El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) dio cuenta de la existencia de más de 400 denuncias contra asistentes y beneficiarios del Sistema de Cuidados y evalúa cambios en el mecanismo de ingreso de los cuidadores y en el seguimiento de las quejas.
El Sistema Nacional de Cuidados, buque insignia del segundo gobierno de Tabaré Vázquez, fue creado en el año 2015 con el objetivo de brindar asistencia a personas en situación de discapacidad o dependencia y así promover el desarrollo de su autonomía.
A principios de 2017, el Mides implementó un portal en el que tanto los asistentes personales como los beneficiarios del sistema podían ingresar sus reclamos o denuncias referentes al servicio. Desde febrero de ese año hasta agosto de 2019 se acumularon 414 quejas, de las cuales 224 eran de los usuarios y las restantes 190 correspondían a los cuidadores, según consignó el diario El País el domingo 20 de diciembre.
La Mañana se comunicó con el director general del Mides, Nicolás Martinelli, quien explicó los pormenores de las denuncias detectadas y los pasos a seguir, de aquí en más, por la cartera que lidera el ministro Pablo Bartol.
Algunos de los reclamos recabados tienen que ver con la falta de capacitación de los asistentes para realizar la actividad. Otros son contra los beneficiarios, ya que las familias de los mismos obligaban a los cuidadores a realizar tareas que no les correspondían, como es el caso del trabajo doméstico (limpieza, cocina, etcétera). También se recibieron denuncias de hechos de apariencia delictiva, como abuso de menores, lesiones, hurto y violencia intrafamiliar.
Una queja recurrente es que una vez que el usuario del Sistema de Cuidados contrata a un cuidador, por más que el servicio sea cubierto por el Estado, es el beneficiario quien debe hacerse cargo del despido en caso de no estar conforme con la atención brindada. Pero como muchos de estos son personas de bajos recursos, les es imposible afrontar un gasto de ese tipo y deben quedar “atados” a ese trabajador que les fue designado.
Fue recién a mediados de diciembre de este año que Martinelli tuvo conocimiento de la existencia del portal de quejas, aunque no es el único canal para ingresarlas, ya que también pueden hacerse a través de las oficinas territoriales que el ministerio tiene en todo el país. Ese listado todavía no llegó a las manos del jerarca, dado que no hay cruzamiento de datos entre ambas vías y se está sistematizando la información en un mismo medio.
Tampoco se sabe si hay asistentes personales que hayan sido denunciados y hoy estén trabajando con otras familias. De las más de 400 denuncias recogidas, el 95% no tuvo ningún tipo de seguimiento. Durante los primeros meses de 2017 se rastreó el 5% de los casos y esto implicó que los asuntos laborales fueran trasladados al Ministerio de Trabajo o al BPS. Sin embargo, en aquellas denuncias de posibles delitos no hubo ninguna derivación.
Esto fue criticado por Martinelli, ya que “cualquier funcionario público o jerarca tiene la obligación de presentar la denuncia ante la Justicia cuando está frente a una irregularidad o un hecho de apariencia delictiva, eso está en el artículo 177 del Código Penal”.
Las medidas tomadas por las autoridades para investigar y corregir errores
Como es el Mides el que debe hacerse cargo de solucionar estos problemas y corregir los errores, sobre todo al tratarse de un servicio destinado a personas vulnerables, el director general informó que desde el organismo se inició una auditoría de carácter urgente para determinar si hay cuidadores que hayan sido denunciados y que actualmente estén trabajando, así como establecer las responsabilidades de quienes se desempeñaban en el portal de reclamos y no hicieron los seguimientos y derivaciones correspondientes.
El lunes de la semana pasada, a través de su cuenta de Twitter, Martinelli afirmó que la Comisión Especial de Derechos Humanos, Equidad y Género del Senado definió que en la primera sesión de 2021 se tratarán las graves denuncias realizadas en torno al Sistema de Cuidados.
