El integrante del equipo de asesores de seguridad de CA, Crio. Gral. (R) Gustavo Sánchez Paleo, conversó con La Mañana acerca de las falencias de la gestión llevada adelante por el Ministerio del Interior. Entre ellas, destacó el equívoco camino que según su visión han tomado en el combate al narcotráfico y la falta de cumplimiento a los compromisos asumidos en campaña electoral en la materia, como el fortalecimiento de las comisarías. Sobre cómo fue tratado el caso Marset en el gobierno opinó que muchas cosas “no tienen explicación” y que “hay una doble moral”.
¿Cómo analiza lo que ha sido la gestión en materia de seguridad de la actual administración?
En pocas palabras, tarde, mal y poco. Pasaron tres años y se les ocurrió convocar una mesa para hablar de prevención. La impresión que nos deja es que ya tenían ciertas decisiones tomadas y que fue más pour la galerie que otra cosa. Una de las cosas más importantes que estaba planteada en el programa que el 8 de abril de 2019 el entonces candidato Lacalle Pou presentó era el tema de las comisarías, que no se hizo. El grueso de nuestro equipo trabajaba en una agrupación integrada dentro de la 404 y armamos un plan de 121 ítems. El 70% del programa fue elaborado por unos 28 oficiales superiores de la Policía. Nosotros estábamos en contra del referéndum en el que Larrañaga planteó sacar a los militares a la calle o hacer una guardia nacional, el allanamiento nocturno y la prisión perpetua revisable.
Ahora ese tema vuelve a estar sobre la mesa con el planteo de los diputados Gustavo Zubía y Eduardo Lust de utilizar a los militares para que apoyen en tareas policiales en las calles. Por lo que dice, es una iniciativa equivocada.
Las misiones de la Policía y de las Fuerzas Armadas son completamente diferentes. Se pueden asimilar en muy pocas cosas en las que pueden apoyarse. Nosotros (los policías) estamos para defender los derechos de las personas, la vida, la libertad, la propiedad, y las Fuerzas Armadas están para vencer la voluntad de un enemigo por cualquier medio, eso es lo que tendrían que entender los políticos que en forma desacertada vuelven a insistir con sacar a los militares a la vía pública a cumplir funciones policiales. Estamos completamente en desacuerdo desde CA no solamente los policías, sino también los militares. Extraña que hombres del derecho como Zubía y Lust hagan una propuesta de esta índole, tendrían que ir a ver las leyes orgánicas de ambas fuerzas, que no tienen nada que ver.
Inclusive he leído un par de artículos últimamente que escribieron dos coroneles del Ejército retirados y dicen exactamente lo mismo que nosotros. Uno, con gran delicadeza, Tilio Coronel Grillo, plantea la pregunta: ¿Van a sacar a los militares a la calle cuando hay todavía 40 presos que algunos llaman políticos, cuando hay 20 que murieron presos por cosas de hace 50 años? ¿Están seguros de que quieren sacar a los militares a la calle? ¿Para qué, para que dentro de 50 años vuelvan a querer juzgar a decenas de hombres por haber dado cumplimiento a lo que votó el Parlamento, como votó el mismo Wilson Ferreira Aldunate, como votó Sanguinetti? Así que no estamos de acuerdo.
Recién mencionaba que la propuesta en torno a las comisarías no se cumplió pese a que formaba parte del programa. ¿Cuáles son los puntos del “Compromiso por el país” en materia de seguridad que todavía no se han implementado?
Hace unos meses hicimos un documento donde justamente analizamos el cumplimiento del “Compromiso por el país”. El punto seis era “una policía respetada, una sociedad pacífica”. De un total de 17 ítems en este numeral, hasta el momento de la confección del documento, seis habían sido cumplidos en forma total, tres a medias o defectuosamente y ocho incumplidos. Por ejemplo, no se declaró la emergencia nacional de seguridad pública, que lo marcamos como cumplido a medias porque vino la pandemia y hubo otros problemas que todo el gobierno tuvo que enfrentar. A su vez, establecer el combate frontal al narcotráfico también fue cumplido a medias porque se cargó sobre las bocas, no se ha hecho lo más importante. El problema es que venimos de una mala política aplicada por el Frente Amplio (FA) desde el 2010 dedicada al gran narcotráfico, que no está mal, pero abandonaron el combate al microtráfico paulatinamente.
¿Qué proponen ustedes en esta materia?
Una de las líneas importantes para nosotros es el blindaje del territorio uruguayo, que consiste en utilizar los medios de todos los organismos que pueden funcionar coordinadamente para intentar bloquear el ingreso de la droga. Esto no lo puede hacer solo Migración, porque es demasiado administrativa y no tiene equipos operativos. Esto no lo puede hacer solo Caminera, que en temporada tiene que sacar gente del litoral y del norte para bajar a cubrir las carreteras por las cuales se desplazan los turistas. No lo pueden hacer solo las comisarías, porque desde que empezó a funcionar el desastroso plan de las últimas dos administraciones frenteamplistas, que fueron nefastas, les sacaron recursos humanos y materiales a todas las comisarías. En Montevideo fue calamitoso, de tres o cuatro móviles, las dejaron con uno, y de tener 150-180 efectivos pasaron a tener 60-70 o menos. Es terrible.
