La elección de Valeria Ripoll para la fórmula presidencial del Partido Nacional causó sorpresa la noche de las internas y ya suscitó críticas en la centenaria colectividad.
El Partido Nacional (PN) tuvo más votos en 14 departamentos, si se compara con el Frente Amplio (FA).
En Artigas obtuvo 12.390 votos y el FA 4769, en Cerro Largo 20.918 contra 4712, en Colonia 19.210 y el FA 11.756, en Durazno 10.240 y la coalición de izquierda 4830. En Flores se registró una de las diferencias mayores: 6142 contra 1929, mientras que en Florida el PN obtuvo 10.429 y el FA, 6522. En Lavalleja el nacionalismo alcanzó 8361 y el FA, 4185; en Maldonado los blancos llegaron a 31.555 y la coalición de izquierda a 15.487.
En Paysandú votaron 14.503 nacionalistas y 11.050 frenteamplistas. La elección fue bastante pareja en Rocha con 9117 para el Partido Nacional y 7625 al Frente Amplio. En San José, el PN llegó a 15.207 y el FA 11.373. Soriano tuvo una votación de 10.136 votos al PN y 7857 al FA, mientras que en Tacuarembó el nacionalismo alcanzó 14.296 votos y el Frente a 6985. Otra diferencia importante a favor del PN se observó en Treinta y Tres, con 10.439 votos contra 3264 al FA.
Proceso de elección
Para entender cómo se llegó al proceso en que Delgado eligió a Ripoll se debe efectuar un análisis sobre lo inesperadamente ocurrido en la elección, la cual no fue del todo mala para el Partido Nacional. En las internas de 2019, habían obtenido 454 mil votos, en una elección marcada por la irrupción de Juan Sartori, un candidato outsider que había logrado 94 mil votos, mientras que el actual presidente llegaba a 245 mil, Jorge Larrañaga a 80 mil y Enrique Antía a 34 mil. En una observación más fina, vemos que Lacalle Pou obtuvo en 2019 casi los mismos votos que Yamandú Orsi (241 mil), el ganador del Frente Amplio en esta interna.
En aquel momento se esperaba (al igual que ayer) que la fórmula se solucionara entre el primero y el segundo, pero la paridad de Sartori con Larrañaga llevó a que, en una rápida jugada, Lacalle Pou sacara un as de la manga y colocara a Beatriz Argimón como su candidata a vice, lo cual dio resultado.
Pero las cifras del domingo eran demasiado apabullantes. Álvaro Delgado se quedaba con 239.396 votos, casi el 75% del total, mientras que Laura Raffo llegaba tan solo al 19% (61.898 votos) y Jorge Gandini al 5,9% (18.752). Las cifras estaban totalmente alejadas de lo que indicaban las encuestas, que ponían a Delgado en el entorno del 65% y a Raffo con un piso de 20%.
Delgado arrasó en todo el país. Llegó, por ejemplo, en Salto al 86%, En Flores al 89%, Colonia 81%, San José 87%, Cerro Largo 89%. En otros departamentos se mantuvo por el entorno del 70% o más. En Canelones alcanzó 71% y en Montevideo 69%. Hubo un caso (Flores) donde Raffo obtuvo tan solo 818 votos. Si bien el triunfo de Delgado fue en general por un 75%, si no hubiera sido por Canelones y Montevideo, podía haber superado cómodamente el 80%. Los otros candidatos eran Carlos Iafigliola, quien tuvo 837 votos a nivel nacional y Roxana Corbran con 563.
Respaldos y pocos votos
Laura Raffo contaba con el respaldo de Alianza Nacional, el Movimiento Nacional de Rocha y el Herrerismo y si bien las encuestas las situaban en un 20%, su comando de campaña pensaba que podrían lograr bastante más y, a la vez, que Gandini obtuviera una mejor votación. Esto llevaría a que Delgado, si andaba en un 60%, cerraría la fórmula con ella. Pero sobre la media tarde los datos que llegaban de encuestas que llegaban de boca de urna mostraban un panorama más que complejo para Delgado: cómo resolver la situación que se venía encima. Pero quizás se había anticipado, como lo había hecho Lacalle Pou cinco años antes.
