presos, el volumen hubiera sido otro”.
Topolansky dijo que “desaparecidos en Uruguay, que son un puñadito chico… Hay muertos en Uruguay, pero niños desaparecidos en Uruguay no hay ninguno: son todos en Argentina o en Chile. Así que está bien reclamarle al Cóndor, porque el Cóndor no supo de fronteras”.
Fue en este contexto del relato en el que aparecen sus polémicas declaraciones, indicando que “hay gente que miente en las declaraciones”. “A un compañero nuestro vinieron a decirle –no importa de qué sector político–: ‘Mentí, decí esto y aquello, y metemos preso a fulano’. Y él contestó: ‘No lo voy a decir’. Ahí te acusan de traidor y opinan que los tupamaros no dijeron nada. No, decimos lo que vimos… Nosotros sabemos quiénes son los que mintieron dentro de la izquierda. Pero no lo vamos a decir”. Ante la pregunta del periodista de por qué no lo harían, responde: “Porque no somos traidores ni botones”.
Para explicar esta situación Topolansky describió: “Por ejemplo, yo soy testigo en una causa de uno al que nunca vi. Pero, por una cantidad de síntomas, con tres compañeras más supimos que a ese lo habían liquidado en el lugar donde estábamos nosotras. Por lo tanto, dimos testimonio y dijimos lo que oímos… a ese tipo lo mataron en su calabozo, porque le tiraron una granada de gas, él era asmático y murió”, pero “para la jueza no fue prueba suficiente”.
“Sacaron el cuerpo y no sé dónde lo metieron. Después conocimos bien el cuartel y le mostramos el lugar a la jueza. Lo que pasa es que ellos blanquearon la celda, vinieron los jefes del cuartel celda por celda, y nos fueron diciendo: ‘Tengan claro que aquí no murió nadie. Y ahora los vamos a trasladar’. Esa era la constatación de que habían matado a uno. Ahora, ¿qué declarás vos?: ‘No, yo lo vi por el agujerito de una cerradura y fue Juan Pérez’. ¡No! Sin embargo, los otros, los que querían que mintieras, te pedían esas cosas. Pero no podés, porque vos no sos como ellos”.
Repercusiones políticas
Al conocerse estas declaraciones se produjeron diferentes reacciones a nivel de actores políticos y sociales. Los dichos de Topolansky fueron ratificados por José Mujica en una entrevista con el programa radial Fácil Desviarse: “Yo no leí el libro ni lo que dijo Lucía. Y no leo los libros sobre nosotros. Es muy aburrido. Ahora, de esas cosas nos constan. Sí. No voy a decir que fuera generalizado, pero hubo gente que salió con mucho rencor. Y encontraba que era justo eso por las que pasó. No todos, eh. Pero sé que hubo casos”.
Tras hacerse públicos estos detalles, el senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos dijo en su cuenta de la red X: “Es increíble la hipocresía con que reaccionaron ante las declaraciones de Topolansky. ¿Alguien duda de que en el tema “pasado reciente” la justicia dejó de ser tal para transformarse en venganza? Jueces y fiscales prevaricadores y testigos falsos solo son parte del circo bochornoso”.
Por su parte el presidente electo, Yamandú Orsi, dijo que Topolansky y Mujica “es gente que tiene años de vida en estos temas y experiencia directa y bueno, tendrán sus razones” para decir lo que dijeron. Y acotó que su posición “suele ser de mucho respeto, cuidado y de no empeorar las cosas”. El expresidente Julio María Sanguinetti indicó “ellos [por Topolansky y Mujica] son gente que participó activamente en los hechos de subversión, fueron tupamaros, después fueron presos durante años, o sea que están hablando de hechos que conocen”. Y a esto agregó “tampoco hay por qué asombrarse de que diga que mintió, porque hay casos notorios en los cuales mintieron tupamaros”. Hacía referencia al caso del asesinato de Roberto Gomensoro. Por el mismo el coronel Juan Carlos Gómez estuvo preso tres años y luego fue absuelto.
Otras repercusiones fueron de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos desde donde se expresó el “máximo repudio ante este tipo de afirmaciones, que ponen en tela de juicio un proceso de muchos años de búsqueda y construcción de justicia”.