Cabildo ha insistido mucho con este tema de fortalecer las comisarías. ¿Dónde radica la importancia de esta medida?
Radica en que son las que tienen la cercanía con el vecino, porque es el primer lugar al que va. Sin embargo, alguno llegó a decir que el mejor ministro que habíamos tenido había sido Bonomi, equivocadamente. Lo dijo el Dr. Sanjurjo. Él no se acuerda del Dr. Gianola, o el que pienso que es el mejor ministro, el Dr. Didier Opertti, porque era gente que escuchaba a la policía. Del Frente, si tuviera que elegir, diría que el más propenso a escuchar era José Díaz, pero en general el FA se dedicó a mirar para otro lado y escuchar a otros, no a los policías. Este es un grave problema que lamentablemente permanece en este gobierno del Partido Nacional, porque se llena la boca al decir que es un gobierno de todos, pero si fuera así no tendría todos los meses los enfrentamientos que tiene con CA. No escuchan. No quieren escuchar. Tienen un librito que les debe haber dado alguno de los heredados del FA, porque otro asunto es que se quedaron con la mayor parte de los mandos que habían sido muy leales al FA. Yo no digo que los policías no puedan ser leales al FA, pero fueron más que leales, fueron amanuenses, genuflexos, obsecuentes.
Decía que no se cumplió con el compromiso de reforzar las comisarías.
Exacto, está clarísimo que no cumplieron. El “Compromiso por el país” planteaba recuperar las comisarías barriales, subcomisarías, destacamentos y quioscos policiales en ciudades y el medio rural como unidades operativas básicas de la Policía, generadoras de información para el análisis del delito y centros de referencia para la población, y decía que no podían quedar reducidas a la simple receptoría de denuncias. Esto ni siquiera fue tenido en cuenta pese a nuestra insistencia y se sigue con el despliegue que se inició en 2011. En el sistema policial sacaron la piedra angular, que es la comisaría, y por eso las cosas están funcionando así. Hoy las comisarías no son capaces de dar respuesta como verdadera policía de cercanía a los reclamos de la población.
Además, se sigue manteniendo un despliegue de grandes unidades de patrullaje desconectadas de la realidad y con una tímida respuesta excesivamente preventiva y para nada represiva. Por ejemplo, el PADO, uno de los grandes inventos del FA en la anterior administración, es un plan que banca el BID, o sea, es un generador de deuda externa para que paguemos nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos. Se les paga un plus a los policías, pero lo único que pueden hacer es prevención, están para patrullar, y los cambian todos los días, entonces no terminan de conocer la zona donde están cuando ya los mandan a otra. La policía es del ciudadano, tiene que estar en una cercanía y tener un conocimiento. Aparte, muchas veces no puede actuar porque por el nuevo Código del Proceso Penal depende de los fiscales, que están completamente desbordados.
Mencionaba la relevancia del blindaje en el combate al narcotráfico. ¿Cuál es el planteo en esta área?
Hay que tener en cuenta a la Prefectura Nacional Naval, que gracias a Dios ahora inauguraron las obras de Río Negro con una sede de los Fusileros que es muy importante para el control del litoral. La otra cosa que hay que tener en cuenta, y yo no sé si el ministro García no se da cuenta o no quiere escuchar o no le dicen, es la Fuerza Aérea, que por los oficiales de las jerarquías similares a las nuestras que asesoran a CA sabemos que está desnuda, no tiene las unidades aéreas necesarias para perseguir a las aeronaves que vienen a tirar drogas en cientos de campos. Precisamos una Fuerza Aérea que tenga aeronaves y fortalecer la frontera. Por otro lado, una de las maneras de combatir el crimen organizado y el narcotráfico es seguir el dinero, sobre eso tenemos que trabajar muy seriamente.
¿Qué lectura hace acerca del caso Marset? ¿Cómo nos deja parados frente al mundo?
El caso Marset nos lleva a preguntarnos hasta dónde no hay cooptados algunos niveles de la administración, nos permite plantearnos que a veces no conocemos bien a quienes nos rodean. Marset está enganchado con nombres conocidos de Paraguay. Las avionetas vienen con la droga de Perú y Bolivia por el eje del Paraná. Él no es tan importante como parece por la amplificación que recibe desde los medios. En la organización mafiosa probablemente sea más que un capitán, el tema es cuántos son los que no conocemos que son más inteligentes que él y no se dejan ver y no andan haciendo grabaciones y tonteando. Para encontrar a los verdaderos responsables hay que trabajar sobre el lavado de activos.
