La Dra. Graciela Bianchi es abogada, escribana y senadora de la República por el Partido Nacional desde el 2015 hasta la fecha y fue reelecta para el período 2025-2030. En entrevista concedida a La Mañana, Bianchi se refirió al momento político actual y al futuro gobierno de Yamandú Orsi.
En pleno mes de enero, ¿se calentó el ambiente político?
No, el ambiente viene caliente. Lo que pasa es que a veces hay gente, o personas, o ciudadanos que prefieren mirar para otro lado. Y cuando se confirman cosas que los que no miramos para otro lado, en el acierto, en el error, pasan, la gente se enoja consigo misma, creo yo, sin hacer psicología barata. A mí no me llama la atención nada de lo que está sucediendo, para nada. Yo siempre dije –por algo me fui, además– que el Frente Amplio si llegaba el gobierno lo haría con el sector más radical. Y que era un cruce de caminos que puede determinar el futuro del país por más de cinco años. Así que ahora hay que luchar mucho más que antes.
Las declaraciones del futuro ministro de Trabajo, Juan Castillo, sobre Venezuela, ¿las hizo sin pensar en las consecuencias?
No, él sabe lo que dice. Y además de que sabe lo que dice, yo lo que quiero que vea la gente es quiénes se integran en el gabinete. Él va a seguir, por más que haya personas como yo, que no soy nadie, pero que a alguna parte de la población sé que represento. Todavía no fue nombrado ministro, fue designado como futuro ministro. Es decir, se puede cambiar de opinión, ¿no? Si yo tuviera la responsabilidad… A pesar de que no fue Orsi, él mismo dijo en la primera reunión de los futuros ministros que había muchos que no los conocía, y sobre todo sus secretarios. Lo dijo públicamente, no es que lo dijo en silencio en su casa tomando mate. En los informativos salió. Así que la gente que no se quiere dar cuenta, que no se dé cuenta. No, él sabe lo que dice y está absolutamente convencido. El problema es que hay mucha ingenuidad en la población uruguaya. Yo me refiero al Uruguay, no sé en otros lados, yo vivo acá en el Uruguay, mis hijos y mis nietos viven acá, pero me habrán oído decir muchas veces que nosotros somos muy aldeanos. Eso es bueno para muchas cosas, somos sencillos, somos humildes, nos conocemos todos, todo lo que decimos del Uruguay, pero hace que nos lleve a pensar que hay cosas que suceden en otros países que en el Uruguay nunca van a suceder, y suceden. En consecuencia, él sabe lo que dice. El tema del nombramiento del gabinete, de los subsecretarios, de los directores generales, de la educación es que son los más extremistas que se podría haber elegido. Y fíjense en el gabinete de Lustemberg, que todos la compraron por ser una persona muy suave, sí, claro, pero se crio en Cuba. Ojo, yo la aprecio mucho, pero ella cree que efectivamente es por ese lado que se va a llegar a lo que quiere. No leen, no estudian, no ven la verdad, que se ha caído todo ese socialismo real, nunca existió, pero todo eso que se supone que defiende Castillo y toda la gente del Partido Socialista, que son pocos, como Civila, ministro de Desarrollo Social. El problema es que ya de entrada pusieron a todos los más radicales. ¿Qué espacio de negociación queda?
En las últimas horas, la futura ministra de Salud Pública, Dra. Cristina Lustemberg, desautorizó al futuro subsecretario, Dr. Leonel Briozzo, por declaraciones hechas a la prensa, un jerarca que fuera relevado en el pasado del mismo cargo y que ahora es cuestionado por el alquiler de una vivienda de su propiedad al SMU y pagos a una empresa constructora. ¿Esto se enmarca en su opinión?
Eso yo no lo sabía. Yo sé que a Briozzo lo sacaron en el gobierno del Frente. Pero lo mismo pasa con Bergara, con los seregnistas, entre comillas, porque Seregni, si pudiera reencarnar en alguien, no sé lo que haría. Pero no tienen más remedio que decir que sí. Es decir, podrán decir en alguna declaración y se les escape, porque en realidad se les escapa, decir que no. Se vienen cinco años muy difíciles, sobre todo para quienes se llama los más vulnerables.
¿Por qué esa afirmación?
