El coronel (R) Rivera Elgue señaló que quedaron las bases en el Ministerio de Defensa para profundizar diferentes programas, en especial el de vivienda. En diálogo con La Mañana, quien fuera subsecretario de la cartera, dijo que en todas las otras rendiciones de cuentas “Cabildo Abierto trabajó y logró incluir mejoras en el sueldo del personal militar”.
¿Qué puede comentar con respecto al reciente acuerdo firmado entre el Ministerio de Defensa y el de Vivienda?
Se trata de un convenio específico con la Dirección Nacional de Vivienda y está enfocado a la construcción de viviendas del servicio, o sea que son del Estado, en terrenos que va a proponer el Ministerio de Defensa. Estos pueden ser del propio Ministerio o en convenio con las distintas intendencias. Se trata de 300 viviendas. El Ministerio de Vivienda asignó 500 millones de pesos (unos 12 millones de dólares aproximadamente). Para este año están previstos 44 módulos prefabricados, que fueron donados por UPM al Ministerio de Vivienda y este los asignó al Ministerio de Defensa. Estos se van a implementar en Paso de los Toros, Durazno y Trinidad. Además, se van a construir 56 viviendas.
La idea es que se hagan 100 viviendas por año. Este año serán 56 más los 44 módulos prefabricados, a los que aparte se les asignaron 100 mil dólares para la adaptación. Después se construirían 100 viviendas nuevas en el 2025 y 100 en 2026, con créditos de la Dirección Nacional de Vivienda que están en el convenio. Esto se fundamenta en el convenio marco que firmó en 2023 el Ministerio de Defensa con el de Vivienda, para que el personal en actividad y en retiro tenga acceso a las distintas líneas del Ministerio de Vivienda. Pero también está, por ejemplo, la asignación de vivienda propia con el plan Avanzar y ya hay 12 integrantes del Ministerio de Defensa que están en proceso de recibir su casa. También está en proceso la reglamentación del Fondo de Vivienda de las Fuerzas Armadas, que fue una propuesta de Cabildo Abierto y se materializó en la Rendición de Cuentas de 2023. Mediante este se asignan fondos para apoyar la construcción de vivienda o para préstamos. Estas son distintas líneas que desarrolló el Ministerio de Defensa en estos cinco años. Lo que estamos dejando son herramientas institucionales, como ser el convenio y el Fondo de Vivienda de las Fuerzas Armadas, que ya tiene una cantidad importante de dinero que se podrá utilizar cuando se reglamente.
¿Cuál va a ser el criterio para la elección de los funcionarios que puedan acceder a las viviendas?
En referencia al personal en retiro, pensionistas y jubilados, es algo similar a los criterios que tiene el BPS para la asignación que se realiza a personas con pasividades mínimas. Ese sería el objetivo. Y al personal en actividad, acorde a los estudios socioeconómicos y a los parámetros que tiene el Ministerio de Vivienda.
Con respecto al Fondo de Vivienda, ¿cuándo saldrá la reglamentación, considerando que estamos ante un próximo cambio de gobierno?
La reglamentación estuvo todo este año en trámite. Hablé con el ministro de la semana pasada y él lo había firmado y se envió a Presidencia. Es un fondo que ya tiene más de 12 millones de dólares.
Usted se retiró en agosto de este año del Ministerio de Defensa, y al estar finalizando este gobierno, ¿qué evaluación realiza de la actuación en estos cinco años en esa cartera de Estado?
En la actualidad, en el cargo de subsecretario está el Gral. del Ejército (R) Marcelo Montaner, que está siguiendo las mismas líneas de trabajo que habíamos establecido. Una de las prioridades era un tema fundamental: la vivienda. Este año, por ser electoral, no había posibilidades de aumentos salariales. Pero en todas las otras rendiciones de cuentas, Cabildo Abierto trabajó y logró incluir mejoras en el sueldo del personal militar. También el viático de frontera y establecer la nocturnidad, o sea que el personal que entra de guardia, en las tres fuerzas, cobra por cada una. Eso es algo novedoso, ya que se trata de compensar distintas tareas. No estamos hablando de montos importantes, pero sí entendemos que quedó establecido institucionalmente este tipo de compensaciones y después se podrán adjudicar más recursos.
¿Cuál es su visión ante un nuevo gobierno? ¿Qué es lo que se tendría que continuar o eventualmente incluir?
Evidentemente, un tema central es el salario. Todavía los militares siguen siendo los trabajadores del Estado peor pagos y que tienen una mayor exigencia de carga horaria. Por lo tanto, eso es un tema importante. También el tema de la salud militar. Al Hospital Militar en este período se le asignaron y se crearon distintas figuras como suplencias, que no había. Asimismo, cargos de alta dedicación. Eso también lleva a que cuando haya recursos, se puedan incrementar aún más. Pero la diferencia salarial de los médicos militares es muy importante en comparación con los de ASSE y mucho más con lo que pagan los prestadores privados. Tenemos personal militar en el interior, que se atiende en ASSE, pero también tiene su lista de espera importante para ver un médico. Eso tiene que ser visualizado como parte del problema de la salud. Sanidad Militar no integra el Sistema Integrado de Salud, pero atiende a 150 mil personas que están distribuidas por todo el país.
Otro tema que usted trabajó bastante en su gestión es el referido a las Misiones de Paz, ¿qué futuro ve para ellas?
Las Misiones de Paz son una política de Estado. Hay que considerar que el Frente Amplio estuvo 15 años en el gobierno y las mantuvo. Hoy lo que sucede en Los Altos del Golán es ajeno a las Misiones de Paz, es un problema interno de Siria y las tropas que están en ese lugar no han tenido ningún inconveniente. Lo único que está afectado es la rotación de personal, ya que esa rotación se realiza mediante aerolíneas civiles, cuyos vuelos están afectados, tanto por la situación de seguridad en Damasco como en el Líbano. En lo personal, no creo que exista ninguna posición contraria a seguir en esa zona. Las tropas uruguayas se desplegaron en el lugar en un gobierno del Frente Amplio y no creo que esta situación interna de Siria afecte la permanencia en la misión. En la República Democrática del Congo se está en un proceso de cierre de misión, pero es un país con mucha volatilidad, lo que lleva a que esos procesos se hayan ido atrasando. Por lo tanto, no descarto que exista alguna misión más el año que viene.
Se termina un período de gobierno, ¿qué considera que se debió haber hecho y no se hizo?
En el tema de la vivienda podríamos haber acelerado los tiempos y en el tema salarial también. Pese a que el país tuvo la pandemia y otros hechos como la sequía, creo que se deberían haber obtenido recursos para los salarios del personal militar. Otro tema es el equipamiento. Recién al final de esta administración se firmó la compra de seis aeronaves para la Fuerza Aérea (los Super Tucano) y otro punto fue el largo proceso de la compra de las OPV (buques de patrulla oceánica), las cuales finalmente habrían comenzado la construcción. En el equipamiento del Ejército son procesos de compras que llevan un tiempo importante y capaz que podríamos haberlo hecho algo más rápido, pero también siempre se trató de cuidar los fondos del país. Lo otro que habría que hacer es jerarquizar la carrera militar, ya que cuando los aumentos salariales son planos, o sea para todos iguales, achica la distancia de lo que cobra un soldado, por ejemplo, con un cabo o un sargento, lo que lleva a una falta de incentivos para asumir responsabilidades.
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