¿Tuvo la política algo que ver en la elección de la carrera militar cuando muy joven?
Nunca fue previsto ni pensé dedicarme a la política. Tal vez lo tenía ya en el ADN, pero mi objetivo era realizar la carrera militar y siempre tuve el sueño de llegar a ser general. Tuve la suerte de poder concretarlo y por añadidura fui comandante del Ejército que es lo máximo a lo que podría haber aspirado toda mi vida. Esa fue mi expectativa siempre. Se van dando circunstancias que uno no tiene previstas.
Algún actor político, algún ministro devenido en candidato a diputado me ataca diciendo que yo utilicé el Ejército para hacer política pero yo le diría que hable con la gente que trabajó conmigo a lo largo de cuarenta y pico de años, puede hablar con viejos soldados de todas las jerarquías posibles y preguntarles cómo actué yo siempre. Actué siempre de la misma manera, de capitán tuve problemas por salir en defensa de unos subalternos y me costó perder tres años en la carrera.
Ud. dice que no es un outsider de la política…
Yo digo que no hay cosa más política que la vida militar, que está referida a todos los grandes temas que afectan a la gente y yo personalmente incursioné en áreas que afectan a la vida de la gente. Estuve destinado en institutos y fui director del primer liceo extra-edad y como tal tuve que hacer coordinaciones con las autoridades de Secundaria y presidir reuniones de profesores, como si fuera un director de un liceo más.
Además, me vinculé a la universidad realizando una licenciatura en historia. También fui director del Hospital Militar y de Sanidad Militar y tuve mil reuniones con los entonces ministros y encuentros en el Clínicas para definir por ejemplo dónde se iba a llevar adelante el programa de trasplante hepático. Estuve en la OPP de Ejército que planifica los gastos y controla, en un ambiente rodeado de contadores y economistas.
Estas actividades están muy relacionadas con la política. También podría hablar de la política exterior al haber estado en distintos escenarios conflictivos del mundo como Irán, Irak, Mozambique. Ahí uno actúa como representante del Uruguay. Lógicamente me relacioné con cargos vinculados con el mando, fui comandante de una Brigada en Minas y por supuesto comandante del Ejército los últimos cuatro años. Nada de lo político le es ajeno a la carrera militar. Sí soy ajeno al sistema político partidario, que es otra cosa. No vengo de la política profesional.
Tuvo en su niñez y juventud temprana un vínculo muy estrecho con la naturaleza, rodeado de animales y plantas. ¿Eso le marcó una preocupación especial por la ecología?
Sí. Soy muy cercano a lo que es la flora indígena uruguaya incluso realicé un curso en el Jardín Botánico de reconocimiento de flora indígena dada por especialista para reconocer bien un árbol del otro, cómo nacen y se extienden. Siempre me interesó el tema de la flora y la fauna y eso me da un contacto especial que me hace valorar la necesidad por mantener el medio ambiente lo más limpio posible, lo más natural posible, sabiendo que si se cambia el hábitat se genera una destrucción irreversible y no es bueno que esto ocurra.
Independientemente del resultado, la de Cabildo Abierto ya es una campaña histórica. ¿Cuáles fueron las claves de ese crecimiento tan marcado en pocos meses?
Creo que CA viene a ocupar un espacio que estaba vacante. Miles de uruguayos se encontraban totalmente defraudados o no satisfechos con la oferta política existente. Muchos de ellos terminaban votando al menos peor o en blanco. Gente que estaba descreída porque se veía una desmoralización general y aun se sigue viendo en algunos sectores de la sociedad, que entra en el “acá no se puede” o “hay que irse del país para progresar en la vida”. Muchos de ellos vieron en CA desde el primer día una posibilidad diferente, una esperanza. Creo que ahí está la fortaleza y el porqué de la rápida adhesión y crecimiento. Nuestras propuestas, en boca nuestra, suenan más creíbles que similares en boca de otros que ya les han fallado y eso la gente lo recuerda. El uruguayo sencillo diferencia bien a aquel que viene a cumplir del que viene a prometer.
Cuando empezó todo, al inicio de la campaña de las internas, CA inició su recorrido por Artigas y también por algunos barrios periféricos de Montevideo. ¿Esa fue una decisión consciente del partido?
Sí, nosotros tenemos claro desde el primer momento dónde está nuestra principal base de adhesión que es el interior y la gente de niveles socio-económicos más bajos que viven muchos de ellos en barrios periféricos de Montevideo y de otras ciudades del país. Y por eso le dimos la prioridad. Empezamos en el departamento de Artigas dando una señal de que el interior profundo en nuestro proyecto es importante y por eso quisimos que fuera el inicio de nuestra campaña allá. Le damos una gran importancia al interior, lo hemos recorrido en estos pocos meses por lo menos tres veces yendo a las principales capitales y ciudades, en varios barrios de estos lugares, en cara a cara.
En los primeros pasos de Cabildo Abierto algunos periodistas señalaban que se trataba de una “aventura romántica” o incluso una “misión titánica y quijotesca”. ¿Tuvo que derribar muchos “molinos de viento” durante estos meses? ¿Cuáles fueron?
Tal vez haya sido una misión titánica y quijotesca, pero también esos razonamientos en parte demuestran el desconocimiento de la realidad que estaba viviendo el Uruguay. Lo percibí desde el inicio e incluso lo evalué desde antes de tomar la decisión de emprender este camino, sabiendo que había muchísima gente que iba a acompañar este proyecto. No nos sorprendió la adhesión de la gente. Se puede definir como quijotesco, pero no era una locura.