Hay una cosa que me provoca mucha pena, porque en definitiva es una pena. Habíamos empezado con dificultades, con errores, con poco tiempo, porque además nos agarraron todas las plagas de Egipto y todo lo demás, un proceso por el que el Uruguay podía empezar a ubicarse en el lugar correcto del proceso histórico, económico, social, educativo en que está el mundo libre en este momento, no libertario de extremos, pero sí basarnos en el esfuerzo del trabajo, en la educación, el emprendedurismo, dejar de pensar que tenemos que recibir todo del Estado, porque el Estado no genera riqueza, el Estado funciona por los impuestos que pagamos.
¿La gente no visibiliza al gobierno como administrador de recursos?
Exacto. Porque el Uruguay viene cometiendo estos errores de proteccionismo, de clientelismo, de estatismo, desde hace mucho tiempo, yo diría que desde el principio del siglo XX. Lo que pasa es que hoy la gente en el mundo desarrollado se dio cuenta de que solamente en base al trabajo, al estudio y al esfuerzo personal y en la defensa de la libertad, uno sale adelante. El Estado puede dar una palanca de apoyo, pero uno tiene que desarrollarse a sí mismo. Ahora retrocedimos décadas en el país, décadas, de un proceso que no se había culminado, obvio que no, en tres años no se cambia un siglo y pico de errores, o quince o veinte años de errores. Entonces ahora volvemos para atrás y yo lamento si les molesta y después me salen a decir que tengo discurso de odio, me importa muy poco. Yo siempre hablé, aunque no tuviera fueros o inmunidad parlamentaria, porque es inmunidad parlamentaria, no es fueros, por lo que puedo decir lo que pienso. Siempre dije lo que pensaba. ¿Ahora qué es lo que pasa? Ahora tenemos que empezar de nuevo, porque se retrocede otra vez y la historia no nos espera. Yo siempre digo que tengo la edad que tengo y desde que tengo uso de razón somos un país en vías de desarrollo, o sea un país subdesarrollado, desde que tengo uso de razón tenemos crisis sobre crisis sobre crisis, ahora, si después viene viento a favor de la economía internacional y tenemos un período en el que podemos respirar un poco más, pero después caemos. Y cuando estábamos ordenando la economía, sin mentiras, porque lo que pasa es que la izquierda miente, pero aumentó el salario real, aumentaron las inversiones, aumentó el desarrollo económico, ¿es suficiente? No, claro que no, pero íbamos en camino de avanzar, ahora otra vez para atrás. Aguántense ahora con los impuestos, porque todo lo que se promete hay que pagarlo.
¿Cómo ve usted de cara a futuro la actuación del economista Gabriel Oddone, que ya tuvo los primeros desencuentros con el presidente Orsi?
A Oddone no sé cuánto le doy de vida como ministro. Me llama la atención que una persona inteligente, que no es líder político, que no tiene espalda política, se meta en un lugar en donde sabe que no va a poder hacer lo que quiere, porque el único sector que probablemente le diera un poco más de aire es el MLN o el MPP por el pragmatismo, pero ahí está la lucha interna con el Partido Comunista. Entonces a Astori, que luchó toda su vida política para que el país no se fuera barranca abajo –y él tenía espalda política–, ¿qué le pasó? Tuvo que ceder permanentemente a cosas con las que no estaba de acuerdo y terminó siendo un cadáver político, perdió todos los votos, porque los astoristas –yo nunca fui astorista, pero siempre fui moderada–, nos fuimos rapidísimo, o la gente de su propio sector, por intereses personales vinculados al gobierno, se acomodó. Entonces, por eso Bergara salió, solo Bergara. Entonces, yo no entiendo cómo una persona que, por lo que sé, no tiene dificultades económicas ni problemas para vivir y todo lo demás, pierde su prestigio metiéndose en un lugar en el que o hace lo que el Partido Comunista y el MLN quieren o se va a tener que ir. Ahora, va a ser un gobierno en disputa, en disputa interna. Y no está más Vázquez para poner más o menos las cosas en orden, no está más Astori, está, pero desgraciadamente muy enfermo, Mujica, que dentro de su pragmatismo, cuando veía que las cosas se radicalizaban mucho, frenaba el proceso. Entonces, ahora, ¿en manos de quiénes estamos?
¿Cómo ve la situación en Argentina?
