En conversación con La Mañana, el senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, consideró que resultado del referéndum permite seguir adelante y no mirar atrás, aunque quedó en evidencia la existencia de dos visiones sobre el país. Respecto a la economía, el partido reitera su intención de contemplar medidas para contener el alza de precios apelando a un acuerdo con las grandes superficies y de convocar un diálogo con los principales actores de la economía nacional.
¿Cuál es su evaluación sobre el resultado del referéndum?
Lo primero es que la ley quedó firme. Eso además nos posibilita enfrentar de mejor forma los otros temas que no estaban en estos 135 artículos y que hay que encarar de inmediato. Hay varias leyes que están pendientes de aprobación y vamos a poder trabajar de lleno en todas ellas y no tener que volver sobre esto. En caso de que la opción ganadora hubiera sido el Sí, había que determinar si el referéndum derogaba o anulaba, se abrían muchas incógnitas con otro resultado. De esta manera ahora podemos seguir el camino y no tener que mirar para atrás.
Los resultados fueron muy similares a los de la segunda vuelta en la elección presidencial. ¿A dos años de instalado el gobierno, a qué lo atribuye?
Da un baño de realismo al actual gobierno. Había encuestas que daban apoyo de más del 50% o del 60%, pero lo real son los números del domingo. La gente votó y vemos que no cambió mucho desde noviembre de 2019 hasta ahora, a pesar de las encuestas a las que hacía referencia o la percepción de que existía un apoyo arrollador. Claramente no se movió mucho la aguja en dos años.
Hubo elementos como la pandemia, entre otros, que llevaron a que no se pudieran lograr mejoras salariales o el despegue económico esperado. Pero a su vez y a favor del gobierno, hubo un buen manejo de la pandemia, por lo menos en el comparativo internacional. También hay factores que afectan el humor de la gente y tuvieron incidencia como la suba de los precios de la canasta básica en las últimas semanas, hábilmente fogoneada por quienes querían generar culpas al gobierno e incluso a la LUC.
Hubo una suma considerable de votos anulados y en blanco ¿A qué cree que se debe?
Es gente disconforme con el gobierno y la oposición. Y marcó esa disconformidad anulando el voto. El voto en blanco tenía otro mensaje implícito. Era una especie de apoyo, pero condicionado.
Acá hay dos bloques o dos mitades que tienen una óptica diferente sobre cómo encarar los problemas. Eso es algo clarísimo. Nos preocupa el grado de rispidez al cual se ha llegado, incluso con la instalación de una campaña sucia que tal vez obedeció a alguna estrategia de llevar a una cierta confusión a la gente. Parecía un vale todo, con denuncias evidentemente falsas. Yo lo sufrí en lo familiar y personal. También estuvieron las cincuenta denuncias de abuso policial que rápidamente se demostró que eran “humo”.
Mencionaba la existencia de dos bloques. ¿Qué se hace frente a esta situación?
Hay que tender los puentes y la mano para tratar de encontrar soluciones en conjunto, para terminar con que un bloque le tire piedras al otro, y a veces basándonos en cosas que no son reales. Hay situaciones que alejan cada vez más a esos bloques. Por lo tanto, se debe buscar ir achicando esa separación. Para eso no hay mejor forma que los referentes políticos, los que la gente ve como sus conductores, se sienten a dialogar y bajen los decibles de los discursos que se hacen a veces en tono de barricada.
También decimos que a esos ámbitos de diálogo quienes concurren tienen que ir a dialogar. Si alguien va a sentarse a una mesa con el puño crispado y dispuesto a no ceder un ápice de lo que está en su plataforma, no va a dialogar, solamente va a decir que se sentó a la mesa. Pero ahora que pasó el referéndum es hora de pensar como estadistas, reflexionar en las soluciones del país a largo plazo.
¿Cuáles son los temas principales y de largo plazo en esta nueva etapa?
Hay algunos que van a trascender a esta administración de gobierno. Por ejemplo, la reforma de la seguridad social no va a afectar en los números a esta administración, sino a las de futuro. Este tipo de leyes van a requerir el consenso de todos los uruguayos. No puede ser la ley de un bloque. Tiene que ser la ley de todos. También las relaciones internacionales tienen que ser política de Estado.
Hace un año subrayamos la necesidad de instalar el Consejo Nacional de la Economía, que está en Constitución desde hace casi 90 años. Esto fue reglamentado por ley en el primer gobierno del Frente Amplio y nunca se instaló porque, como lo llamamos nosotros, el “astoribergarismo”, se encargó de que no funcionara. Creemos que es hora de dar espacio a todos los protagonistas en los grandes temas nacionales, para que las soluciones salgan de un acuerdo y no de un enfrentamiento. Esto va a ameritar conversaciones a todo nivel para buscar que se instale este Consejo.
En materia económica, uno de los puntos más latentes es el de los precios de la canasta básica. ¿Cómo observa estos aumentos que se han venido registrando y que soluciones se pueden plantear al respecto?
En estas próximas horas estamos presentando una “minuta” al Poder Ejecutivo. Se trata de establecer una canasta básica de unos 20 productos, en especial aquellos consumidos por las personas de menor poder adquisitivo, con la inclusión de la carne de pollo y de cerdo. Para los productos de esta canasta el Estado renuncia al IVA, pero a su vez esto se suma a un acuerdo con el comercio para que los márgenes de ganancia tiendan a cero, con una vigencia de seis meses hasta salir del invierno.
Nadie está pidiendo que los empresarios pierdan. Esto sería como una retribución de los beneficios que el Estado le ha dado a las grandes superficies. No se trata de cambiar las reglas de juego, se trata de sentarnos en una mesa y valorar que les hemos dado todos estos beneficios, empezando por la autorización para instalar una gran superficie. Porque se habla de los puestos de trabajo que estas cadenas de supermercados crean, pero a la vez matan emprendimientos familiares. Nadie está en contra del progreso, pero hay una realidad y es que mucho comercio chico ha muerto cuando se instala una gran superficie.
¿Esta idea se enmarca en la iniciativa de Cabildo Abierto de un IVA personalizado?
Lo propusimos hace un año y está a estudio. Pagar un IVA de acuerdo al poder adquisitivo del consumidor. En otra época hubiera parecido algo imposible de implementar, pero hoy con la tecnología, no lo es. Hay países que lo hacen para determinados sectores, como en Argentina con los jubilados. Si eso estuviera implementado, se podría exonerar el IVA de esa canasta para aquellos que tienen menos
¿Todos estos temas usted los conversó con el Presidente de la República?
Lo hemos hablado con el equipo económico, no con el Presidente, con quién me voy a reunir por este tema. Se empezó con sacar el IVA al asado, pero nosotros queremos otra cosa. No estamos proponiendo la recreación de Subsistencias, para que el Estado venda como precio testigo. No queremos ninguna burocracia nueva y sí que salga de un acuerdo con las grandes superficies, pero también invitando a todo el comercio a participar. Este es un momento en que tenemos que dar respuesta a mucha gente que está con problemas para enfrentar su alimentación y no podemos mirar al costado.
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