Además, al día siguiente, el ministerio presentó una carta a la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo denunciando estas situaciones para que este, si entiende que tiene competencias para actuar, solicite la información que estime pertinente y realice las actuaciones que le correspondan.
En tanto, en el mes de enero, las autoridades ministeriales van a presentar una denuncia penal ante Fiscalía, para que la Justicia tome conocimiento formal de la existencia de estas acusaciones y de las posibles omisiones que hayan tenido los funcionarios de la pasada administración.
Actualmente hay cerca de 7.000 cuidadores, de los cuales casi la mitad está trabajando sin haber recibido todavía el curso.
Las modificaciones que propone el ministerio para mejorar el sistema
En paralelo, el Mides está trabajando en el fortalecimiento del sistema de seguimiento de las quejas, para lo cual Martinelli entiende necesario que se conforme un equipo mucho más robusto que el que había en el gobierno anterior. También se centrarán en mejorar las capacitaciones a los asistentes personales, sobre todo, considerando que los cursos que se brindan desde la implementación del Sistema de Cuidados son “muy genéricos”, y solamente se enseñan las tareas que deben llevarse adelante.
En la actualidad, hay cerca de 7.000 cuidadores, de los cuales casi la mitad está trabajando sin haber recibido todavía el curso. Para poder ingresar, los requisitos que se piden, de acuerdo con el entrevistado, son “muy básicos”. Simplemente se solicita el carné de buena conducta y tener ciclo básico culminado, pero “no hay ninguna preparación específica para atender la problemática de la gente en situación de discapacidad y dependencia”.
Por ese motivo, un planteo que está sobre la mesa es que se les dé prioridad a los estudiantes de Psicología o Ciencias Sociales para poder ingresar como cuidadores, debido a que “tienen una formación y un contacto más cercano con el tipo de problemas que les va a tocar atender”, sostuvo.
Otra propuesta que está a consideración de la cartera es la realización de tests psicolaborales que permitan identificar determinadas patologías antes de que la persona empiece a trabajar, para, precisamente, prevenir que se envíe a la casa de una persona con discapacidad a alguien que no esté apto psicológicamente para hacer ese trabajo.
A raíz del anuncio público de la auditoría que se llevará a cabo, Martinelli empezó a recibir diversas denuncias de gente a través de las redes sociales, en las cuales le cuentan sus experiencias con el Sistema de Cuidados. “Me dicen que denunciaron y nunca les dieron corte, o que no lo hicieron porque tenían miedo, o que denunciaron a una persona que hoy está trabajando con otra familia”, contó a La Mañana.
Un programa bienintencionado, pero con una implementación fallida
El Sistema de Cuidados, según Martinelli, “es muy bueno, es lo que está funcionando hoy en el mundo”, por lo que la actual administración seguirá trabajando sobre la base de los programas existentes.
Consultado sobre qué falló en la gestión pasada para que no se les haya dado el debido seguimiento a cientos de reclamos, el jerarca opinó que se trató de una mala implementación o una ejecución del sistema “a las apuradas”.
“La gran pregunta es por qué tenemos denuncias de hace tres años y se hizo poco y nada, ya que el 95% de las mismas aparecen sin seguimiento. ¿Qué estaba pasando? ¿Lo ocultaron por alguna razón? Todo eso es lo que tendrá que investigar la Justicia”, sentenció.
A mediados de este año, el Mides anunció la fusión del Sistema de Cuidados con el Programa de Discapacidad (Pronadis). Al respecto, el entrevistado comentó que esta decisión responde a que, si bien se trata de temáticas diferentes, tienen puntos de encuentro y eso va a mejorar el relacionamiento entre las dos direcciones.
“La nueva Secretaría Nacional de Cuidados y Discapacidad, en su organigrama, tendrá bajo su órbita a la Dirección de Cuidados y a la Dirección de Discapacidad, o sea que se va a mantener la estructura de ambas tal cual está hoy. El único cambio será que por encima de ellas habrá un director que va a tener una visión de los dos mundos, más que nada, para poder trabajar con mucha más fuerza donde se tocan ambos puntos”, argumentó.
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