La Comisión de Vivienda y Ordenamiento Territorial integrada con la de Hacienda de la Cámara de Senadores continúa analizando el proyecto de ley por el cual se prevén una serie de medidas que contemplan a los deudores en unidades reajustables del Banco Hipotecario (BHU) y la Agencia Nacional de Vivienda (ANV).
Se trata de unos 20.000 créditos. El proyecto plantea una serie de quitas o en algunos casos la extinción de la deuda. Esto tendría un costo calculado en US$ 590 millones en un período que va de 20 a 40 años. O sea, se trata de lo que el BHU y la ANV no van a cobrar por esos créditos.
Desde el Poder Ejecutivo se ha insistido con que la solución se puede aplicar únicamente si el BHU se fusiona con el Banco República, y ese punto ha pasado a ser el tema central en la discusión del proyecto.
Para impulsar la fusión, quienes la defienden se basan en que el BHU cuenta con un portafolio de créditos de US$ 1500 millones, representando el 50% del total de los créditos hipotecarios del mercado.
Asimismo, se ha indicado que en los últimos diez años (2012 a 2022) el crédito hipotecario creció diez a uno en favor de la banca privada. En ese período los bancos privados prestaron para compra de viviendas US$ 1050 millones y el BHU, US$ 101 millones. En 2009 la entidad estatal representaba el 85% del mercado y hoy, el 49 %. Esto en un contexto en que los créditos hipotecarios totales son del 5% del PIB, una de las cifras más bajas en cualquier comparación internacional.
Una posible fusión necesita una mayoría especial en el Parlamento con la que el Gobierno no cuenta, y ya han manifestado su oposición el Frente Amplio. Pero todo indica que para el Gobierno una cosa está atada a la otra: la reestructuración y el perdón de deudas va “atado” a la fusión del BHU con el BROU.
La posición del MEF
Desde el Ministerio de Economía y Finanzas, se expuso sobre la posición del mismo, en cuanto a esta iniciativa, en la Comisión de Vivienda y Ordenamiento Territorial integrada con la de Hacienda del Senado, con una focalización en el tema de la fusión del BHU y el BROU.
El director de Finanzas Públicas del MEF, el Cr. Fernando Blanco, explicó ante los senadores que el crédito hipotecario público perdió participación en el mercado hipotecario y que, de estar en un pie similar en la cantidad de créditos nuevos dados por cantidad de crédito en el 2010, “de casi un 50 % sobre unos 1800 préstamos, hoy se llega a que uno de cada cuatro de los nuevos los realiza el BHU y que los otros tres son de privados”. Es por esta situación que, según él, “se entendió pertinente sugerir la integración del Banco República y del Banco Hipotecario en una sola institución. Con esto se generarían sinergias que presentarían algunos beneficios al crédito hipotecario público”.
No obstante, ante la misma comisión, el director general del MEF, Mauricio Di Lorenzo sostuvo que la idea de la fusión “es una iniciativa de senadores y no del Poder Ejecutivo”. “No es una iniciativa nuestra. Simplemente, aportamos criterios e ideas”, dijo.
Diferentes posiciones en el BROU
En la citada Comisión, también compareció el Banco República para opinar sobre la posibilidad de la fusión. En esa ocasión se observaron diferencias en el Directorio con respecto a este tema.
El presidente del BROU, Salvador Ferrer, manifestó que “la fusión de ambas entidades permitiría potenciar el negocio hipotecario, en particular, y la oferta comercial, en general, de la nueva entidad, generando un banco con un modelo plenamente universal de negocios que competiría en igualdad de condiciones comerciales con las restantes instituciones del mercado”. Para Ferrer se potenciaría la estructura de balance. También habló sobre las ventajas de tener 130 sucursales en todo el país, contra las siete actuales del Banco Hipotecario y estimó en un incremento de US$ 100 millones anuales la capacidad de colocación de crédito hipotecario en el mercado. En lo único que señaló una discrepancia es en la creación, dentro del Banco República, de la Unidad Organizativa de Créditos Hipotecarios, lo cual contempla el proyecto de ley. “Me atrevo a sugerir que se le asignen al Banco República por ley las funciones que correspondieran en su caso al Banco Hipotecario, pero que se mantenga la independencia del ente autónomo Banco República a la hora de definir cómo se organiza internamente”, sostuvo.
