El jefe comunal dijo en entrevista con La Mañana que el desarrollo de la forestación ha sido muy importante para el departamento y reclamó que esa industria aporte al mantenimiento de la caminería. Además, sostuvo que las mayores preocupaciones hoy tienen que ver con el desempleo y la falta de viviendas.
¿Cómo es la realidad actual del departamento?
En lo que respecta a la situación de la pandemia, ya salimos del nivel rojo del Índice de Harvard, lo cual es importante. En materia económica, tenemos las dificultades naturales que tienen todos, pero en líneas generales mantenemos el mismo porcentaje de desocupación. Por otra parte, por suerte este es un departamento ganadero, agrícola y forestal, y los precios de la agricultura y la ganadería son buenos, así que a grandes rasgos en ese aspecto estamos bien.
¿Cuáles son las mayores preocupaciones hoy?
Indudablemente, hay una carencia de empleo que ya viene desde hace muchos años, y en materia de vivienda también tenemos dificultades. Esos son los problemas generales del país.
¿Qué efectos tuvo la emergencia sanitaria en Tacuarembó?
La emergencia sanitaria trajo consigo –como sucedió en todos lados– mucha frustración y complicaciones. La Intendencia bajó la recaudación, por lo cual estamos tratando de generar los equilibrios entre las inversiones y los recursos que están ingresando, pero esta es una problemática mundial y no somos ajenos a ella.
¿Qué se hizo para aminorar esos impactos? ¿Se tomaron medidas puntuales en el departamento?
Tuvimos que disminuir la inversión en obras que estaban previstas y que debimos ir postergando. Después, todos los departamentos trabajamos para colaborar con el Ministerio de Salud Pública en lo relativo a la atención sanitaria.
¿Cómo se encuentra el departamento en materia de finanzas?
Bien. Tenemos un equilibrio en la caja. No es que estemos atravesando la mejor situación, pero tampoco es alarmante.
La ganadería es una de las principales actividades económicas de Tacuarembó, como decía. ¿Qué valoración hace de la situación actual del rubro?
Hoy la ganadería tiene buenos valores. Frigorífico Tacuarembó está ampliando su planta y por ende la faena. El agro no dejó de funcionar por la pandemia. De hecho, la contribución rural es el único tributo en el que no ha aumentado la morosidad en este último año. Sí se ha incrementado la morosidad de la patente de rodados y de la contribución urbana.
A su vez, en cuanto a las empresas forestales que están radicadas en el departamento, podemos decir que Frutifor está trabajando para duplicar su producción y el número de empleos, y Lumin está creciendo. Es por ello que se avizora una rápida recuperación para Tacuarembó, en la medida que los mercados internacionales tengan valores adecuados para el desarrollo de esta industria.
Después, hay otros emprendimientos industriales que están llegando, a los cuales se les van a sumar los empleos de UPM, sobre todo, en Paso de los Toros, que genera puestos de trabajo directos e indirectos que ayudan a reducir la falta de empleo.
El intendente de Río Negro, Omar Lafluf, planteó a La Mañana que al sector lechero se le debería dar un incentivo similar al de la forestación, por la importancia que tiene ese rubro en materia laboral. ¿Coincide con esta postura?
Coincido, si bien la influencia del sector lechero en el departamento no es muy amplia, pero, de todas formas, me parece que la lechería y los demás rubros ganaderos deberían tener sus beneficios.
La agricultura también ocupa un lugar importante en la economía local, destacándose el cultivo de cereales y oleaginosos. ¿Cómo está funcionando hoy?
Por suerte los valores internacionales son buenos y la zafra ha sido buena. Creo que el campo y las actividades agropecuarias son quienes menos han padecido en esta pandemia.
Hablaba de la importancia de la forestación. ¿Cómo ha visto el crecimiento que ha tenido el sector en los últimos años?
Para nosotros ha sido muy importante porque se han instalado industrias y eso le da valor agregado a la materia prima que se produce acá, lo cual genera empleo. A pesar de esto, tenemos una preocupación que es el mantenimiento de la caminería, donde necesitamos mayor colaboración por parte de las industrias forestales. En ese sentido, hace un tiempo se aprobó una tasa forestal en el entendido de que el que rompe paga.
Hoy la sociedad de Tacuarembó está subsidiando a las empresas forestales, dado que la mayoría de ellas no están radicadas en el departamento y gran parte de los que trabajan en la forestación son de fuera. Creemos que debe hacerse otro aporte a la comunidad para el mantenimiento, por lo menos, de la caminería, y no que sea ella quien esté invirtiendo en eso.
¿Qué evaluación hace del proceso de descentralización llevado adelante por los gobiernos anteriores y hacia dónde se debería apuntar en esa materia?
Hace muchos años se ha venido avanzando en la descentralización, pero quedan muchísimas cosas por hacer, desde un simple trámite que no hay otra opción que hacerlo en Montevideo, hasta tratamientos de salud. Tenemos el hospital regional y es fundamental, pero el centro cardiológico, por ejemplo, aún no ha sido posible en el norte del país.
En materia de educación, la Universidad de la República ha venido descentralizando, pero todavía queda un camino por recorrer. En los próximos días vamos a estar inaugurando un alojamiento universitario para 250 estudiantes, lo cual va a ser trascendente para la región.
El norte del país tiene los mayores niveles de pobreza y eso se debe a la distancia y la falta de oportunidades y de capacitación que tienen los jóvenes. Vamos a seguir trabajando y tratando de sensibilizar a todos los gobernantes para que se entienda que el norte desea y merece las mismas oportunidades que el sur.
¿Qué objetivos principales se marcó para el período?
Nos parece sumamente importante promover la educación desde lo departamental y apuntalar a las pequeñas y medianas empresas, más que nada, a los artesanos y los pequeños productores. Para eso la Intendencia tiene créditos blandos propios que facilitan el desarrollo de los emprendedores.
Después, hay obras que reclama la ciudadanía. Tenemos un gran problema nacional en cuanto a la disposición final de residuos y sabemos que el gobierno está tratando de solucionarlo.
En relación a la vivienda, estamos dando canastas de materiales para hacer una pieza o un baño, según la familia, con asistencia de técnicos que son quienes determinan la necesidad de la población. Apuntamos también a la erradicación de muchos asentamientos. Además, la Intendencia compra tierras y se las vende subsidiadas a las cooperativas –hoy ya hay seis esperando para hacer la construcción–.
Al mismo tiempo, hay que trabajar mucho para descentralizar los servicios de salud, poniendo énfasis en las zonas más alejadas de la capital departamental, donde existen muchas carencias.
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