Desde el inicio del gobierno del Dr. Lacalle Pou, Diego Sanjurjo integra los cuadros del Ministerio del Interior. En la actualidad es asesor en materia de seguridad del precandidato del Partido Colorado Robert Silva. A sus 37 años el Dr. Sanjurjo cuenta con amplia formación en materia de seguridad y criminología con becas y maestrías en Alemania.
En nota concedida a La Mañana, Sanjurjo se refirió a la actualidad política y a la seguridad.
Desde su sector en todo el país, se está promoviendo la presencia de la mujer en política. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Da un poco de vergüenza ver las pocas mujeres que están en la política, las necesitamos, más diversidad genera más posturas y de mayor calidad, debemos cambiar eso.
Dejando de lado la gestión actual en materia de seguridad, ¿qué se puede decir sobre el plan de acción en esta materia que propone Robert Silva?
Tenemos un gran plan, la seguridad es un tema del que se habla con mucha liviandad, solamente se tiran ideas y slogans que han fracasado o directamente no se propone nada. Colocamos en la agenda el primer programa de seguridad con medidas claras, es decir cómo prevenir que las personas cometen delitos. Buscamos proteger a niños y adolescentes que viven en familias que cometen delitos. Buscamos fortalecer la Jutep, buscamos profesionalizar a la Policía aumentando los salarios. Pensamos en la creación de un Ministerio de Justicia. Tenemos una idea con el tratamiento de adicciones proponiendo la creación de 20 centros.
Una declaración suya en el sentido de que los delitos, en especial los homicidios, no necesariamente tenían que ver con el crimen organizado generó polémica. ¿A qué atribuye entonces esos delitos y cómo los podemos combatir?
No es lo que pienso, es lo que dice la evidencia. Debemos analizar en función de datos. Esas declaraciones fueron en función de estudios y llegaron a la conclusión de que muchos de los homicidios no están vinculados al crimen organizado. Cuando escuchamos de este tipo de delitos pensamos que son por crimen organizado, lo cual a veces no tienen nada ver, pueden ser por otras cosas. Podemos hablar de venganza, por ejemplo.
¿Nos estamos acostumbrando a este tipo de situaciones basados en el concepto de “uno menos”?
A veces sí, a veces no. Hay una cantidad de veces en que un homicidio da lugar a otro. Puede pasar que una muerte sea por venganza. Yo podría hablar de crimen organizado, pero no sería correcto. Tenemos una población extremadamente violenta. Cuando hablamos de uno menos debemos tener en cuenta que esta muerte genera ausencia en familias.
¿La adicción a distintas sustancias genera los robos de “ocasión”, que son normalmente el primer paso para delitos más graves?
Debemos entender que esto es interinstitucional, se tiene que aplicar con firmeza. Si una persona comete un delito debe ir presa. Lo que entendieron los países seguros es que con eso no alcanza ya que solo se logra tener a personas presas. Uruguay es uno de los países con más personas recluidas, pero llega un momento en que ya no da. Recién nos estamos dando cuenta de que necesitamos una pata preventiva. Las adicciones llevan a delitos que desembocan en la muerte, por eso debemos ponernos a tiro, estamos en pañales aún.
¿Podemos mencionar una propuesta importante en materia de seguridad?
Una propuesta que nos pidió Robert es cómo pasar a una seguridad preventiva y la idea fue el comando. Tiene que haber una mesa en donde no solo tiene que estar Inteligencia, sino también el Mides y otros actores que nos permitan atacar el delito y esta instancia la quiere dirigir Robert. Hay ideas que han mostrado buenos resultados y se necesita un liderazgo firme. Tenemos familias en las que una persona está vinculada al delito que arrastra a sus hijos. Planteamos una política de saturación social, a todos esos niños el Estado no los puede dejar caer
¿Esto se arregla con más o mejor Policía o se arregla con voluntad política?
Debemos contar en nuestros números a personas que no han sido encontradas. Desde el regreso a la democracia solamente creció el delito, cosa que se agravó en los últimos gobiernos del Frente Amplio. Este gobierno, con una pandemia de por medio, ha logrado cambiar la tendencia. Los datos creados por personas que fueron designadas por los gobiernos del Frente Amplio marcan la tendencia a la baja, menos los homicidios. Uruguay sigue siendo un país inseguro, hay mucho más por hacer. Ustedes en Rivera tienen una frontera con uno de los países más violentos del mundo. No quiero decir que la seguridad va bien, pero debemos reconocer que estamos en un ministerio en el que las personas salen a atacar el delito. Creo que nuestras políticas de seguridad tienen un atraso de más de 30 años, por eso estamos apoyando a Robert Silva, que entiende la forma moderna de enfrentar esto.
¿Llegamos a la conclusión entonces que se hizo lo que se pudo?
Bueno, siempre se hace lo que se puede.
En los gobiernos del Frente Amplio se creó la instancia del ajuste de cuentas. Desde la posición suya, ¿hay compromiso de posturas más duras en materia del delito?
Yo estoy en un puesto del Poder Ejecutivo, no me puedo comprometer a lo que haga el Legislativo. Si logramos ganar la interna estaremos al frente de esto. Hoy por hoy tenemos a funcionarios policiales que no tienen la capacitación que deben tener, queremos que la función policial sea interesante y dinámica. Debemos aumentar los requerimientos, pero también los salarios, sino pagamos lo que merecen no tendremos a las personas adecuadas para esto,
¿El gobernante tiene en cuenta que el policía es un integrante más de nuestra sociedad?
No es posible hacer bien nuestro trabajo si no llegamos a fin de mes. Somos uno de los países del mundo con la tasa más alta de suicidios, la mayoría de quienes sufren esto son hombres. Tenemos un Hospital Policial que tiene muchos profesionales, pero no es suficiente. La imposibilidad de no trabajar en el mismo departamento, de no llegar a fin de mes, la profesionalización es clave no solo para esas personas sino para todos.
TE PUEDE INTERESAR: