La bancada de diputados del Frente Amplio (FA) presentó recientemente un proyecto de ley para habilitar el voto en el exterior, que entraría en vigencia en las elecciones de 2024. La iniciativa prevé que las oficinas consulares uruguayas junto a la Corte Electoral, emitan credenciales y registren a los ciudadanos uruguayos en el exterior para que puedan votar.
La Mañana dialogó con Eduardo Lust, abogado constitucionalista y profesor de derecho constitucional. Lust planteó las razones por las que no se ha llegado a la aprobación definitiva de proyectos similares, y sostuvo que se debe a razones de índole históricas que datan de las primeras décadas del año 1900.
Para el especialista, la Constitución no especifica si los uruguayos en el exterior pueden votar o no. Lo que dice es que “todos los ciudadanos son electores y elegibles”, por lo tanto el constituyente que redactó la ley, no diferenció dónde tenía que estar el ciudadano para votar o ser votado.
“La Constitución, en el artículo 77, numeral segundo, lo que hace es dar las características del sufragio, y dice que el voto es secreto y obligatorio, también indica que cualquier ajuste o agregado se debe dar por mayoría absoluta del total de sus componentes, es decir, por más de la mitad de los legisladores de cada cámara. Esto significa que el constituyente, ordenó al legislador a que dictara la ley y dijera cómo se cumpliría el voto secreto y obligatorio”, explicó Lust.
Desde el año 1925 los legisladores dictaron una serie de normas que se conocen como las bases del sufragio, que son normas que están todas vigentes, establecidas entre los años 25 y 30. En esas leyes se estableció que para ejercer el voto secreto y obligatorio el uruguayo tenía que estar en nuestro país, o sea que no se podía votar desde el exterior, “en aquellos años tenía una explicación lógica, porque si el voto era obligatorio y el uruguayo estaba en España era complicado regresar a votar”, aseguró.
Esto se quedó para siempre y el numeral séptimo del artículo 77 dice que toda nueva ley de registro cívico, es decir, todo lo que se modifique del sistema electoral, requerirá 2/3 de votos del total de componentes de cada cámara: cualquier modificación al sistema necesita que de los 99 diputados voten 66 y de los 31 senadores voten 21.
Una modificación “imposible”
Por lo tanto, la realidad electoral uruguaya es que “la Constitución no exige que hay que estar en el país para votar, pero el constituyente le dijo al legislador: ‘diga usted como se ejerce el voto’ y el legislador dijo que para votar había que estar en Uruguay y si esto se quiere modificar con buen criterio e inteligencia se exigen 2/3 de voto en el parlamento.
“Se exige esa cantidad de votantes porque es prácticamente imposible -las pruebas demuestran que nunca se dio- que un partido político tenga 2/3 del electorado, entonces lo que el constituyente quiso es que una reforma tan importante como el sistema electoral por lo menos recoja la voluntad de dos partidos políticos”, aseguró el entrevistado.
“Teóricamente, si son 2/3 del parlamento, se supone que son los 2/3 de la población, por lo tanto, -excepto el FA- como los partidos no están de acuerdo con el voto en el exterior, el proyecto de ley no tiene ni sentido de que lo presenten. No sé por qué están perdiendo el tiempo, ya los partidos anunciaron que no lo van a votar y sin el quórum especial no van a llegar”.
Para el abogado, cuando algunas personas dicen que la Constitución no dice nada respecto al voto epistolar, “no es así, porque dice algo muy importante: manda al legislador a que indique cómo debe hacerse. La Constitución da el concepto pero para que el uruguayo en el extranjero pueda votar hay que cambiar la ley y los partidos ya se pronunciaron en contra”.
Estrategia política
El entrevistado sostuvo que la única manera de entender la insistencia en el asunto se basaría en una posible jugada política. “Desde el FA parece que quisieran decir ‘quisimos que ustedes votaran y por culpa de los partidos de la oposición no pueden hacerlo’. Porque en realidad, jurídicamente no tiene posibilidades”.
A esto se le suma que las encuestas que han hecho en distintas fechas y por distintas empresas a la población en general, indicaron que la mayoría de los uruguayos está en contra del voto en el extranjero. “No existe otro marco legal por el que se pudiera llegar a una resolución. Por eso nunca se pudo. Se ha intentado muchas veces y el argumento es equivocado, porque la constitución dice: todo ciudadano es miembro de la ciudadanía de la nación, como tales electores y elegibles, pero el constituyente no redactó las cosas al boleo”, aseguró Lust.
Opinó además que en 1925, “se tuvo mucha visión”, porque los únicos partidos que existían eran el Nacional y el Colorado, es decir que la mayoría simple siempre iba a necesitar de la conformidad de los dos partidos. “Pasaron casi 100 años y con la aparición del FA si esto siguiera así y no por 2/3, el FA podría alcanzar los votos. Pero hoy, no hay forma de llegar a eso”.
Chiazzaro: “es un trabajo para la próxima legislatura”
En tanto, Roberto Chiazzaro, diputado frenteamplista y uno de los impulsores del proyecto de ley del voto en el exterior, resaltó en diálogo con La Mañana que los ciudadanos uruguayos en el exterior “cumplen un importante papel de vinculación ya que son la segunda fuente de turismo que ingresa al país, envía muchos giros y remesas, ayudan con la concisión de becas y con la consecución de negocios”, afirmó. Desde la visión del diputado, “darle la espalda a esos uruguayos es un error”.
Aseguró que son conscientes de que la ley necesita una mayoría especial y que es algo “muy difícil de alcanzar” porque los partidos tradicionales “se niegan a reconocer el derecho al voto de los ciudadanos uruguayos que residen en el exterior”, planteó. Es por esto, según dijo, que se decidió dar un plazo de tres años para trabajar fuerte con los partidos en contra del proyecto.
Actualmente el proyecto se encuentra en la comisión de Constitución y Código, “sabemos que este año no va a ser aprobada, pero es un trabajo para la próxima legislatura”, explicó Chiazzaro. Para el diputado, con la decisión de no aprobar un proyecto como este, se está yendo en contra de la tendencia regional y mundial. “En toda Latinoamérica, el único país que no está autorizando este tipo de voto somos nosotros, a nivel mundial hay 194 países de los cuales 120 autorizan el voto en el exterior”, sostuvo.
Las razones que más se oyen entre quienes no se encuentra a favor de la ley, según Chazzaro, es que las personas que viven fuera del país no pueden tener la capacidad de poder saber cuál es la realidad local para poder votar. “Creo que es un error porque actualmente, con la facilidad que existe en cuanto a las comunicaciones, cualquier ciudadano en el exterior sabe exactamente lo que está pasando en el país y tiene la capacidad de poder informarse”, fundamentó el diputado.
También dijo que hay un preconcepto de que el voto en el exterior está absolutamente direccionado hacia el FA y creo que eso pudo haber sido una razón en momentos de la dictadura “pero hoy mucha gente que está en el exterior estudiando o trabajando no está exiliada por temas políticos, ya no se puede seguir con esa idea”.
Chiazzaro puntualizó que “se está cometiendo una injusticia”, porque “se están dejando de lado” a un caudal de uruguayos muy importante, “no estamos cumpliendo con la Constitución y no estamos perfeccionando nuestra democracia”.