Luego del impacto negativo de la pandemia, el empleo continúa en vías de recuperación. De hecho, hoy hay 50.000 personas más trabajando que en 2017, de acuerdo con el director nacional de Empleo, Daniel Pérez.
¿Cuál es el diagnóstico de la situación actual del empleo en Uruguay?
La situación del empleo es de recuperación, la cual empezó a mediados de 2021, luego del fuerte impacto que implicó la pandemia. Se han recuperado en el entorno de 120.000 puestos de trabajo, lo que implica que se recuperaron los casi 60.000 que se perdieron como consecuencia de la pandemia y los 50.000 que se perdieron durante la última administración del Frente Amplio. Los indicadores de actividad, empleo y desempleo muestran que la recuperación ha llegado por lo menos a niveles de 2017. Si comparamos los datos desde el 2015 a la fecha para los meses de enero a agosto –último mes reportado por el INE–, encontramos que la cantidad de personas ocupadas entre enero y agosto de 2023 es mayor a la de todos los años anteriores. De hecho, hay 50.000 personas más trabajando que en el mismo período de 2017. No obstante, si bien en agosto había casi 1.700.000 personas trabajando, aún no estamos conformes ya que el mercado laboral sigue presentando desafíos que debemos abordar.
¿Por ejemplo?
En primer lugar, si bien hay mejoras, el desempleo juvenil sigue siendo un desafío puesto que para la franja etaria que va hasta los 24 años, la tasa de desempleo es más del doble que para la población general. Por otra parte, la brecha de género, es decir, el acceso diferencial que tienen varones y mujeres al mercado de empleo, donde si bien ha habido una leve mejoría en algunos indicadores, las mujeres siguen teniendo mayores dificultades para poder trabajar y para acceder a puestos de alta dirección, incluso cuando están mejor calificadas que sus pares varones.
¿Qué efectos han tenido las políticas desarrolladas en estos años?
Las políticas que se han desarrollado durante esta administración han generado dos grandes efectos: la recuperación del empleo y la mejora de la formalidad. La tasa de informalidad se redujo en casi cuatro puntos, pasando de 24,7% a 20,9%, lo que implica que se ha generado empleo de calidad, permitiendo que más trabajadores puedan acceder a beneficios como la seguridad social, mutualistas, derecho a seguro de paro, entre otros.
¿Qué planes se están implementando para bajar el desempleo?
La reducción del desempleo y el aumento del empleo requieren de la generación de políticas que permitan la instalación de nuevos emprendimientos, ya sea inversión nacional o extranjera. En este sentido, desde los distintos ministerios se vienen desarrollando políticas que generen las condiciones para que ello ocurra. Aquí es muy importante el trabajo del Ministerio de Economía, que tiene un rol clave en la generación de condiciones macroeconómicas que permitan e incentiven el desarrollo de nuevas inversiones. También del Ministerio de Industria, particularmente en lo que tiene que ver con el incentivo a la instalación y desarrollo de emprendimientos vinculados a la economía verde, las energías renovables. El Ministerio de Ganadería tiene un rol importante en lo relacionado con las políticas de producción y exportación de bienes provenientes del agro, en particular, alimentos. Este trabajo también se vincula con las políticas impulsadas desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, que tiene un rol muy importante en la generación de acuerdos con otros países que puedan abrir nuevos mercados o mejorar las condiciones de acceso para los productos.
Del mismo modo, desde los gobiernos departamentales hay un rol a jugar en generar incentivos para que nuevos emprendimientos puedan radicarse en los departamentos del interior, contribuyendo así a generar más empleo en dichos lugares.
Asimismo, es importante implementar políticas que permitan que las empresas que ya están instaladas, en especial las más pequeñas, puedan crecer y generar nuevos puestos laborales. También es necesario apoyar a los microemprendedores, y desde la Dirección Nacional de Empleo venimos trabajando en generar un programa de financiamiento a este grupo de emprendedores o trabajadores independientes que tiene por finalidad apoyarlos en su sostenimiento y desarrollo.
Por otro lado, seguiremos trabajando en reducir las brechas existentes en materia de empleo, buscando mejorar las condiciones de empleabilidad de los grupos que presentan mayores vulnerabilidades. Cabe destacar el Programa Colectivos en Situación de Vulnerabilidad, mediante el cual aquellas empresas que contraten a jóvenes y personas mayores de 45 años de distintos grupos que presentan dificultades para acceder al empleo y que pertenezcan a hogares por debajo de la línea de pobreza podrán acceder a subsidios de hasta $ 33.700 mensuales durante un año. Algunos de estos grupos son beneficiarios de programas del INAU, Inisa, Dinali, Junta Nacional de Drogas, Accesos, personas afrodescendientes, trans, migrantes, mujeres en situación de violencia de género, residentes en el litoral del país –donde hay mayores tasas de desempleo–.
Estamos embarcados en generar una red de servicios públicos de empleo en articulación con otros organismos, organizaciones de la sociedad civil e instituciones del sector privado, con quienes aspiramos a conformar un sistema nacional de orientación e intermediación laboral, que permita generar sinergias, brindar más y mejores servicios de orientación laboral a las personas y potenciar la intermediación tanto para quien busca empleo como para las empresas que requieren nuevos talentos.
También estamos trabajando en construir una nueva plataforma digital que sea ágil, moderna, flexible y potencie el encuentro entre la oferta y la demanda de empleo.
Finalmente, pero no menos importante, hemos pedido al Parlamento que nos habilite la extensión del programa Yo Estudio y Trabajo al sector privado, con la finalidad de generar nuevas becas que den oportunidades de una primera experiencia laboral a jóvenes que estén estudiando.
¿Cuáles son los objetivos de esos planes?
El objetivo es generar más empleo para la población en general, poniendo especial énfasis en quienes tienen mayores dificultades para acceder como jóvenes, mujeres, personas mayores de 45 años, personas con discapacidad y otros grupos que tienen vulnerabilidades al momento de conseguir empleo.
De todo el empleo generado por los privados, dos tercios son de las pymes. ¿Qué políticas han desarrollado para favorecer que las pymes puedan crecer y aumentar sus plantillas?
En el marco de la Ley de Promoción del Empleo, las pequeñas empresas, en particular las que tienen hasta cuatro empleados, tienen una proporción mayor de personas que pueden contratar con subsidio. Asimismo, como mencioné, estamos trabajando en generar un programa de apoyo a trabajadores independientes y microemprendedores, que les permitirá acceder a préstamos a tasas preferenciales. Esto se complementa con acciones que vienen realizándose desde otras instituciones como ANDE, Sembrando, entre otras.
¿A qué empresas se subsidiará bajo la Ley de Promoción del Empleo?
A todas las empresas que tengan al menos un empleado dependiente y que aporten a industria, comercio, sector rural o bancario. Las empresas eligen a la persona que quieren contratar con los requisitos que establece la ley y la postulan a través de la plataforma Vía Trabajo, y queda habilitada en cinco días hábiles. Luego le dan el alta en BPS y automáticamente se otorga el subsidio correspondiente.
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