Yo justo estaba leyendo un artículo, perdón, viendo un video, donde hay una persona que no conozco, pero claramente es un economista libertario, que explica, porque un periodista le dice, “¿de dónde sacan que Milei bajó la pobreza?”. Un 11%. Y le explicó con números. Entonces, claro, uno ve la gente en Argentina, lógicamente que tiene dificultades, pero tiene una posibilidad de cambio de políticas, que en Argentina se iniciaron con el peronismo a partir del 45, y uno de los países más ricos del mundo tiene 50 y pico, ahora tiene un poco menos, de pobreza y de indigencia. A ver, yo intento siempre buscar ejemplos más sencillos, porque yo tampoco soy economista, así que trato de estudiar, pero es como cuando los inmigrantes vinieron acá. Todos somos descendientes de inmigrantes en Uruguay, prácticamente todo el mundo. Nosotros, población autóctona, no teníamos. Pero fíjense ustedes, cuando recién llegaron mis abuelos fueron a vivir en ranchos de lata y después se fueron ubicando, ahorrando, y fueron ahorra e hicieron que mis padres estudiaran. Eso es en pequeño lo que hace un país. Al principio, lógicamente, van a pasar dificultades, pero después terminaron bien, económicamente. No millonarios, pero viviendo bien, teniendo algún inmueble para arrendar. Mis padres pudieron estudiar, nosotros pudimos estudiar. Un país es igual. ¿Cómo hizo Europa para levantarse después de la Segunda Guerra? Obviamente que comían nabos que sacaban de la tierra con los dedos, porque no había nada. Estaba arrasada. Ni papas podían cultivar. Y miren lo que hace Europa desde hace muchas décadas. Se pusieron a llorar y a discutir a ver quién levantaba los escombros. Se pusieron a trabajar y a tratar de emprender. Entonces, a ver, acá tenemos esa mentalidad que yo no la quiero identificar con ningún sector en especial, porque además yo creo que la coalición republicana tiene que consolidarse. Yo soy de las que consideran, pero sin ningún tipo de dudas, que tenemos que ir a votar bajo el mismo lema. Cada partido con su identidad, pero bueno, nosotros sabemos que este es un país de suave penillanura. Y que todo deshace. Mañana lo arreglamos. Esto lo atamos con alambre. Después le sacamos alguna asignación más. Nos bajarán más la garrafa de supergás. Haremos unas cuantas huelgas para que nos aumenten 500 pesos mientras el empresario se empobrece y se funde o, si puede, se va. La inmigración de las personas más calificadas, de los jóvenes calificados, no paró desde hace 30 años. O sea, estamos formando muy buenos profesionales en las áreas que se necesitan, pues se van del país”
En campaña se plantean soluciones que luego no se cumplen. El norte del país escuchó muchas veces hablar de política de frontera. Sin embargo, cuando se llega a la gestión, no aparece la solución. ¿Es cierto o no?
Es muy difícil. Es un debe nuestro. También es cierto que estuvo siempre sobre la mesa, porque además nos tocó para variar el desastre a la Argentina con el tema de que era tan barata que no había manera de parar que la gente se fuera a comprar las cosas en la Argentina y compensar acá con beneficios económicos. Se nos hizo imposible.
La realidad de la frontera norte es histórica y no se compara con la de Argentina.
Yo tengo 71 años de uso de razón. Mi familia también iba el Chuy a comprar cosas. Es difícil, porque por supuesto que hay que hacer política de frontera. Lo que pasa es que lo que falló y ni siquiera fue útil para eso la izquierda, que siempre habló de integración latinoamericana y ni siquiera cuando hubo gobiernos afines políticamente, se integró realmente a Latinoamérica. Entonces estamos enfrentándonos desde el punto de vista bélico, desde el punto de vista económico, perjudicándonos unos a los otros. Tuvo que venir Milei para que nosotros pudiéramos dragar el puerto que hacía años que el kirchnerismo no nos dejaba dragarlo. Entonces, a ver, no es sacarse responsabilidades. Es que tenemos que ver que solos tampoco podemos hacer mucho. No, no, absolutamente. Además, lo que nos faltó fue tiempo. Eso es lo que yo no entiendo, que la ciudadanía no nos dio más tiempo. Porque en realidad nosotros gobernamos escasamente tres años por los problemas de fondo. Porque primero hubo que atender la pandemia y sus consecuencias, además las crisis de la sequía. No voy a repetir lo mismo, pero no nos dieron posibilidades de cinco años más, que era lo que yo decía. Por lo menos decimos, “bueno, la gente votó lo que votó”.
¿Viene Maduro a la asunción del presidente Orsi?
No sé, puede ser que venga. Estos son tan radicales que son capaces de invitarlo. A ver, ¿qué dijo el Partido Comunista? ¿Qué dijo Castillo? Es el secretario general. Y además dominan los sindicatos del Partido Comunista.
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