El director de la empresa de opinión pública Factum, politólogo Eduardo Bottinelli, analizó en profundidad la conformación del gabinete del presidente electo Yamandú Orsi y los desafíos que enfrentará el nuevo gobierno en su gestión. En diálogo con La Mañana, Bottinelli desglosó los aspectos políticos, comunicacionales y técnicos que rodean la designación de los ministros y las expectativas que genera esta nueva etapa en Uruguay.
Eduardo Bottinelli destacó que la conformación del gabinete por parte del futuro presidente refleja una cuidadosa combinación de equilibrios políticos y una estrategia comunicacional bien definida. Desde el punto de vista político, sostiene que el gabinete respeta la heterogeneidad de los sectores que componen el Frente Amplio. “Hay una línea trazada de respetar, de alguna forma, la heterogeneidad de sectores que hay en el Frente Amplio”, señaló. Esto se evidencia en la distribución de los ministerios, que parece representar de manera bastante fiel los pesos relativos de los distintos sectores dentro de la coalición de izquierda.
Además de lo político, Bottinelli resaltó la importancia de la comunicación en este proceso. “Aparece la parte de comunicación ligada a lo político, obviamente, y tiene que ver con la forma en que se viene anunciando el gabinete”, explicó. La estrategia de anunciar primero a los ministros y luego a sus equipos, presentando los currículums y destacando la experiencia de cada designado busca transmitir una imagen de orden, planificación y preparación. “Lo que se está tratando de trasladar es la idea de orden y planificación, donde además de lo político está combinando lo técnico”, agregó. Por otra parte, destacó que en las presentaciones se dan a conocer los currículums de los designados, “haciendo énfasis en la expertise técnica o temática con respecto al lugar que van a ocupar. Por tanto, yo diría que hay una lógica política y una comunicacional que lo que buscan básicamente en este momento es equilibrios internos del Frente Amplio, orden y planificación, y, por otro lado, también la imagen de preparación”.
En cuanto al rol del Movimiento de Participación Popular (MPP), señaló que, como era de esperarse, el sector del presidente electo tiende a tener los ministerios clave. Sin embargo, también destacó que hay otras carteras de Estado importantes, que no están bajo el control directo de ningún sector específico del Frente Amplio. “El MPP tiene varios ministerios clave, pero hay otros ministerios que son absolutamente trascendentes en esta coyuntura, como es el Ministerio del Interior y el Ministerio de Economía, que no son de ningún sector”, explicó.
En este contexto resaltó la importancia de figuras como Jorge Díaz, quien no está alineado con ningún sector dentro del Frente Amplio, pero es cercano al presidente Yamandú Orsi, al igual que Carlos Negro, futuro ministro del Interior, o Gabriel Oddone en Economía. “Estos aparecen como figuras de cercanía y de confianza del presidente, no del Frente Amplio o de un sector del Frente Amplio”, señaló. Esto refleja una lógica de funcionamiento en la que el presidente busca tener figuras clave en áreas estratégicas, como la articulación política (Alejandro Sánchez), lo económico y financiero (Gabriel Oddone) y la política de seguridad pública (Jorge Díaz). Por otra parte, Bottinelli señala que también habrá que ver cuál es el peso de la OPP con la conducción de Rodrigo Arim y la figura de Jorge Díaz, entendido como quien va a conducir la política de seguridad pública en vínculo con el Ministerio del Interior, la Fiscalía, Inteligencia y el control de activos. El contrapeso es Juan Castillo en el Ministerio de Trabajo.
Desafíos internos
Uno de los desafíos más importantes que enfrentará el nuevo gobierno será la negociación interna dentro del Frente Amplio y con la oposición. Bottinelli destacó las diferencias entre figuras como Juan Castillo (Ministerio de Trabajo) y Gabriel Oddone (Ministerio de Economía). “Las diferencias entre Castillo y Oddone no son personales o de matices, son diferencias profundas, conceptuales, ideológicas”, explicó, por lo cual considera fundamental el rol que juegue Alejandro Sánchez y el propio Orsi articulando las diferentes posiciones.
Estas diferencias se pondrán a prueba en momentos clave, como la ronda de consejos de salarios a mediados de año y la presentación del Presupuesto, que se debe de hacer hasta el 31 de agosto. “Estos primeros cuatro a seis meses del gobierno son clave en el funcionamiento, con paradas difíciles como el Consejo de Salarios, donde juega un rol el Ministerio de Trabajo, pero también el de Economía. También estará la discusión por el Presupuesto”, señaló Bottinelli. Precisamente y con respecto a la ley presupuestal, acotó que “la capacidad del gobierno para manejar estas tensiones internas y negociar con la oposición será crucial para su éxito”.
En cuanto a la participación de la oposición en las empresas públicas, anticipó que el gobierno seguirá un modelo similar al de administraciones anteriores, donde la oposición tiene un rol de fiscalización en minoría. “La oposición tendrá un rol de fiscalización en las empresas públicas en minoría, con poca capacidad de decisión, pero sí con capacidad de control”, explicó. También dijo que habrá que ver “cuánto se sostiene y cuánto llega al fin del gobierno”, ya que considera que esa permanencia formará parte de las negociaciones que ocurran en el Parlamento.
El Presupuesto y la negociación en el Parlamento
Uno de los temas más delicados será la aprobación del Presupuesto, para la que el Frente Amplio necesitará los votos de la oposición a fin de alcanzar la mayoría en la Cámara de Diputados, donde le faltan dos votos. A este respecto, nuestro entrevistado sostuvo que el Frente Amplio en el caso del Presupuesto tendrá que negociar internamente y luego buscar acuerdos con partidos como Cabildo Abierto o Identidad Soberana para obtener los votos necesarios. “El Frente Amplio va a tener una primera negociación interna que no va a ser sencilla, pero probablemente llegue a acuerdos relativamente fáciles”, sostiene Bottinelli. Como en el Senado tiene mayoría, el gobierno no tendrá problemas para la aprobación del Presupuesto, pero en Diputados deberá negociar con la oposición, lo cual puede implicar cambios a los acuerdos internos que se alcanzaron dentro del propio Frente Amplio.
Sin embargo, el politólogo descartó la posibilidad de que el Presupuesto no se apruebe: “Creo que las mayorías necesarias se van a alcanzar, porque es una necesidad del gobierno tener su presupuesto propio”. Anticipó que, aunque las negociaciones serán difíciles, es poco probable que el sistema político deje al gobierno sin Presupuesto. “La cuerda se va a tensar todo lo que sea necesario, pero que no se va a romper”, afirmó.
Elecciones departamentales y el impacto del nuevo gobierno
Finalmente, Bottinelli analizó el posible impacto del nuevo gobierno en las elecciones departamentales. Aunque reconoció que el corto tiempo entre el inicio del gobierno y las elecciones hace difícil que haya un impacto significativo, dijo que el comportamiento electoral de las personas puede verse influido por lo ocurrido en las elecciones nacionales de octubre y noviembre. “Lo que pasó en octubre y lo que pasó en noviembre pueden tener una incidencia, pero no necesariamente el ejercicio del gobierno en los dos primeros meses”, concluyó.
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