Tras una inspección ministerial, las autoridades ambientales constataron que la empresa había iniciado, sin autorización, la construcción de la planta de tratamiento de los efluentes que serán volcados en el río Negro. Para la empresa se trataba de “tareas preparatorias” aunque el ministro de Ambiente, Adrián Peña, considera que sí implicaba el comienzo de la obra. Además, Peña se refirió al proyecto sobre forestación de Cabildo Abierto.
La semana pasada, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, informó en una entrevista con Subrayado que la nueva falta administrativa, que inspectores del Ministerio constataron el pasado 28 de enero, se debe a que la empresa “comenzó con la obra de la planta de procesamiento de efluentes de UPM 2 que serán volcados al río Negro (una planta de hormigón de 500 metros de largo por 120 de ancho, que, desde el punto de vista ambiental, “es el corazón de la planta” según el ministro) cuando todavía no contaba con la autorización correspondiente”.
Anteriormente, la empresa finlandesa había sido apercibida por la construcción irregular de unas piletas en Paso de los Toros, por un camino que no era el indicado, debido a una denuncia vecinal por exceso de polvo, y también fue sancionado por no presentar a tiempo la evaluación de impacto ambiental relacionado al transporte de maquinaria de Fray Bentos a Paso de los Toros.
Desde la empresa alegaron que se trataba de “tareas preparatorias” que no formaban parte de la construcción, sin embargo, para el ministro “sí implicaban un comienzo de la obra”, por lo que se intimó a su detención (lo que sucedió de inmediato), y además, se inició un nuevo “proceso de sanción” a UPM.
En un comunicado publicado por UPM, la empresa señala que en el mes de enero “el Ministerio de Ambiente consideró que las tareas preparatorias de construcción de la planta de efluentes en Durazno requieren una aprobación específica adicional”, por lo que desde UPM decidieron, en el momento, “suspender proactivamente las mismas”.
La empresa explicó en el informe que “las tareas incluyeron el comienzo de la instalación de tuberías y drenajes requeridos para la protección de las estructuras de hormigón de la futura planta de tratamiento de efluentes”, y señaló que “la naturaleza de estas actividades no implica ninguna afectación al ambiente”. Asimismo, indicó que presentaron el 3 y el 19 de febrero “la información requerida por las autoridades ambientales correspondiente a dichas actividades”.
Consultado por La Mañana, el ministro Peña confirmó que “aún no tienen la autorización porque falta que presenten el plan de detalle del monitoreo del auditor”.
Un informe ambiental pendiente por casi dos años
El 14 de mayo de 2019, las autoridades del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) requirieron a UPM que tenía que proceder a “ajustar las características y localización de la estructura de descarga de efluentes en el río Negro y, consecuentemente, el proyecto de emisario y zona de mezcla previstos. A tales efectos, se deberá presentar un estudio detallado que fundamente la opción finalmente seleccionada, en base a los criterios enunciados en el Informe de evaluación, realizado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama)”. Durante el proceso de análisis de la documentación sobre UPM 2, la Dinama había comunicado a la empresa que “la operación de la planta de celulosa no debe superar los niveles de calidad del agua en el río Negro, con excepción de la zona de mezcla asociada a la descarga del efluente, que no superará los 1000 metros de longitud ni se superpondrá con las márgenes del río”.
Para que cumpla todos estos requisitos se les concedió a las empresas Cuecar S.A. y Blanvira S.A. (encargadas de construir la planta de tratamiento de efluentes) un plazo máximo de 6 meses que, no solo no cumplió en noviembre de 2019, sino que también se incumplieron posteriores prórrogas de la Dinama.
Por la referida tardanza, la División Emprendimientos de Alta Complejidad de la Dinama presentó un informe donde mencionó que el proyecto UPM 2 estaba “preocupantemente demorado, y su inadecuado abordaje aparejaría riesgos para la adecuada actividad de seguimiento del proyecto y de enmascaramiento de potenciales afectaciones sobre el ambiente, y entorpeciendo al normal proceso de evaluación y autorización que aún resta desarrollar”. Para los técnicos de la Dinama, mientras la empresa no resolviera esa situación “era imposible determinar aspectos de calidad del agua, los sedimentos y la biota acuática”.
Peña propuso plan para “ordenar crecimiento de la forestación”
En los próximos días, el Senado retomará la discusión de un proyecto de ley para limitar la forestación. Una iniciativa de la bancada de Cabildo Abierto que fue apoyada por los representantes frenteamplistas, y que generó críticas del ministro de Ambiente, y también de varios dirigentes colorados y nacionalistas. Para el ministro Peña, en la Cámara Alta será “la instancia de discusión, porque no la hubo en Diputados”, donde se votó rápidamente y “nosotros no fuimos consultados”, explicó el ministro, entrevistado ayer en el programa Arriba Gente, de canal 10.
Respecto a la ley, dijo: “tenemos (todo el Partido Colorado) una posición clara de no votarla, porque no nos parece que sea la herramienta, una modificación de la ley que trasciende el tema forestal, porque genera incertidumbres”. Peña manifestó que “algunas de las inquietudes planteadas en la exposición de motivos son atendibles, y uno las puede hasta compartir, pero yo creo que la forestación tiene margen para seguir creciendo en el Uruguay. Tenemos un millón y algo de hectáreas forestadas, contra cuatro millones de aptitud forestal”.
No obstante, el ministro, sí está de acuerdo en que “hay que ordenar ese crecimiento”. “No se puede forestar en cualquier lado, estamos de acuerdo, por eso, apenas asumimos, trabajamos en el tema y presentamos una propuesta denominada Cambios, en los criterios de evaluación de los proyectos forestales”, indicó.
“Hoy existen ya criterios para evaluar y ver si autorizarlos o no. Estamos proponiendo una actualización de estos, teniendo en cuenta algunas de las cosas que incluso están en la exposición de motivos del proyecto de ley”, aseguró Peña. Por ejemplo, propone que “los proyectos de entre 20 y 100 hectáreas” pasen por el MA aunque con un trámite distinto al de 100 hectáreas hacia arriba”, porque “no queremos perjudicar al productor en los tiempos ni agregarle costos”, explicó.
Peña sostuvo que el proyecto de ley, “no tiene nada que ver con el ambiente, sino que tiene que ver con dónde se quiere forestar y dónde no”. Por ese motivo, propuso un plan alternativo para “ordenar” el inminente “crecimiento forestal”.
“Se lo presentamos a la Dirección Forestal y también a la Sociedad de Productores Forestales, que han hecho su devolución, y en estas horas estamos cerrando el documento de una resolución que, a nuestro juicio, ordena el crecimiento forestal, teniendo en cuenta las tres variables que son las que deben tenerse en cuenta en materia ambiental: cuidar el agua, el suelo y la biodiversidad”.
Situación del río Negro según UPM
Según manifestó, en diciembre del año pasado, en el programa Desayunos Informales, el director de proyectos de UPM, Gonzalo Giambruno, el río “tiene dificultades en la filtración de nutrientes”, algo que constataron “desde el día uno”, afirmó.
Además, anunció que el vertido de fósforo de nitrógeno va a estar por debajo del 2% de la carga promedio, pero que quieren enfocarse “en el 98% restante” tomando experiencias exitosas de otras partes del mundo. “Vamos a ver casos en Finlandia que hoy tiene una calidad de agua excelente”, manifestó Giambruno.
Explicó que la extracción de la planta “no genera un impacto en el agua”, pero advirtió que el caudal mínimo del río cambia, y una de las condiciones para instalar la planta es que haya río y que tenga 80 metros cúbicos por segundo”.
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