La situación de conflicto en la ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo, ha cobrado la vida del soldado Rodolfo Álvarez, dejando además a siete heridos, uno de ellos, el sargento Fernández, en estado grave. La acción del grupo rebelde 23 de Marzo (M23), respaldado por tropas del Ejército de Ruanda, fue claramente coordinada con el fin de atacar a un contingente de cascos azules. Desde La Mañana se entrevistó al comandante en jefe del Ejército, general Mario Stevenazzi, recientemente ratificado en su cargo, quien se refirió a la situación de los militares heridos y a la atención que recibirá la familia del militar fallecido.
¿Cómo vive el Ejército esta situación: el enfrentamiento con el movimiento M23 donde participan las tropas ruandesas, un soldado fallecido, soldados heridos en las últimas horas?
En principio, permítame decirle que en este momento la ciudad de Goma y sobre todo la zona donde está el batallón se encuentran en completa calma tras los momentos difíciles que tuvimos este lunes a partir de las 2 o 3 de la mañana de Uruguay, quiere decir que de las 7, 8 de la mañana de la República Democrática de Congo, por algunas horas, cuando el movimiento M23 consolida la toma de la ciudad de Goma y se desarrollan múltiples combates dentro de ella, incluso muy próximo a nuestra base. Nosotros nos encontramos divididos en tres bases, una base en Goma, que es esta de la que estoy hablando, que tiene la mayor cantidad de gente, en el entorno de 400, 450 personas. Estamos a cargo de la zona logística de Naciones Unidas, de una base logística, tenemos una compañía. Y tenemos dos compañías, unas 180, 200 personas en Rusallo, a unos 15, 17 kilómetros de donde estamos instalados.
Quiero resaltar inicialmente que el personal se encuentra todo en buen estado. Tuvimos en total, en toda la operación, el lamentable insuceso del soldado Rodolfo Álvarez, que falleciera como consecuencia de un ataque al vehículo en el cual se desplazaba o estaba estacionado, y siete heridos más, uno de ellos de muchísima gravedad, que es el sargento Fernández, que en este momento [por el lunes] estaría siendo intervenido en Kampala, por una serie de médicos especialistas que están tratando, de alguna manera, de recomponer sus heridas. De cualquier modo, señalo que está grave. En cuanto al resto del personal, los seis heridos restantes están sin problemas serios, fueron heridas menores y se encuentran en la base sin ningún tipo de problema a futuro. Quiero darles tranquilidad también a las familias de todos quienes están allá, que me imagino que deben estar muy nerviosas, como no puede ser de otra manera, de que la situación en este momento está estabilizada, estamos esperando ver cuáles son las órdenes de Naciones Unidas. Nosotros priorizamos la seguridad de nuestro personal y estamos atentos a lo que se desarrolla en la situación, pero aparentemente los combates ya no vendrían más.
¿Qué pasa con el cuerpo del soldado Álvarez? ¿Qué trámites se realizan y cuándo estaría llegando al país?
Se puede imaginar que con la situación que se vivió entre domingo y lunes, sobre todo en Naciones Unidas, donde hay muchísima incertidumbre y muchísimas interrogantes, nosotros no hemos tenido todavía la posibilidad de organizar el traslado. En realidad, no lo disponemos nosotros, el traslado lo realizan las Naciones Unidas, nosotros tenemos que facilitar algunos materiales que ya los hemos facilitado, pero tenemos que hacer algunas coordinaciones. De cualquier manera, lamentablemente, tenemos experiencia en estas circunstancias y estos trámites demoran algunos días. No va a ser sencillo, no va a ser rápido.
¿Qué pasa con la familia del soldado Álvarez? ¿Quién acciona para compensarla de alguna manera? ¿Es el Ejército o es Naciones Unidas?
Hay dos maneras. Una primera es que Naciones Unidas tiene un seguro, que hay que activar. Por supuesto que en eso ya estamos trabajando, como estamos trabajando en recopilar la información para que el soldado Álvarez sea declarado fallecido en acto de servicio, cosa que va a suceder, y la familia tenga la cobertura social que le corresponde de acuerdo con la jerarquía que tiene el soldado y las circunstancias en que falleció. Seguramente la familia va a recibir el 100% de retiro, de un grado superior al que el soldado Álvarez tenía.
En información brindada por algunos medios de prensa se habló de que tenían la certeza de que era un ataque coordinado, que buscaba atacar a un equipo de cascos azules. ¿Se pudo confirmar eso?
Yo no mencioné un ataque coordinado. Lo que dije es que hubo un ataque preciso a un blanco de Naciones Unidas, con un medio de fuego indirecto, que fue guiado, o sea, por lo tanto, lo que se buscó es hacer daño o matar. Aquí se estaba dentro de la línea, guiado por algún sistema que le dio muchísima precisión al ataque. Porque lo que no es habitual, no sucede, es que con fuego indirecto, en un primer disparo, que fue el primero que recibimos nosotros, se haga impacto en un blanco. Eso fue lo que dije yo.
¿Cuánto personal tenemos distribuido en las misiones de paz?
En el Ejército, andan en el orden de las mil personas en misiones efectivas, en todas las misiones.
¿Esto es contando a los observadores también?
Sí, señor. Contando a todos.
El Ejército Nacional ha sido distinguido por Naciones Unidas como muy profesional. ¿Esto genera un trabajo especial cada vez que van a ser asignados a una misión?
Sí, por supuesto. Hay un proceso de preparación que implica varios meses. Es un proceso de preparación que está pautado por las Naciones Unidas, en una parte, y la otra parte es específica del Ejército Nacional. Hay que cumplir con todo ese proceso para concurrir a la misión de paz. Aun habiendo ido a otra misión, el proceso se cumple. Quiere decir que nos aseguramos de que quien vaya lo haga correctamente entrenado y con el equipo y las habilidades necesarias para el empleo del equipo con el cual se va a desplegar.
¿Cada zona que se cubre vive una realidad distinta?
Sí, por supuesto, cada zona, cada misión, es diferente. Siria y Congo, por supuesto, son realidades diferentes y misiones diferentes.
¿Qué va a pasar con la misión en Haití? ¿Usted habló algo al respecto?
Se me ha consultado alguna vez, pero no ahora, por supuesto. Tiene que haber una resolución de Naciones Unidas, una invitación a Uruguay y una autorización del Parlamento para que alguien de Uruguay pueda participar en Haití. Yo, la verdad, no tengo conocimiento respecto a eso.
¿La designación de los efectivos está de acuerdo con las regiones? Por ejemplo, del norte del país históricamente salían soldados para cubrir Haití, por citar un caso.
El Ejército no trabaja por departamentos, trabaja por unidades básicas. En Rivera usted tiene una unidad básica y tiene además una brigada. En función de esas unidades, en la cantidad de efectivos que van a una u otra misión, por supuesto, todos tienen la misma posibilidad. Pero aclaro, además, que hay una cantidad de gente de Rivera que presta servicio en otras unidades del sur del país, que no importa si es de Rivera o no, no es vacante de Rivera o vacante de Artigas, que si son seleccionados también van.
El sistema político reaccionó de manera solidaria con el Ejército, como no podía ser de otra manera. Usted estuvo en el Parlamento, ¿tuvo que explicar lo que estaba ocurriendo?
Fui al Parlamento invitado por la Comisión Permanente, por la futura ministra Sandra Lazo y la Comisión de Defensa del Senado, que fue quien tuvo esta iniciativa. Para el Ejército es tremendamente importante que el Poder Político, el espectro político en su conjunto, nos dé el respaldo que necesitamos para seguir trabajando en circunstancias que fueron y son muy difíciles.
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