La semana pasada el ministro de Vivienda, Raúl Lozano, entregó las llaves de cuarenta unidades de un edificio ubicado en el barrio Pérez Castellanos a los beneficiarios de un llamado del MVOT. Los propietarios que ahora disfrutan del anhelado techo propio compartieron con La Mañana cómo vivieron el momento en el que recibieron sus nuevos hogares.
El jueves 22 de febrero, el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) entregó las llaves de cuarenta viviendas en el barrio Pérez Castellanos de Montevideo, en un emotivo acto del que participaron el titular de esa cartera, Raúl Lozano Bonet, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, el director nacional de Vivienda, Eduardo González, el presidente de la Agencia Nacional de Vivienda, Klaus Mill, y la presidenta del Banco Hipotecario del Uruguay, Casilda Echavarría.
Los apartamentos ubicados en el edificio situado entre las calles José Joaquín Olmedo y Arrotea son a estrenar y están compuestos por uno, dos o tres dormitorios. Los adjudicatarios pudieron optar por una de las dos modalidades que ofrece el ministerio: alquiler con opción a compra y compra directa.
En el acto de entrega, el ministro de Vivienda se refirió a la importancia de que el Estado esté presente, brindando soluciones a la gente para cumplir su sueño de acceder al techo propio, que es también, señaló, una de las necesidades básicas de cualquier persona.
“Este es el momento de más alegría para un ministro de Vivienda sin lugar a duda. El poder aportar, dar soluciones a la gente, como en este caso, por supuesto, entregando viviendas, es para mí lo más importante”, dijo Lozano y sin más dilación se pasó a llamar a los beneficiarios para la correspondiente adjudicación.
Por su parte, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, al hacer uso de la palabra señaló que contar con una vivienda digna mejora las condiciones de vida de las personas, ya que el lugar donde dormimos, cocinamos y nos resguardamos incide en nuestra salud.
“No hay salud si no tenemos un lugar donde dormir, descansar, un lugar donde cocinar que sea adecuado para preparar los alimentos. Un lugar donde estar seguro y que no tengamos, por ejemplo, mosquitos… un lugar donde podamos cerrar las ventanas, donde podamos resguardarnos”, explicó Rando, y agregó: “Todo esto influye, como también la humedad influye en las enfermedades respiratorias. Hay ejemplos muy concretos de cómo la vivienda y la salud están totalmente relacionadas, por eso para mí era muy importante estar hoy con ustedes y transmitirles que lo que está haciendo el Ministerio de Vivienda es, de alguna manera, muy importante para ayudar al Ministerio de Salud Pública a que la población tenga más salud”
La ilusión de los nuevos comienzos
Estas viviendas representan un paso significativo en el camino hacia la seguridad habitacional para muchas familias. Los beneficiarios, que habían esperado con anticipación este momento, finalmente pudieron acceder a su nuevo hogar. La Mañana conversó con algunos de ellos para conocer su situación. Lo que sigue es un resumen de sus testimonios.
Carla: nueva casa, nueva etapa
Carla es riverense y vivía en Villa Española en un terreno en sucesión. Un día fue con su hija al MVOT para ver si había algún llamado. Ese día cerraba el de Olmedo y Arrotea, pero en el ministerio le explicaron que podía llamar por teléfono para agendar día y hora.
“Pedimos cita y allí nos dijeron que clasificábamos y que lleváramos todo el lunes siguiente. Rápidamente recopilé lo que nos solicitaron. Iba a optar por alquiler con opción a compra, pero me aconsejaron comprar con ahorro. Había veinte lugares disponibles para esta modalidad y solo cinco anotados, así que si teníamos el dinero nos aseguraban la adjudicación sin necesidad de ir a sorteo. Quedamos sorprendidas y corrimos al banco. Llegamos justo a tiempo al ministerio. Fue muy emocionante”, manifestó la beneficiaria.
“Habíamos ahorrado y participado en llamados anteriores sin éxito. Somos mi esposo, que trabaja en una empresa constructora, mi hija de veintiún años y yo, que trabajo en una fábrica de galletitas en el barrio de los judíos. Esperábamos esta oportunidad desde hace tiempo, y que todo se resolviera tan rápido, desde nuestra visita al ministerio hasta la adjudicación de la vivienda, fue increíble para nosotros. Ahora estamos emocionados por comenzar esta nueva etapa en nuestra nueva casa. Mañana llegan los muebles y después las cosas más grandes. Hoy estamos acompañados por toda nuestra familia, celebrando este logro”.
Martín: un hogar digno para Lorenzo
Martín es padre de Lorenzo, de dos años. Trabaja como gestor en el puerto de Montevideo y esperaba con ansias la oportunidad de obtener una vivienda. Finalmente, llegó. “Anteriormente, vivíamos en una cooperativa con la madre de Lorenzo, pero lamentablemente nos separamos. Decidí ir a la Agencia Nacional de Vivienda para obtener un lugar estable para los momentos que comparto con él. Hemos llegado a un acuerdo amigable con la madre y considero que Lorenzo merece un hogar digno”, dijo el entrevistado.
