El foco de Antel está puesto en tres objetivos fundamentales, uno de ellos es desplegar la fibra óptica suplantando a la conexión de cobre, cubrir la mayor parte del territorio del país con señal e invertir en equipamiento necesario para llevar adelante el uso de la tecnología 5G.
Una de las principales metas del gobierno de coalición es lograr llegar con servicios públicos a cada rincón del país. En el interior profundo del Uruguay, las necesidades de acceso a este tipo de servicios se han visto incrementadas de forma gradual. Esto se debe al crecimiento y la expansión de la población, así como a los nuevos requerimientos de consumo que han surgido.
En línea con los objetivos y el programa de gobierno es que Luis Lacalle Pou, semanas atrás, citó a una reunión a presidentes y directores de empresas públicas, a los que les solicitó un aumento de presencia en las zonas más vulnerables del territorio, entre las que se encuentra el interior profundo. Además, anunció que se darán instancias similares para realizar intercambios y actualizaciones.
En el encuentro, cada jerarca compartió el estado de situación de su respectiva repartición, la situación financiera y los desafíos para lo que resta de este período de administración.
A la salida del encuentro, Gabriel Gurméndez, presidente de Antel, fue uno de los encargados de dar a conocer a la prensa algunas de las ideas que se manejaron. Uno de los puntos más destacados apunta a tener la mayor cobertura de fibra óptica hasta el momento. Actualmente, los dichos del titular de la empresa de telecomunicaciones ya son una realidad debido a la aprobación presupuestal en los días pasados.
División en detalle
En diálogo con La Mañana, Gurméndez detalló cómo se dividirá el presupuesto de US$ 172 millones que le fue adjudicado a Antel para el año 2022. En primer lugar, destacó que el acuerdo de esa cifra con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto es más que importante y que el impuso estuvo en la necesidad de hacer frente a la creciente demanda que existe en las obras de telecomunicaciones.
“Si uno analiza el consumo y la demanda de datos, por ejemplo, en la red celular, comparando el primer semestre del año 2021 con el primer semestre del año 2019, se produjo un crecimiento de casi 2,5 puntos en la cantidad de GB que consume cada cliente”, informó el jerarca. Añadió que se trata de una enorme demanda que, indudablemente, se vio impulsada por la pandemia. “Aunque, de alguna manera, ya se incorpora a los hábitos y patrones de consumo de las personas”, indicó Gurméndez.
El presidente de Antel afirmó que la demanda vino para quedarse y por eso se requiere una inversión muy fuerte en las redes. En ese sentido, en la empresa se está procurando optimizar el uso de los recursos en proyectos que tengan que ver con la infraestructura en telecomunicaciones.
Como se dijo, el presupuesto estará en el orden de los US$ 172 millones para el año 2022 y dentro del mismo se incluyen US$ 25 millones que, en principio, serán destinados al pago de la banda de espectro radioeléctrico que se requerirá para la instrumentación de la tecnología 5G en el país.
Informó que el gobierno del Uruguay tiene previsto, para principios del año que viene, organizar una subasta entre operadores de telecomunicaciones para adjudicar el uso de estas bandas de frecuencias. Antel, ante el resultado, tiene el derecho de adquirir su porción de frecuencias al precio que surja de la puja de los operadores privados. “Entonces el gobierno ha asignado un presupuesto con ese proyecto, pero también ha quedado establecido que en caso que el precio sea mayor, haremos frente sin tener que sacrificar otros ingresos”, explicó Gurméndez.
El entrevistado resumió que los US$ 172 millones se componen por US$ 147 millones para inversión en infraestructura, tecnología y sistemas informáticos y US$ 25 millones para el uso de la banda de frecuencias. “Es un presupuesto de inversión más grande de los que se vienen dando en los últimos años”, señaló.
Los principales objetivos
Este presupuesto está enfocado en ampliar la cobertura de la capacidad del sistema móvil, que procura llegar con más cobertura geográfica que la tecnología 4G en todo el territorio nacional y, particularmente, en Montevideo. Es decir, más capacidad para cursar más tráfico y resolver algunos cuellos de botella que se han dado en la alta demanda. La empresa está invirtiendo, además, en la sustitución de los equipos que están instalados en los domicilios de los clientes.
“Hay inversiones previstas del orden de los US$ 30 millones. También está incluido tratar de llegar a las localidades rurales del interior profundo, con intenciones de llegar al 99% de la población que vive en localidades con menos de 500 habitantes”, detalló el entrevistado.
Otro objetivo estratégico que se procura para el año 2023, aunque supone ejecutar las obras en 2022, es la sustitución de todos los enlaces de acceso de datos de cobre que todavía hay en el país. Se trata de unas 147.000 conexiones que todavía no cuentan con fibra óptica. “Estamos dedicando unos US$ 35 millones para las obras en siete regiones del Uruguay, incluyendo los barrios periféricos de Montevideo. Estas licitaciones se han puesto en marcha hace dos semanas”. La empresa está invirtiendo, además, en la sustitución de los equipos que están instalados en los domicilios de los clientes.
Por otro lado, Gurméndez destacó que existe un componente muy importante de inversión en sistemas informáticos. Explicó que Antel tiene un rezago en términos de gestión interna y se está en un proceso de transformación digital. Este cambio se traduciría en las interfaces y relaciones con los clientes que supone una renovación interna muy importante que mejore la atención comercial digital. “Nuestro objetivo es que los clientes de Antel sean capaces de realizar todos sus trámites, solicitudes o reclamos a través de canales digitales”, puntualizó.
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