El proyecto sobre las plataformas digitales y sus trabajadores, que se había aprobado en la Cámara de Diputados, no prosperó en el Senado. Durante su tratamiento, en una de las últimas sesiones de la Cámara Alta antes del receso, llevó a que el senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech anunciara que no se acompañaría la iniciativa, proponiendo que pasara de nuevo a Comisión de Asuntos Laborales, lo cual sería acompañado después por otros sectores. Esto es debido a que no existió un tiempo adecuado para estudiar la iniciativa. El proyecto había sido presentado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Básicamente, se desea reglamentar trabajos realizados para las plataformas Pedidos Ya o Uber. Entre otros puntos dentro del proyecto se coloca como dependientes o autónomos a los trabajadores. La senadora Graciela Bianchi (miembro informante) dijo que el proyecto se acercaba a que se contemplaran todas las situaciones, ya que “no se podía aceptar que el trabajo en las plataformas continúe sin ningún tipo de regulación”.
El senador frenteamplista Óscar Andrade dijo que si se pretendía proteger a los trabajadores de plataformas se debía rechazar el proyecto. Una de las razones es que había ingresado a la Comisión de Asuntos Laborales del Senado hacía una semana y se trataba de un tema complejo. “La primera falacia es que se le está dando normativa a algo que no lo tiene y eso no es así. Son innumerables las sentencias de la Justicia, hasta en la Suprema Corte, de los derechos de los trabajadores” de las plataformas y el proyecto quiere ahora “dar la razón a todas las empresas transnacionales”.
Las sentencias judiciales señalan que este grupo de trabajadores se incluye en el Consejo de Salarios 19 (subgrupo 10). El proyecto señala que es posible pagarles el salario mínimo nacional ($ 22.168), mientras que el subgrupo 10 señala que el mínimo es de $ 31.135. Andrade recordó que, por ejemplo, Pedidos Ya despidió a todos los trabajadores en 2021 y recontrató a algunos sobre la base de no ser dependientes. “Estamos defendiendo las posturas que tuvieron todas estas empresas, que perdieron con las mismas posturas todos los juicios”, dijo el legislador comunista.
Sobre la opción de que en vez de ser dependientes los trabajadores sean monotributistas, señaló que la creación del estatuto fue para pequeñas empresas o aquellos que se quisieran legalizar, “no para Pedidos Ya o Uber”. Otro punto cuestionado es que no se tiene límite de horario de jornada. “El grueso de las sentencias está en un máximo de 44 horas y acá legislamos por 48 horas semanales, diciendo que queremos proteger a los trabajadores”, dijo Andrade, quien se preguntó “cuál es el apuro” de legislar sobre este tema.
Otro punto es que solo estarán regulados por Consejo de Salarios aquellos que forman parte de la asociación de trabajadores, dejando de lado al resto. Para Andrade los convenios se firman para todos los trabajadores, no solo los sindicalizados. Por otra parte, los catedráticos que opinaron sobre el tema en la Comisión del Trabajo de Diputados dejaron en claro que la norma recorta derechos y sostuvo: “Démonos tiempo para estudiar este tema”.
“No venimos con una solución mágica”
La senadora nacionalista Graciela Bianchi dijo que la forma impulsada en el proyecto para los trabajadores de plataformas “no es la ideal, pero se protege más al trabajador con esta ley. Es un acercamiento que está de acuerdo con las normas de la OIT”, agregando: “Estamos con posibilidades de mejorar la ley con lo que la propia realidad nos vaya enseñando. No venimos con una solución mágica, pero comienzo tienen las cosas”. A la vez llamó a evitar a que “la próxima legislatura parta de cero” en este tema.
El senador del Partido Nacional Juan Straneo (suplente de Juan Sartori) señaló que el proyecto no era contra los trabajadores y tampoco era de “flexibilización laboral”. “Los trabajadores tienen muy claro que negociarán con salarios mínimos de 40 mil pesos”, dijo, lo cual fue desmentido por Andrade.
“Provocan crisis en la pequeña empresa”
El senador Guillermo Domenech (Cabildo Abierto) señaló que se trataba de un tema delicado. “Las plataformas han desembarcado en forma disruptiva en Uruguay y en el mundo, generando concentración del proceso económico, al cual no estamos acostumbrados y provocando la crisis de la pequeña empresa”, señaló.