“Paso la mayor parte del tiempo con Lorenzo. Por las mañanas lo llevo al CAIF, y cuando no lo hago está conmigo hasta las once de la mañana, momento en que lo dejo al cuidado de mi hermana u otro familiar responsable y salgo a trabajar hasta las seis de la tarde, cuando vuelvo a estar con él. Pasamos aproximadamente cuatro o cinco días juntos a la semana.
Martín se refirió al tema de la tenencia de los hijos y lo compleja que se torna la situación de las visitas para muchos padres. “Parece mentira, pero en este país la tenencia del padre es muy difícil. Cuando la tenencia es compartida, habitualmente el padre vive una lucha con la madre para ver a su hijo. En mi caso, tengo la suerte de que la madre de Lorenzo trabaja mucho y, por razones de tiempo, mi hijo pasa más tiempo conmigo. Nos vamos para afuera, hacemos piscina, visitamos parques y nos divertimos jugando al fútbol, su deporte favorito. Lorenzo es muy activo y sociable. En estas viviendas ya estuvo haciendo amistades. No sé cómo, pero había unas chiquitas que le decían: ‘Lorenzo, Lorenzo’. Yo jamás lo presenté, o sea que él mismo se habrá presentado. Es muy confianzudo”.
“Mi mayor deseo es brindarle a Lorenzo un futuro seguro y estable. No quiero que pase por las mismas dificultades que yo, que viví años alquilando. Es importante para mí demostrarle el valor del esfuerzo y la perseverancia. Mi prioridad absoluta es él, y haré todo lo posible para asegurar su bienestar y felicidad”, reflexionó Martín.
Cecilia: seguridad y esperanza
Cecilia tiene 42 años y es madre de Juana, de cinco. Alquilaba en La Blanqueada y es administrativa en el Hospital Evangélico. Su familia también está integrada por dos perras Jack Russell: Nina y Frida. Se enteró de su adjudicación a través de la llamada de una amiga. La noticia la tomó por sorpresa.
“Me inscribí en varios llamados, siempre con la esperanza de ser seleccionada, aunque en el fondo no estaba segura de que sucedería. Cuando me llamaron para avisarme de que iba a ser el sorteo, no pude estar y tampoco verifiqué el resultado. Me llamó una amiga que vio que habían publicado el acta y que yo había salido. Cuando la atendí me dijo: “¡Saliste sorteada!”. Fue un shock porque no me lo esperaba, de verdad”.
“Desde ese momento me ha ido bajando la ficha, he estado procesando la noticia y ajustándome a la idea del cambio. A pesar de la emoción inicial, también he experimentado cierta ansiedad durante estos meses de transición. Por suerte ya tengo todo organizado para la mudanza. La familia y mis amigas me ayudaron, pero soy de las que prefieren hacerlo sola, guardar todo y después llamar al flete para que se lleve las cosas. Lo más complicado creo que va a ser subir las escaleras, porque me tocó en el segundo piso”, comentó.
“Estoy convencida de que el hogar se construye en el lugar donde uno vive. Esta nueva vivienda nos brinda seguridad y la esperanza de un futuro lleno de nuevas experiencias y momentos felices. Estamos muy contentos por la oportunidad que nos brinda este llamado. Especialmente porque mi madre y mi hermano viven cerca. También la perspectiva de tener buenos vecinos, ya que tuvimos afinidad en las oportunidades de encuentro previas”.
Chiara y Joel: arrancando con fuerza
Chiara y Joel son una pareja joven. Chiara es auxiliar administrativa en Primaria y Joel está terminando su formación en la Escuela Nacional de Policía. Salieron terceros en el sorteo, por lo que pudieron elegir la casa que querían. Entusiasmados por dar este gran paso, fueron a recibir las llaves de su apartamento acompañados por sus familias.
“Estamos felices. Hace un año que estamos en pareja y la verdad que arrancamos con fuerza, ya vamos a convivir. Es una experiencia nueva para nosotros, pero estamos muy contentos. Deseábamos vivir juntos y tener nuestra casa. El sábado ya nos estamos mudando. Vamos a traer todo lo que compramos y las cosas que nos regalaron”, contó Chiara.
“Les dijimos a nuestras familias anoche, fue una gran sorpresa para todos. Pasó todo muy rápido, cuando quisimos ver nos dijeron: ‘Está la llave tal día a tal hora’. Agradecemos lo que hizo el ministerio, la verdad estamos muy contentos y las casas son muy lindas”, agregó la beneficiaria.
Temporada de mudanzas:
El martes 20 de febrero el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial entregó las llaves de 38 unidades habitacionales en un edificio de características similares al de Pérez Castellanos, en el departamento de San José. El miércoles 21 el ministerio realojó a 375 familias en Maldonado, en lo que previamente había sido el asentamiento Kennedy, con una inversión de 55 millones de dólares. Posteriormente, el 23 de febrero en Fraile Muerto, Cerro Largo, se completaron las formalidades de entrega de 54 viviendas construidas a través de un proceso de licitación pública de Mevir. El plan en esta localidad beneficiará a más de doscientas personas.
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