La diputada por el Partido Nacional (PN) fue noticia en los últimos días por haberse convertido en la primera mujer afrodescendiente que ocupará una banca en el Senado. Hoy está centrada en la actual campaña electoral, pero también en lo que será su trabajo parlamentario del próximo período, donde sabe que todavía tiene mucho por hacer.
La violencia de género, el problema de las cárceles y la escasa representatividad femenina en el sistema político son algunos de los temas que espera poder abordar en ese ámbito. Aunque ya se dedicó a esto durante su pasaje por la Cámara de Representantes, asume que hace falta continuar por ese camino.
“Se están agitando fantasmas y sembrando el terror de que si el PN llega al gobierno se quitará la asistencia en prestaciones, se recortarán las políticas sociales y se desconocerán los avances en la agenda de derechos, pero es una gran mentira”
“El domingo 24 se decide entre el continuismo o el cambio”. Así define Rodríguez el destino del país, y se muestra confiada en que después de 15 años de gobiernos de izquierda, la ciudadanía le dará una oportunidad a la alternancia y, de esa manera, el 1 de marzo de 2020 se instalará una coalición de varios partidos, pero encabezada por los blancos.
“Nosotros trabajamos para posicionar a nuestro candidato como futuro presidente de todos los uruguayos”, dice en referencia a Luis Lacalle Pou, y señala que van a gobernar con tolerancia, atentos al cumplimiento de sus compromisos. Entre esas promesas, destaca algo primordial: atender las necesidades de aquellos que hoy están pasando mal.
En lo que resta de la campaña electoral hacia el balotaje, Rodríguez espera que sean días de mucho trabajo, con una competencia sana y, sobre todo, que se termine con la “campaña de mentiras” que se ha instalado. Al respecto, lamenta que “se están agitando fantasmas y sembrando el terror de que si el PN llega al gobierno se quitará la asistencia en prestaciones, se recortarán las políticas sociales y se desconocerán los avances en la agenda de derechos”. Todo eso, asegura, es “una gran mentira” y la prueba está en el acuerdo que se realizó días atrás, firmado por los cinco partidos que integrarían la coalición en caso de que Lacalle Pou obtenga la victoria en noviembre.
Para la legisladora, lo peor de esta situación es que afecta a las personas que más necesitan y cuyos derechos son vulnerados, porque se les agrega otra preocupación. “El Frente Amplio (FA) utilizó a los pobres, a los sectores menos favorecidos para llegar al poder, con promesas que no cumplió, y ahora los está usando para mantenerse en él, sembrando el terror y la mentira”, aseveró. Añadió que esto se debe al temor que tiene el partido de gobierno de ser investigado, lo que sucederá si Lacalle asume la Presidencia, puesto que tal como adelantó en varias oportunidades, una de las primeras medidas que tomará será la realización de auditorías en las diversas áreas del Estado.
El acuerdo nacional entre el PN, el Partido Colorado (PC), Cabildo Abierto (CA), el Partido Independiente (PI) y el Partido de la Gente (PG) no surgió a partir del 27 de octubre, sino que fue producto de un proceso llevado adelante por el candidato nacionalista y todo su equipo, donde durante muchísimo tiempo recorrieron el país con los programas de gobierno de cada partido, destacando las coincidencias y manteniendo diálogo con el resto de los líderes. Rodríguez calificó esta coalición como necesaria, dado que “la ciudadanía está pidiendo un cambio”.
En ese sentido, subrayó que es imprescindible un gobierno diferente debido a que el país vive situaciones preocupantes, como la inseguridad y el desempleo, que el FA no ha logrado revertir, además de que hay miles de compatriotas viviendo en la calle o en asentamientos, lo que deja en claro que las políticas sociales han fracasado. Sumado a esto, entiende que los blancos tienen la mejor fórmula y que, a diferencia del FA, se han preparado para “gobernar con la gente y no para la gente”.
La responsabilidad y el compromiso con los uruguayos
En otro orden, la parlamentaria se mostró muy agradecida por haber sido electa senadora, tanto con la gente que la votó, como con su partido, que le dio la oportunidad de ocupar ese lugar. “Es un honor y a su vez una gran responsabilidad que me ha otorgado la población. Voy a dejar todo para no defraudar a nadie”, enfatizó.
Desde la Cámara Alta pretende continuar con su compromiso en el tratamiento de la violencia hacia la mujer basada en género, cuyo presupuesto no fue aprobado y es fundamental para lograr resultados en esa materia.
También seguirá insistiendo en el problema de las cárceles, en el entendido de que representa una causa importante de la inseguridad que hoy sufren los uruguayos. De hecho, opinó que el 47% de los electores que votaron por la reforma constitucional para “Vivir sin miedo”, dejaron de manifiesto que una de las principales preocupaciones de la sociedad es, justamente, la falta de seguridad.
La futura senadora considera esencial que el tema carcelario sea trabajado en profundidad, ya que los ciudadanos que están privados de libertad deben reinsertarse una vez liberados, pero rehabilitados. No obstante, lo que sucede hoy en las prisiones es que “no se rehabilitan, se cometen delitos, se roba, se mata, se viola, hay tráfico de drogas y de armas”.
Otros asuntos pendientes a tratar en el Senado son el Código del Adulto Mayor, la vivienda, la salud y la niñez. “Nosotros no nos podemos olvidar de que la pobreza en Uruguay tiene cara de niño”, puntualizó. Para trabajar en todo esto, confía en que va a contar con el apoyo de los legisladores pertenecientes a los partidos que han firmado el acuerdo nacional de 13 puntos. Para ello, la oposición unida conformará las mayorías parlamentarias, con 17 senadores y 56 diputados.
La baja representatividad femenina en el sistema es algo que también le genera una gran preocupación y que proyecta abordar desde el Parlamento. Incluso, el PN cuenta con un observatorio para analizar las listas y ver en qué se falló, es decir, por qué hoy tiene menos representatividad de mujeres que en la legislatura pasada. “El tema de la representación política de la mujer nos debe preocupar a todos, porque evidentemente solo con la legislación no podemos lograr resultados, sino que hay otros componentes que debemos trabajar, porque muchas de nuestras compañeras valiosísimas se han quedado por el camino y no van a poder estar en los lugares a los que aspiraban llegar”, argumentó.
Un trabajo conjunto
Durante muchos años, Gloria Rodríguez trabajó en forma mancomunada con la senadora electa por CA, Irene Moreira, edila de Artigas, quien pocos meses atrás renunció al PN para incorporarse al partido de Guido Manini Ríos.
A las dos las une una relación muy especial. Rodríguez remarcó que Moreira integró el Centro de Estudios y Formación Josefa Oribe, y juntas abordaron temas de género y de militancia social.
“Es una mujer sumamente valiosa, comprometida con los que más necesitan, y he sentido una grata satisfacción de que ella también haya llegado a la Cámara de Senadores. Estoy segura de que juntas, así como con otros compañeros, vamos a realizar una tarea muy comprometida, basada en el respeto y en defensa de los derechos humanos”, indicó la diputada nacionalista.
Dijo además que celebra su participación en el Senado independientemente de que pertenezca a otro partido, pues se considera una persona “de tender puentes”. Inclusive, admite que tiene una excelente relación con muchos colegas de otras fuerzas políticas, más allá de las diferencias.
“Yo practico la tolerancia, que es importante para el país. No podemos trabajar basados solamente en la ideología. Yo no comparto la forma en la que se ha manejado este partido de gobierno cuando hemos tenido asuntos importantes que tratar en los que ha primado la ideología y no los intereses del país”, apuntó.