Sobre las 13 horas del domingo, una gran cantidad de autos y motos fue ascendiendo hasta la Fortaleza del Cerro, donde flamea en la cima una enorme bandera artiguista desde un mástil de 25 metros de altura. El izamiento de dicha bandera tuvo lugar el 1º de diciembre de 2015, ocasión en la que el entonces comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, realizó un discurso inaugural. “Que esta bandera que desde hoy ondeará a la vista de los montevideanos, se constituya en un símbolo de unión entre todos los orientales, que lo lleven a reencontrarse con el ideario del caudillo oriental”, dijo. Casi cuatro años después, fue el lugar elegido por el equipo del actual candidato de Cabildo Abierto para comenzar una larga caravana de cierre de campaña que atravesó de oeste a este la capital uruguaya, finalizando en la ciudad canaria de Pando.
En el trayecto a la explanada de la Fortaleza, los cabildantes se toparon con grupos de militantes de Juan Sartori que subían a distintos ómnibus y camionetas, intercambiando saludos afectuosamente. Sartori había realizado minutos antes un acto de cierre en aquel lugar y todavía quedaban algunos de sus seguidores disfrutando de un asado desplegado en distintos mediotanques bien distribuidos.
Un ruido de motor hizo levantar la vista a los presentes. Se trataba de una avioneta que sobrevolaba la Fortaleza con el cartel “Manini presidente”. Decenas de cámaras registraban con fotos y videos aquel vuelo mientras otros aprovechaban la vista panorámica para posar con sus familiares y amigos. Entre mates y anécdotas transcurrió la espera, con la música de fondo que anunciaba “es ahora Uruguay, porque hoy los más humildes son una prioridad”, en una versión nueva del jingle de Cabildo Abierto interpretada por distintos grupos de folclore, candombe, rock, rap y melódico. Cuando finalmente se reunieron las distintas listas y sus candidatos, arrancó la caravana a toda bocina bajando por las calles del Cerro y luego en La Teja. A la cabeza su candidato, Guido Manini, que fue saludando sin pausa de principio a fin por la ventana del techo de una camioneta blanca.
Durante todo el recorrido era posible ver algunos grupos de adultos, muchas veces con niños, salir a la vereda agitando banderas del movimiento artiguista, incluso bolsas de compras (las famosas “chismosas”) estampadas con los colores del partido. A la altura del Parque Rodó la caravana tomó la avenida Sarmiento. En el puente que atraviesa Bulevar España coincidieron con la caravana organizada por el Frente Amplio que se dirigía a Kibon. Mientras los cabildantes pasaban por arriba del puente, simultáneamente podía verse a los frenteamplistas circular por abajo en dirección al sur, todo sin ningún tipo de problemas.
Fueron varias horas en las que el fervor de los cabildantes no parecía tener descanso. Algunos aprovechaban para “picar” algún sándwich o tomar agua para seguir con energía los tramos restantes. Y seguían saludando, cantando, entregando listas en algún semáforo. O para mirar las repercusiones “en vivo” a través de Twitter o Instagram: ¡la gente se sorprende de lo extensa de la caravana!, manifestaban los más jóvenes comentando los intercambios en las redes sociales.
Ya avanzada la tarde, se arribó al destino. El renovado gimnasio del club Urupan de Pando esperaba a los cabildantes para la realización del acto con los candidatos canarios y con la fórmula Manini-Domenech, que venía de completar otra gira por todos los departamentos del país. En la medida que los autos iban estacionando en las angostas calles pandenses, los primeros en llegar fueron ocupando sus lugares en las tribunas. Los más rezagados tuvieron que esperar afuera unos minutos, debido a que la capacidad del recinto estaba absolutamente colmada. Fueron algunos instantes de impaciencia, pero nadie quedó afuera. No les vino mal a los vendedores ambulantes que se acercaron hasta el lugar para ofrecer alfajores y otros tentempiés. La hospitalidad de los habitantes de la ciudad se hizo sentir desde el primer momento e incluso algunos cabildantes eran invitados a las casas de algunos vecinos para pasar al baño. Una de ellos, en agradecimiento, le regaló a una señora mayor una bandera de tela artiguista con la inscripción de Cabildo Abierto.
Llegó el momento de la oratoria y los candidatos complementaron sus mensajes perfectamente, en un clima de gran unidad partidaria y desde luego, ya de fiesta en las tribunas, desde donde sonaban cornetas, de esas que tanto se escuchan ahora en los estadios de fútbol.
“Gracias a todos”, arrancó Manini Ríos, quien pidió un minuto de silencio para rendir homenaje al cabildante Ruben Hernández, quien falleció mientras militaba en un cabildo de la calle Agraciada en Montevideo. “Un fuerte aplauso por su memoria”, solicitó seguidamente. Después de casi veinte minutos de discurso, el ex comandante exclamó “a redoblar el esfuerzo, ¡viva Cabildo Abierto!”, mientras las tribunas del Urupan coreaban “se siente, se siente, Manini Presidente”.