Hay cosas que no tienen explicación. ¿Qué tiene que ver la subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores con el pasaporte, si no es un pasaporte diplomático? El pasaporte lo da Identificación Civil, entonces, es raro. ¿No era el subsecretario del Interior el que sabía que este era un bandido de media o de mucha monta y que era peligroso? El pasaporte se lo dio Identificación Civil, que está bajo su égida. Son muchas preguntas. Uno no sabe si decir que son tontos o que se hacen los tontos. Sacaron al subdirector, que probablemente lo haya llamado alguien y le haya dicho: “haceme una gauchada, moveme esto”. Y a esta mujer le dieron tanto palo desde su propio partido que renunció. Ya sabemos cómo es esto, hay una doble moral y para unos es una cosa y para otros es otra.
Pero decía que Marset no es tan importante. ¿Dónde habría que poner el foco entonces?
No es tan importante, el tema es ver de quién depende, con quién está asociado, con quiénes tiene contacto en Paraguay. Hay familiaridades de apellidos ilustres de nuestro país que están conectados con Asunción. ¿Cómo funcionan las mafias? Como los oligopolios, no tienen todo el dinero en una misma canasta, tienen todo repartido, entonces, ¿no tendrán dinero en la forestación, en la ganadería, en los frigoríficos? ¿Quiénes son los que están detrás? Por eso Cabildo plantea blindar, para tratar de hacer inaccesible o por lo menos dificultar, porque si dificultamos, van a agarrar para otro lado. ¿Por qué vienen acá? Porque acá teníamos un solo escáner y lo tiraron y lo rompieron, después compraron otro y también vivía con problemas. Ahora compraron varios, pero el Tribunal de Cuentas estuvo con unos dramas por esos escáneres… Estamos hablando de miles de kilos de drogas, es una cosa descomunal.
Hay que seguir el dinero de Marset, que nos va a llevar a los que son realmente importantes. Si él fuera inteligente no saldría una vez cada 10 días por WhatsApp a amenazar y a quejarse, no tendría necesidad porque no viviría regalado ostensiblemente como vive, rodeado de lujos y haciéndose ver. Es importante que caiga Marset, pero también seguir su dinero para ver las fuentes de financiamiento. Marset empezó a tener algo que ver con esto cuando fue preso y se relacionó con determinados sujetos. Hay tres o cuatro grupos que están sonando en el norte, en la frontera de Rivera y en el Chuy, porque Rocha es otro relajo, peor que Rivera y que Artigas. ¿Qué pasa con esos grupos? ¿No son las avanzadas del Primer Comando de la Capital? Y nos preocupamos de Marset, que tiene su importancia, pero no podemos quedarnos en eso. Hay que seguir los hilos del dinero y apuntar a los dueños de las organizaciones que deben aparecer como ciudadanos ilustres en algunos países y tener industrias e inversiones, y vaya a saber si no financian algún partido o varios.
Otro de los planteos en el programa que nombraba fue la Dirección Nacional de Seguridad Rural y Policía Ecológica, pero esa última parte se la sacaron. ¿Qué sucedió?
Sí, le amputaron el “Policía Ecológica”. Evidentemente hay intereses de grupos, no voy a nombrar a nadie, pero me los imagino. Es bravo que no haya una policía ecológica, porque no solamente va a controlar la fauna ictícola o silvestre, sino también qué están echando al agua las empresas asentadas en territorio nacional, los agrotóxicos. Uno termina pensando que no quieren controlar eso.
Las cárceles están “peor que nunca” y se debe impulsar el trabajo de los reclusos
Dada su experiencia en diversos penales, Sánchez Paleo se refirió al sistema carcelario y opinó que “está peor que nunca”. En ese sentido, lamentó que haya 15.000 reclusos y agregó que “parece que cada vez trabajan y aprenden menos”.
Cabildo plantea el trabajo “voluntario obligatorio”, para lo cual el comisario retirado entiende que hay que legislar de manera tal que en el momento en el que el abogado defensor y el fiscal llegan a un acuerdo, la persona acepte el trabajo si quiere, pero, una vez que lo acepta, tiene que trabajar una determinada cantidad de horas todos los días. La propuesta implica que el que trabaja cobre por ello, lo que le permite ayudar a su familia y, en los casos en que se pueda, restar parte de su pena.
“La rehabilitación no se logra cantando murgas o haciendo teatro. El deporte es bueno, sin duda”, afirmó el asesor cabildante. De hecho, recordó que hace muchos años llevó al “Gordo” Verde al Comcar y empezaron rugby. A su vez, cuando fue a Libertad como director, había unos 50 reclusos trabajando, y cuando se fue había cerca de 100. “Había una quinta, terminamos con tres. No había invernáculos, hicimos dos. Compramos pollos, gallinas ponedoras”, rememoró. Añadió que de esa forma también se mejora la comida de los reclusos y del personal.
“Yo no entiendo por qué eso no se hace, es por conveniencia de alguien o escasez de visión. El trabajo realmente les da una herramienta. En todos lados siempre hay gente que se puede rehabilitar, pero hay que dejarse de diagnósticos y ponerse a trabajar en serio. La rehabilitación es una de las cosas más importantes que impulsa CA”, remarcó el entrevistado.
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