El pasado miércoles 30 de setiembre, en una maratónica sesión de casi 13 horas, el Senado rechazó por 16 votos a 15 el desafuero del senador Guido Manini Ríos. La solicitud había sido realizada casi un año atrás por el fiscal Rodrigo Morosoli y elevado sucesivamente al Poder Judicial y Legislativo.
La elección de Manini como legislador y las interrupciones generadas por la pandemia, la ley de urgente consideración y las elecciones departamentales, provocaron una postergación de la decisión sobre el desafuero primero de la Comisión de Legislación y luego del Plenario de la Cámara.
Precisamente en la Comisión de Constitución y Legislación se había resuelto el día de la sesión extraordinaria por 5 votos a 4 a favor del desafuero, en virtud de los cuatro votos del Frente Amplio más el voto del legislador del sector Ciudadanos del Partido Colorado. Sin embargo, en el Plenario no se alcanzaron los 21 votos requeridos para el desafuero (mayoría especial) ni siquiera la mayoría simple con 16 votos.
Fueron tres los miembros informantes que hicieron uso de la palabra en la apertura de la sesión del miércoles. El senador Charles Carrera (FA), la senadora Carmen Asiaín (PN) y el senador Pablo Lanz (PC).
El primero argumentó a favor del desafuero básicamente siguiendo la teoría del caso del fiscal Morosoli, que centró su acusación en la imposibilidad de Manini de probar que había comunicado oralmente sobre el testimonio de Gavazzo al ministro Menéndez en dos oportunidades. En esta postura, que invierte la carga de la prueba, se apoyaba también en las declaraciones sobre todo de uno de los tres integrantes del Tribunal de Honor, que apuntaban a Manini, aun cuando esas comunicaciones tampoco quedaron registradas.
En tanto la senadora Asiaín se encargó de fundar la falta de mérito para el desafuero, principalmente en que no existe la obligación de denunciar un delito que ya fue procesado por la Justicia y que el delito no tenía plazo para su procedimiento. La legisladora remarcó en varias oportunidades que los de Gavazzo fueron crímenes aberrantes y deleznables, pero que en la sesión no se trataba de procesar la autoría de esos crímenes.
Por su parte, el senador Pablo Lanz, que asumió la banca que dejó el actual ministro de Ambiente, Adrián Peña, realizó su argumentación a favor del desafuero aclarando que se debía actuar “a la luz del principio de separación de poderes” y que “sin entrar en el fondo del asunto ni emitir un prejuzgamiento” existían “elementos razonables para hacer lugar a la formación de causa”. El principal punto que se procuró enfatizar fue la “plena confianza” en la Justicia y su “recto e independiente proceder”.
Luego fue el turno del senador Guido Manini, que en virtud del reglamento de la Cámara pudo participar con voz pero sin voto durante el desafuero. Esto se debe a que el Parlamento en estos casos realiza función jurisdiccional y el involucrado no podría, por principio general de Derecho, ser juez y parte al mismo tiempo. Durante cuarenta y cinco minutos, más una prórroga de otros quince, Manini desarrolló su fundamento sobre fondo político del proceso y también realizó un detallado informe de sus actuaciones en cada momento.
“Hay una operación para terminar con la coalición del gobierno sacando del medio a uno de los que, sin duda, es uno de sus principales sostenedores”, remarcó Manini. “Es claro que el Frente Amplio jamás nos va a perdonar ser crucial en su derrota electoral”, añadió.
Al mismo tiempo que se realizaba la sesión, frente al edificio del Palacio se realizaba una manifestación convocada por parte de la dirección del Frente Amplio que no tuvo prácticamente adhesión, salvo por un par de decenas de integrantes de organizaciones de familiares. Algunos de ellos habían participado horas antes en distintos medios de comunicación, al igual que el fiscal de corte, Jorge Díaz, que incluso hizo referencia en televisión al tema del desafuero que se trataba en la misma jornada.
Del lado del Frente Amplio los principales polemizadores fueron los senadores Bayardi, Kechichián y Andrade. Mientras que del lado de la coalición fueron sobre todo los senadores Bianchi, Domenech y Lozano. También hubo importantes intervenciones desde el punto de vista argumentativo de los senadores Sanguinetti, Penadés y Botana.
Cabe señalar que se trató de la última sesión como senadores de los ex presidentes Julio María Sanguinetti y José Mujica, que anunciaron su retiro como legisladores.
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