La legisladora dijo que faltó debate y recibir delegaciones en la Comisión de Salud; también cuestionó la rapidez con que se trató el proyecto, al cual se le hicieron enmiendas hasta última hora para lograr su aprobación.
A las 06.30 horas del jueves 6 de octubre la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que regula la eutanasia, con 57 votos afirmativos y 39 negativos en un total de 96 legisladores. Cabildo Abierto fue el único partido cuyos legisladores votaron todos en contra. El texto pasa ahora a la Cámara de Senadores para su debate y tratamiento.
La diputada cabildante Nazmi Camargo (Rivera) dijo al programa La voz de La Mañana (radio Oriental) que el proyecto aprobado en Diputados “no le da garantías a los uruguayos” y de ser aprobado por el Senado “nos preocupa muchísimo” por el momento en que se plateó, porque estamos “saliendo de la pandemia y con tasas de suicidios altísimas para nuestro país, con más de 758 en 2021, y está comprobado que para cada caso concretado al menos hubo 30 intentos, lo que lleva la cifra a más de 20.000 uruguayos que intentaron quitarse la vida”.
El proyecto refiere al “sufrimiento insoportable” como razón suficiente para solicitar la eutanasia, con lo cual “abre las puertas al suicidio asistido porque ¿quién mide el sufrimiento insoportable de una persona? Es imposible, y para quien sufre una depresión eso es un sufrimiento insoportable”, advirtió.
Por otra parte, “no entendimos los apresurado de la aprobación”, porque cuando dicen “que el proyecto se presentó en 2020 no es verdad. Lo que hubo en 2020 fue un proyecto del Partido Colorado, en 2021 hubo otro por el Frente Amplio, y en agosto de 2022 un tercer proyecto unificando a los dos primeros, pero que resultó ser bien diferente a los originales”.
No se escuchó al Ministerio de Salud
La legisladora agregó que “sobre el tercer proyecto no se escucharon a todas las delegaciones ni a quienes deben se escuchados, y entre ellos no se escuchó ni más ni menos que al Ministerio de Salud Pública que va a ser el que va a reglamentar, controlar y dar la viabilidad de aplicarlo”.
Consultada sobre las declaraciones de la diputada Cristina Lustemberg (Frente Amplio) que en noviembre de 2021 planteó la eutanasia en niños, Camargo dijo que con el proyecto con media sanción “abre esa posibilidad”.
Además, destacó que quienes “votaron a favor o en conta del proyecto tenemos el mismo objetivo, porque durante el debate se acusó de crueldad a los que votaron en contra, y eso no lo podemos aceptar y fue muy bien rebatido” en el debate. “Todos queremos que la muerte transcurra sin sufrimiento para los ciudadanos, con tranquilidad, en paz, con la familia contenida, y todo esto se logra con los cuidados paliativos”.
La realidad es que actualmente “el sistema de salud no logra dar asistencia de un especialista a la gente y en este momento tampoco va a lograr dar cuidados paliativos y es eso lo que estamos peleando: que se logren los cuidados paliativos de manera universal, que le lleguen a todos los uruguayos como un derecho, porque en los argumentos a favor de la eutanasia halan de libertad, de poder elegir, pero elegir entre morir sufriendo o morir por eutanasia, eso no es libertad. La libertad es poder elegir entre morir por eutanasia o hacerlo contenido con los cuidados paliativos sin dolor y sin sufrimientos”.
Asimismo, “quedó en evidencia que el tema no fue suficientemente debatido en Comisión de Salud porque en el Plenario se votaron varios cuartos intermedios para acomodar el proyecto y lograr más apoyo ya que de la manera que lo trajeron de la Comisión era difícil” que lograran la aprobación.
Una experiencia personal
Otro tema abordado por la diputada Camargo fue que cuando se planteó la eutanasia “no se especificó cómo se va a aplicar ni cómo va a ser la muerte, se pone al médico en una posición de juez sobre si el paciente tiene o no derecho a morir de esa manera”. Por eso más que la discusión sobre la eutanasia en sí, debe discutirse “si este proyecto sí o este proyecto no, porque deja a los médicos en una posición compleja”.
Camargo recordó una experiencia personal con su padre, sobre quien los médicos creían que iba a fallecer cosa que no ocurrió: “En 1998 tuve a mi padre en el CTI, todos los días los médicos nos decían que nos despidiéramos porque podía morir en cualquier momento. En este momento me pregunto qué hubiera sucedido ante una situación así con eutanasia. Hoy con 84 años mi padre sigue, pudo ver a sus hijos realizarse y puedo ver a sus nietos. Esas son cosas que nos cuestionamos y está comprobado que donde se aplica la eutanasia no se avanza en cuidados paliativos”, enfatizó.
Finalmente argumentó que Uruguay “tiene mucho para avanzar en cuidados paliativos, para que llegue a cada rincón del país la posibilidad de que los ciudadanos puedan acceder y saber qué son, de qué se tratan, para después sí, si quieren avanzar con la eutanasia, que se lo puedan hacer y ahí haya opciones entre qué elegir”.
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