Estará bajo la órbita de la Junta Nacional de Migración con la participación de varios ministerios y contará en su elaboración con la asistencia técnica de países como Costa Rica. A pesar de las iniciativas para la integración de los inmigrantes, todavía hay muchos aspectos que colocan en una seria desventaja a los extranjeros, como la imposibilidad de nacionalizarse.
Pensando hacia el futuro y considerando la situación mundial y regional, el Gobierno lanzó el Primer Plan de Integración de Personas Migrantes y Refugiadas, que funcionará bajo la órbita de la Junta Nacional de Migración (JNM). La misma está integrada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y delegados de la Presidencia de la República y los ministerios de Interior, Trabajo y Seguridad Social, y Desarrollo Social.
El gobierno decidió desarrollar talleres mensuales sectoriales, entre diversas instituciones vinculadas al tema, para lograr una estrategia integral, transversal e intersectorial, que abarque todo el territorio nacional y los distintos niveles de gobierno.
Durante el lanzamiento de este plan, la subsecretaria de Relaciones Exteriores y la presidenta de la JNM, Carolina Ache Batlle, dijo que Uruguay mejoró su normativa sobre la migración y el refugio al crear la Junta Nacional de Migraciones y la Comisión de Refugiados, pero a la vez “es necesario continuar atendiendo un escenario de crecimiento por el aumento de la llegada de personas migrantes y de personas solicitantes de refugios y de personas refugiadas”. Costa Rica colaborará en la elaboración técnica del proyecto Planificación de la Integración de Personas Migrantes y Refugiadas en Uruguay.
El director ejecutivo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Mariano Berro, sostuvo que será “un trabajo aplicable a largo plazo” a la vez de resaltar la participación de los representantes del sector público, los organismos internacionales, otros países, organismos, ONG y población en general. Para Berro, “toda política de migración habla mucho más del país y de los ciudadanos que reciben que de quienes llegan al territorio”, destacando que “valores como la solidaridad y la comprensión tienen un premio para cada uno: ser mejores como personas y sociedad”.
Por su parte, el representante regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (Acnur) en Sudamérica, Juan Carlos Murillo, dijo que los aspectos medulares de este programa de integración legal son la necesidad de permisos de trabajo, educación y salud, y un aspecto cultural que valore las diferencias.
Migraciones se pueden intensificar
El diputado y presidente de la Comisión Especial de Futuros del Parlamento, Rodrigo Goñi (Partido Nacional), dijo a La Mañana que la presencia de los migrantes en Uruguay es fundamental para lograr el desarrollo en diferentes áreas y destacó que el país debe estar preparado para recibir nuevas olas de extranjeros que estén llegando. “Todo el foco debe estar en la integración”, sostuvo. Agregó que hay diferentes tipos de situaciones de los migrantes que llegan. Está el caso de los profesionales a los cuales, según Goñi, se les debe acelerar la revalidación de los títulos. En el caso de personas que llegan con diferentes calificaciones, el legislador opina que se les debe acreditar las competencias, y en el caso de aquellos que tienen dificultad de insertarse en el mundo laboral, el Inefop debería darles cursos de capacitación.
Otro punto que destacó es la información. “Para un inmigrante es clave tener la información sobre, por ejemplo, los tipos de educación que existen para sus hijos, como la Utec”, sostuvo. Para el legislador es fundamental facilitar la instalación de un inmigrante informado porque si no sucede así “no solo sufre él, sino también todo el resto de la ciudadanía”.
“Que la migración hacia Uruguay sea un proceso positivo o negativo, depende en gran medida de las herramientas que se les otorguen”, subrayó. Al ser consultado si la ola de migración registrada en los últimos años puede continuar en el futuro, sostuvo que hay factores que muestran “incertidumbre”. “Si los procesos migratorios como el de Venezuela ocurren en otros países que no se pueden estabilizar, es de esperar que esas migraciones se pueden intensificar”, acotó.
No obstante, manifestó que otras situaciones mundiales, como la guerra en Ucrania o cambios climáticos como los observados en Europa, intensificarían la llegada de extranjeros al país. Goñi dijo que Uruguay es una nación que no tiene xenofobia, lo cual “es un intangible”, por lo cual debe haber una política migratoria. Otro punto que destacó es que el arribo de estos migrantes “no significa que se esté quitando trabajo a los uruguayos”, ya que muchos de los que llegan lo hacen para tener nuevos emprendimientos o trabajar desde Uruguay hacia el resto del mundo.
Un viejo reclamo sobre la ciudadanía
A nivel parlamentario se está analizando una iniciativa del diputado (suplente) Francisco Capandeguy del Partido Nacional para realizar cambios en el pasaporte de los ciudadanos legales. El proyecto se encuentra en la Comisión de Constitución y Código de Cámara de Representantes. En Uruguay no se nacionalizan a extranjeros, por lo que en el campo de “nacionalidad” se pone la de origen. Si la persona nació en el país dice “uruguaya”, pero por ejemplo si nació en Venezuela, por más que tenga la ciudadanía, dirá “venezolana”.
La idea planteada por Capandeguy es que en el campo “nacionalidad” se ponga uruguaya y a continuación el número de la ley (de ser aprobada), para diferenciarlo a los nacidos en el país, quedando aclarado en el documento que se trata de un nacional, pero por una ley especial. Uruguay es el único país junto a Birmania que no tiene la nacionalización para ciudadanos legales extranjeros. La Constitución especifica que “los nacionales son los nacidos en Uruguay y los hijos y nietos de estos”.
Salarios y migración
Una investigación sobre “Inmigración y desigualdad en el mercado de trabajo uruguayo” señala que existe una “desigualdad sistemática” en materia salarial entre los migrantes y los uruguayos. El mismo fue realizado por Clara Márquez, Victoria Prieto, Ana Escoto y Fabiana Espíndola. Según publica La Diaria estos datos se dieron a conocer en un conversatorio organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Uruguay. Se señala que, tomando las mismas condiciones, los trabajadores extranjeros recién llegados a Uruguay ganan en promedio 15% menos que sus pares uruguayos, aunque existen diferencias según la capacitación.
Los migrantes recientes, de ingresos bajos, cobran 27% menos que los uruguayos; los de ingresos medios, 10% menos, pero en el escalón de ingresos altos los migrantes recientes perciben una remuneración 14% superior a la de los uruguayos. Victoria Prieto dijo que “en promedio, para el conjunto de los individuos, a igual sexo, edad, educación, ocupación y antigüedad en el empleo, la población migrante está ganando 15% menos cuando lleva menos de cinco años en Uruguay”, pero la diferencia desaparece después de los primeros cinco años de residencia en el país. Clara Márquez, coordinadora del proyecto, indicó que “por lo general, el migrante es una persona desinformada. Estamos pensando en migrantes de América Latina que vienen de contextos laborales sumamente desregulados. Entonces, además de estar desinformados, no se sienten con el derecho a consultar ni a presentar una denuncia. Hay mucho trabajo que hacer en restituirle ese derecho al migrante”.
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