En diálogo con La Mañana, Elbia Pereira, de la FUM, se refirió al comienzo de clases y la reforma educativa. Mencionó también como podría afectar la reforma de la Seguridad Social en el ámbito docente.
¿Cómo evalúa el comienzo de las clases en primaria, cuando ya se está instrumentando la reforma educativa?
Una cosa es el inicio de las clases en que, como todos los años, tuvimos dificultades que se fueron subsanando y lo otro es el inicio de cursos con la transformación educativa. Con respecto al comienzo de clases, no tuvimos grandes dificultades, ya que realizamos bipartitas mensuales con la Dirección Nacional General de Educación Primaria, donde anticipamos los problemas que nosotros vemos que podrían suceder.
Tuvimos una serie de inconvenientes con las elecciones de cargos, que comienzan en noviembre, por ejemplo, con los traslados. Esto se intensifica en febrero y las mayores dificultades están cuando las autoridades intentan modificar las normas sin consenso con los trabajadores. Eso lleva a que se afecte, sin intenciones, todo el funcionamiento. Esto es así porque Primaria tiene una normativa muy encadenada y cada cosa que se toque, por más pequeña que sea, afecta todo. Debemos pensar que la ANEP es la empresa uruguaya con la mayor cantidad de funcionarios y en Primaria tenemos la mayor cantidad de alumnos y grupos.
Ubicar para las elecciones de cargos los derechos de cada uno de esos docentes y equilibrarlo con la cantidad de aulas y grupos necesarios, es un proceso que todavía no se terminó. Hoy las autoridades pretenden reajustar cargos y lo señalan como algo positivo, pero nosotros lo evaluamos distinto. Si no hay niños en una clase, esos cargos tienen que ser reajustados, a eso no nos oponemos, pero sí en lo referente a los tiempos en que se procesa. No puede ser en abril o mayo, debería ser previo al inicio de cursos y eso no lo hemos logrado. Es algo que todos los años presenta dificultades.
¿Y esos casos cómo se dan?
En una clase donde hay menos de 17 alumnos, se unen con otro grupo y muchas veces son grados distintos y se les coloca un docente. Esas son las grandes dificultades que hoy estamos teniendo. No es lo mismo para un niño que ya comenzó las clases y tiene determinado maestro, que hoy, mañana o en mayo le digan que como su grupo es de doce, ahora va a unirse con otro grupo y pasan a ser 30 en una clase. Un docente que tiene su planificación, de repente, se encuentra con el doble de alumnos.
Este tema no está quizás tan manejado en el ámbito de la opinión pública, pero lo menciono porque el presidente del Codicen lo ha dicho como algo favorable. Ellos señalan que eso significa una optimización de recursos. Nosotros lo evaluamos de manera diferente. Es un perjuicio para el niño que tiene que interactuar en grupos más numerosos, ya sea con el mismo docente o con otro cuando ya están iniciadas las clases.
¿En su criterio cómo afecta esto la calidad educativa?
Lo que se debería optimizar es colocando en cada escuela, en cada niño, en cada grupo, un docente que ayude en el tránsito educativo. Está claro que no es lo mismo una atención más personalizada en un grupo reducido de alumnos que en un grupo numeroso. Los niños en su mayoría necesitan otro tipo de apoyo. Eso no está pensado. Está pensado solamente en términos financieros y no en calidad de aprendizaje.
Y sobre la reforma, ¿cómo se implementó y qué efectos se pueden ver ya?
Hasta ahora no hay grandes cambios en Primaria con la transformación educativa. Lo dijimos desde el principio. Esto que está anunciado con bombas y platillos, a Primaria no llegó. Se habló de ciclos y ya trabajamos de esa manera. Se habla de competencias y contenidos, pero eso no afecta ni la labor docente ni el aprendizaje de los niños. Lo que sí generó esta reforma fue incertidumbre y expectativa.
Reforma de la Seguridad Social: “No nos adelantamos a derrotas que entendemos todavía no están dadas”
Elbia Pereira, secretaria general del PIT-CNT y de la Federación Uruguaya de Magisterio manifestó con respecto a la reforma de la Seguridad Social que “aún no hemos visto el proyecto que se presentó en las últimas horas con las modificaciones acordadas entre el gobierno y Cabildo Abierto, y con el Partido Colorado, por lo cual debemos estudiarlo para saber el impacto. Creo que el proyecto original ha sufrido muchísimas modificaciones”.
Expresó que si se “piensa llevar la jubilación a los 65 años de edad o cerca de eso, quienes se van a terminar perjudicando son los niños. No es lo mismo tener una maestra que sea más joven que pueda estar atendiendo las particularidades de los niños, a tener a una persona con 65 años en el aula. Es lógico suponer que las aulas tienen un dinamismo y a los 65 años esas condiciones están disminuidas”.
También consideró la situación de los funcionarios “que atienden las cocinas, los comedores escolares y que tienen que manipular elementos de gran tamaño y peso. De alguna manera eso va repercutiendo en la salud física y ya al día de hoy tenemos evidencia de que sucede. Ahora se plantea que sigan hasta los 65 años de edad. La reforma con esta edad de jubilación es un impacto severo para los docentes y los funcionarios de primaria”.
Con respecto a cómo funciona el sistema hoy día para los docentes aseveró que “tenemos bonificaciones por años de acuerdo a la función que se cumple, por ejemplo, en escuelas especiales. Logramos que se retirara del proyecto original la eliminación de estas bonificaciones por años trabajados y computados. Por esto la edad de retiro varía y depende del área porque hay escuelas comunes, especiales o de maestros rurales”.
Sobre el cálculo de la tasa de remplazo (los años trabajados para sacar el promedio jubilatorio) Pereira sostuvo que “eso es igual que para cualquier trabajador. Se debe llegar a esos años, ya sea efectivamente trabajados en aula o computados por las bonificaciones que correspondan de acuerdo al área donde se desempeñe. Por ejemplo, en las escuelas especiales (atienden a niños con discapacidades) se tiene el sistema de 3 x 2 como bonificación, o también se computan el tema de los hijos, porque la mayoría de docentes en Primaria somos mujeres. Pero igual con la tasa de remplazo que hay hoy, las maestras deciden continuar trabajando, pero no es porque quieran, sino porque la situación económica las obliga”.
“La FUM, como filial del PIT-CNT, vamos a acompañar las instancias que se resuelvan. Como movimiento sindical no desechamos ningún tipo de movilización al respecto, pero no nos adelantamos a derrotas que entendemos todavía no están dadas”, concluyó Pereira.
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