Una semana antes de las internas, el ahora candidato nacionalista había puesto algunas definiciones sobre la mesa. Primero, la fórmula no tenía por qué ser obligatoriamente paritaria; segundo, se definiría en favor de los resultados y, tercero, dijo que solo su almohada sabía a quién quería como compañero de fórmula. Se había efectuado, por el equipo de campaña, un estudio de opinión pública en el que se manejaban tres nombres: Laura Raffo, Daniel Salinas y Azucena Arbeleche. Salinas y Arbeleche si bien estaban bien posicionados, dijeron rotundamente que no. Salinas sigue de alguna manera vinculado a Cabildo Abierto y Arbeleche no se ve en el Parlamento negociando política, es netamente una técnica que ya viene desde la época de Danilo Astori en el Ministerio de Economía. Además, su perfil es superbajo.
Tras la hecatombe de Raffo, desde Por La Patria se opusieron a que la representante del herrerismo integrara la fórmula con tan baja votación. Se llegó a consultar a Beatriz Argimón, quien tampoco quiso seguir en un papel de vicepresidenta. Como es sabido, ese cargo anula políticamente si se tienen mayores aspiraciones en el futuro. Pero mientras que en el Partido Nacional se seguía negociando, el Frente Amplio anunciaba su fórmula y Carolina Cosse salía al escenario y señalaba: “Vamos a volver…. a devolverle la esperanza al Uruguay”, mientras que Orsi hacía un discurso conciliador. Y muchos en el bunker de Delgado pensaron que se precisaba alguien realmente “fuerte” para enfrentar a Cosse. Valeria Ripoll había sido secretaria general del gremio de los municipales, Adeom, y se había enfrentado con Cosse en diferentes ocasiones y esta sería una vez más, pero desde otro ángulo. Ahí se tomó la determinación, la cual sorprendió incluso a la propia Ripoll cuando se le hizo la oferta.
“La unidad es un activo”
En su discurso, Álvaro Delgado dijo que “la unidad es un activo para ganar y para gobernar, debemos tenerlo claro”, y recordó que cuando se ganó la anterior elección, “éramos todo ilusión y expectativa. Ahora somos gestión, resultado y esperanza de seguir construyendo un segundo piso de transformaciones”.
“Hicimos una campaña obviamente de competencia, pero siempre supimos que las preferencias nunca van a ser diferencias, porque tenemos clara la responsabilidad de cuidar la unidad del partido como un tesoro”, dijo Delgado.
Antes de cerrar su alocución dijo: “Mi sector es todo el Partido Nacional. Hoy iniciamos un nuevo camino, una nueva etapa. Lo más difícil es que te renueven la confianza, pero le tengo fe a este partido. Orgullosamente blancos y orgullosamente uruguayos”.
Da Silva: “Ripoll a Cosse le va a morder la yugular”
El exsenador Sebastián Da Silva simplificó lo que será Ripoll vs Cosse: “Le va a morder la yugular”. En un reportaje en Desayuno Informales (Canal 12), el veterano dirigente no se mostró muy conforme con la elección de la ex dirigente sindical, ya que “nos puede sensibilizar a los blancos como hueso de bagual”.
“Nos guste o nos disguste, tenemos que ganarle al Frente Amplio. La decisión de poner a Valeria Ripoll no hizo que se perdiera medio voto en la coalición de gobierno. Porque si hay un blanco conservador, que no quiere a Ripoll porque viene del Partido Comunista, Andrés Ojeda lo abraza”. También indicó que a quien saca el 70% de los votos en una interna, en referencia a Delgado, “no tengo ningún tipo de autoridad para decirle nada”. Da Silva dijo: “Tengo 40 años de militancia en el Partido Nacional, un hijo que se llama Aparicio, a mí me gustan candidatos con más Masoller, pero es un tema mío. Ahora tenemos que ir para adelante”.
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