A esto agregó que no se deseaba pronunciarse Cabildo Abierto hasta no estudiar más el tema, “ya que estamos hablando del trabajo de los más humildes”, por lo cual se solicitaba que volviera a Comisión. El senador colorado Tabaré Viera también se manifestó en nombre del Partido Colorado para que el tema se trate en el futuro. Finalmente, se votó 22 en 23 que el proyecto regresara a la Comisión de Asuntos Laborales.
“Una ley muy vaga en cuanto a sus planteos”
La empresa Pedidos Ya tercerizó a comienzos de año su operativa en Uruguay, lo cual llevó al despido de más de 251 trabajadores del área administrativa y de servicio al cliente. Este despido masivo llevó a la disolución del gremio. Camila Lara formaba parte de la directiva del gremio de trabajadores y también fue despedida. No obstante, había participado en las propuestas para crear un marco normativo para esta nueva modalidad de trabajo. La situación de la no existencia de un gremio llevó a que en las comparecencias ante la Comisión de Asuntos Laborales de Diputados en que se discutieron los proyectos fueran representantes del Pit-Cnt quienes concurrieran. El gremio de Pedidos Ya estaba afiliado a la Federación Uruguaya de Empleados y Empleadas del Comercio y los Servicios (Fuecys). En diálogo con La Mañana, Camila Lara dijo que al proyecto aprobado en Diputados le faltaba más discusión con los trabajadores, ya que se trataba de “una ley muy vaga en cuanto a sus planteos”. Dijo al respecto que “resuelve algunas cosas, pero no se mete en profundidad en la discusión y en las dificultades que hoy trae el modelo de organización en plataformas digitales”.
Los trabajadores de Pedidos Ya están inscriptos como una unipersonal, pero no tiene los derechos que tiene un trabajador en situación de dependencia. Lara dijo que el proyecto del Parlamento apunta a que el trabajador elija una de las dos formas: de dependencia o como una unipersonal y el tema central de la discusión es “cuál sería el salario que debería percibir un trabajador unipersonal”. Mientras que un trabajador dependiente tendría un salario fijo por 8 horas, el unipersonal percibía de acuerdo con los objetivos de productividad que la empresa le marca.
“La discusión es esa: ¿es un trabajador en dependencia?, ¿no lo es?, ¿la empresa debería de darle más garantías o no debería? Lo que sucede es que este es un modelo disruptivo y genera la necesidad de pensar cuáles son las mejores alternativas para la parte más vulnerable, que en definitiva hoy es el trabajador y trabajadora que hace la tarea de reparto o el que trabaja arriba de un auto como en Uber”, señaló Camila Lara.
A su vez indicó que la solución “no es esta ley. Tampoco la de la oposición [Frente Amplio], pero sí es necesaria una ley”. También explicó que en el caso de Pedidos Ya la empresa sostenía que en caso de pasar a ser dependiente, el empleado deja de tener un trabajo flexible, cumpliría un horario con todas las prestaciones sociales y se le asignarían la cantidad de pedidos a repartir, pero no cobraría por cada uno de ellos.
Pero en el concepto de nuestra entrevistada, el trabajo flexible (o sea, hacer las horas que se quiera por día y trabajar a productividad) no existe. “No hay flexibilidad de ningún tipo. El trabajador sigue sujeto a tener que trabajar todos los días determinada cantidad de horas para poder sostener la empresa, primero que nada, y poder sostener una vida. En términos de elección, sí se puede elegir, pero después no tienes un sustento”.
En el caso de la flexibilidad el tema se torna más complejo, y Lara señaló que no se trata de que paguen por pedido cumplido, sino por “una decisión de los algoritmos”, quien marca la cantidad de pedidos que se pueden tomar. Esto se debe a que los pedidos se terminan otorgando de acuerdo con el cumplimiento de ciertas pautas por parte de los repartidores. Para saber cuánto cobra un trabajador que acepte la flexibilidad, se debería conocer datos que la empresa por ahora no está dispuesta a proporcionar, como ser la gestión algorítmica que se utiliza para determinar la cantidad de los viajes que se realizan o las adjudicaciones.
En la actualidad se ha señalado que existirían unos 2000 servicios de entrega vinculados a esta empresa. Camila Lara, que trabajó 10 años en Pedidos Ya, señaló que lo ideal para el sector sería “una regulación y trabajo digno, pero mediante un diálogo social que involucre a los trabajadores”.
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