La mesa política del Frente Amplio emitió una declaración en la cual señaló “reafirmar su compromiso inquebrantable con la defensa de los derechos humanos y su condena absoluta a los crímenes de lesa humanidad”, apoyando “plenamente la lucha de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y de las organizaciones sociales, respaldando la búsqueda incansable por verdad, memoria, justicia y garantías de no repetición”. También ratificaron “la confianza en los procesos de la Justicia en materia de derechos humanos, particularmente el trabajo de la Fiscalía especializada”.
Citación a Fiscalía y posible revisión de la SCJ
La Fiscalía de la Nación emitió un comunicado el pasado 20 de diciembre en el cual señala desde la creación de la Fiscalía de Crímenes de Lesa Humanidad, el 23 de febrero de 2018, se han producido 38 procesamientos y formalizaciones y 28 condenas. A su vez, se han registrado 73 archivos “por entender el equipo fiscal que no había evidencia suficiente para seguir adelante con la causa”.
“Las personas que han sido procesadas, formalizadas y condenadas en estas causas han contado con todas las garantías del Estado de Derecho: el derecho de defensa en toda su expresión y la intervención de los jueces de la República en algunos casos llegando a agotar las vías recursivas hasta la Suprema Corte de Justicia”, agrega el comunicado. También indica que Uruguay es reconocido en el mundo como una democracia plena y eso se debe en gran medida a la fortaleza de sus instituciones y a la independencia del sistema de administración de Justicia, valores que deben preservarse y profundizarse para una sociedad más próspera”.
En este contexto, el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, doctor Ricardo Perciballe, solicitó a la Justicia que “en el más breve plazo posible, ordene la citación de la Sra. Lucía Topolansky”.
En su escrito el fiscal Perciballe señala: “La Fiscalía mantiene su absoluta convicción, que las víctimas de esta causa, como de todas las que le ha tocado actuar, han expresado la verdad. De igual modo, que no existe confabulación alguna para perjudicar a nadie y menos a un inocente”.
“Pese a lo anterior –conforme a las obligaciones funcionales que le alcanzan y las garantías existentes en un Estado de Derecho– estima pertinente, se proceda a citar a la Sra. Topolansky, en calidad de testigo, a efectos de aclarar sus manifestaciones”, agrega. Se espera que la citación de Topolansky se produzca esta semana.
El presidente de la Asociación de Abogados Penalistas del Uruguay, Enrique Moller, dijo que en el caso de Topolansky “es correcto lo que hizo el fiscal” Ricardo Perciballe. En declaraciones a La Mañana, el abogado sostuvo que “hay muchas causas sobre los derechos humanos, pero no se sabe a cuál o cuáles se hace referencia” en las declaraciones de la exvicepresidenta.
No obstante, aclaró que Topolansky puede negarse a declarar. Pero en caso de ser testigo (como este caso es la citación) tiene la obligación de decir la verdad, si no cometería el delito de falso testimonio. Si alguien es citado en calidad de imputado sí tiene derecho a mentir, pero se puede cambiar durante el interrogatorio de calidad de testigo a imputado. En ese caso se intima la designación de un defensor. Otro punto destacado por Moller es si los casos a los cuales se hace referencia fueron procesamientos con el código penal antiguo o el nuevo. Este último “prioriza el resultado de la investigación y no la verdad”, dijo Moller. La gran mayoría de los procesamientos son por el código anterior, lo que podría significar la reapertura de las causas, siempre y cuando se mencione por parte de Topolansky a qué hechos estaba haciendo referencia.
Por otra parte, el abogado del Centro Militar, Emilio Mikolic, dijo que se pedirá a la Suprema Corte de Justicia la revisión de las causas por delitos de lesa humanidad. “Nos obligan como defensa a rever toda la situación de nuestros defendidos y en función de eso tenemos causas que, obviamente, vamos a pedir que se revisen y/o que se vuelvan a tomar declaración”, dijo en declaraciones al diario El Telégrafo. Mikolic dijo que muchas de estas condenas se basaron en testimonios únicos y carecieron de pruebas materiales. “El testigo único no es suficiente para llegar a un estándar probatorio que haga posible que se prive de libertad a una persona, eso es una locura”. Argumentó que el derecho penal aplicado en estos casos se asemeja al concepto de “enemigo”, donde las garantías procesales son minimizadas para ciertos individuos.
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