Por su parte, el director Pablo Sitjar (de Cabildo Abierto) manifestó su desacuerdo con que el BHU se incorpore al BROU, “por una cuestión de los riesgos que se han manejado”. “Estamos asociando esto a una transacción que, como ustedes mismos han discutido, genera una pérdida para el Banco Hipotecario. Por lo tanto, estaríamos incorporando al Banco República una actividad que, por algún motivo, genera una pérdida”, señaló.
Stijar explicó que existe una pérdida para el Banco Hipotecario y la manera que se encuentra para resolverla “es liquidar el banco y que sea absorbido por el Banco República”. También hizo referencia al tema de la oportunidad, explicando que el BROU “está con problemas de recuperación de personal”. “Se está jubilando gente y hemos tenido dificultades para recuperar nuestros cuadros”, señaló. “La plantilla viene bajando rápidamente y hay un hueco de mucha gente joven que necesita ser entrenada por quienes se están jubilando”. A esto se suma la emergencia agropecuaria y el BROU “es el único instrumento efectivo que ha tenido el Estado para hacerle frente”. “No quiere decir que esto no sea una buena idea, pero, quizás, en términos de oportunidad, podría quedar para otro momento”, indicó.
El director frenteamplista, Leandro Francolino, fue más allá y dijo que se oponía a todo el proyecto. “Nada indica que estos deudores no puedan presionar y conseguir que se los termine reestructurando, también, al barrer” sin examinar caso por caso. Sobre la probable fusión dijo que “plantear en este momento una incorporación como la que está proyectada debilitaría grandemente las posibilidades de que la banca pública mejorara su participación en el mercado hipotecario y, además, perjudicaría la posibilidad de que el Banco República pudiera cumplir adecuadamente con sus cometidos”.
Max Sapolinski, director en representación del Partido Colorado, se pronunció a favor de la unión de los bancos. “Lo importante para mí es que nosotros tenemos que velar por dar créditos hipotecarios a la población. No importan tanto las formas, sino los fundamentos y las funciones”, expresó.
A favor y en contra de la ley
El senador Mario Bergara (FA) dijo en la Comisión, que la refinanciación de los deudores del BHU lo puede realizar directamente el banco, sin tener que aprobarse ninguna ley. “¿Se entiende que de 27.000 deudores en UR, 17.000 ya resolvieron sus casos? ¿Se entiende que, de 50.000 deudores en la Agencia Nacional de Vivienda, alrededor de 30.000 también ya llegaron a acuerdos y mucha cancelación? Y voy a la pregunta concreta. ¿Es necesaria una ley?”, dijo el legislador.
Uno de los impulsores del proyecto, el senador colorado Germán Coutinho sostiene que “hoy el Banco Hipotecario no cumple más aquella función de otras décadas en las que tenía 20.000 créditos y hoy no más de 1000”. Para Coutinho, la banca privada presta los mismos montos que en la década de los noventa, lo que “quiere decir que tampoco suplantó ni generó instancias nuevas para mejorar la posibilidad de acceso a la vivienda, principalmente de la clase media”. Para el legislador, el Banco Hipotecario “ya no tiene la especialidad de ser un banco que opte por prestar recursos para poder llegar a la vivienda” y acotó: “Hasta su capital o sus recursos importantes –hablamos de miles de millones– los ha colocado en otro lado para generar intereses, para que le den mejor los números o para dejar más contento al Banco Central del Uruguay, antes que prestárselo a la gente”.
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