Sabíamos también que los obstáculos y las incertidumbres, sobre todo la agresividad del entorno era evidente que se iba a producir desde el primer día porque nosotros no estábamos invitados a esa mesa del poder, que parecía que tenía el derecho de abrir y cerrar la puerta a quien quisiera. Nosotros entramos sin pedir permiso y recibimos una hostilidad que se mantiene hasta el día de hoy y creo que en estos últimos días en ascenso proporcional al aumento que se percibe de las adhesiones que tiene el partido.
“El uruguayo sencillo diferencia bien a aquel que viene a cumplir del que viene a prometer”
Una de las consignas que difundió CA es que a los agravios no se les respondiera con agravios. ¿Esto fue un diferencial durante la campaña?
No sé si diferencial, desconozco si fuimos los únicos que asumimos esta actitud. Pero sí estamos convencidos que es de irresponsables dinamitar puentes dada la situación que tiene el país, que está en un momento muy complicado de su historia, con una crisis muy profunda. Y atacar a otro con el que necesariamente vamos a tener que trabajar juntos a partir del día siguiente de las elecciones creo que es, por lo menos, de irresponsables. Esto no es un “vale todo” donde para conseguir más votos puedo hundir al otro. Hay que pensar en el día siguiente de la elección y nosotros lo hemos pesado siempre. Prefiero no llevarme los votos por insultar o atacar, o aprovechar que alguien está en el piso para pegarle. No entramos en esa, tenemos miras más altas, porque hay que trabajar entre todos para recuperar este país.
¿Cree que hubo un antes y un después de las elecciones internas?
No para nosotros, pero sí para la percepción de todos los ajenos que vieron que éste no era un partido más. Lo normal, lo lógico hubiera sido que tuviéramos un par de miles de votos, como tuvieron los partidos llamados “chicos”. Esos 50.000 votos sorprendieron a muchos y lo que significó eso es que a partir de ahí nadie dejó de considerarnos en serio. Este convidado de piedra parece que no era lo mismo que el resto. A partir de ahí todas las baterías se apuntaron contra CA y no hubo programa de política o invitado que hasta el día de hoy nos desconociera y siempre mechan algo de CA, que está en el centro de sus preocupaciones.
Algunos dirigentes políticos de otros partidos han dicho que no saben cuál es su pensamiento, ¿qué les responde?
No es tan difícil percibir lo que pienso. Lo que pasa es que hay dirigentes políticos que jamás se molestaron en interpretar las verdaderas raíces de nuestra historia, el pensamiento artiguista, la preocupación por interpretar el sentir de la gente, de los más frágiles que no son solo los pobres o marginados, sino que también lo son aquellos que tienen que soportar las condiciones de inseguridad o no poder sacar adelante a su familiar con su trabajo. Éstos son los frágiles de hoy. Hay una clase media muy castigada hoy que apuesta al Uruguay, quiere sacar adelante a su país y ve que esto se les va de las manos. Hay políticos que no interpretan bien esto.
Siempre hemos dicho que sintonizamos de acuerdo al ideario artiguista, por más que nos quieran etiquetar y ponernos como nos han puesto etiquetas de todo tipo, desde extrema derecha hasta extrema izquierda, no han ahorrado en ninguna etiqueta. La respuesta siempre es la misma: nosotros somos artiguistas y Artigas no era nada de eso. El artiguismo hoy significa sentir lo que siente la gente. No es nada artiguista el gobernante que niegue que hay crisis en el Uruguay o los que buscan la comparación con países que están peor. Basta con caminar por la calle y ver a cientos de uruguayos comiendo de los contenedores de basura, que duermen a la intemperie, los más de 600 asentamientos y los 200.000 desocupados. Nuestro pensamiento es muy fácil de entender, es sencilla, pero no lo entiende el que vive de espaldas a la gente.
¿Cree que hay frenteamplistas que se desencantaron del “artiguismo” que predicaba el Frente Amplio?
Diría que se desencantaron del FA, no del artiguismo. El FA vino con las banderas artiguistas y los convenció, los enamoró con ellas. La solidaridad con los más frágiles, la cristalinidad de procedimientos, la defensa del rico patrimonio de los orientales… ¿qué pasó con estas banderas? Aquellos que apostaron al FA en estos últimos años se sienten estafados, burlados en su buena fe. De ellos muchos se pasaron a CA porque las banderas del artiguismo siguen siendo las mismas, el problema es que quien las levanta realmente las lleve adelante o las use como estrategia electoral, que parece que fue lo que hizo el FA.
“Empezamos en el departamento de Artigas dando una señal de que el interior profundo en nuestro proyecto es importante”
¿Cuál fue el criterio para elegir a los candidatos de CA que encabezan las listas en todo el país? ¿Qué perfil tienen?
Casi unánimemente son desconocidos en la política, son gente nueva. CA se formó rápidamente y hubo que armar desde abril agrupaciones en todos los departamentos y cumplir con un cronograma electoral de cara a las internas. Se buscó gente de los distintos barrios que lideraran estas agrupaciones y ahí aparecieron hombres y mujeres que empezaron a formar los círculos artiguistas, haciendo reuniones a domicilio. Y esos fueron a las internas, marcaron sus votos y después los candidatos a diputados en su mayoría son ellos, aunque después se incorporaron también otros que por su disposición para luchar por CA se les habilitó que abrieran su lista y hoy ya tenemos 43 en todo el país. En estas circunstancias el no haber tenido trayectoria política creo que más que una debilidad es una fortaleza, por lo menos para mucha gente.
El Movimiento Social Artiguista puede ser el sublema más votado en estas elecciones, ¿qué responsabilidad implica esta situación?
Indudablemente una vez pasada la elección va a haber que analizar los números, ver el verdadero valor de la bancada que va a tener ese sublema y actuar con responsabilidad. Todo indica que habrá un Parlamento fragmentado en el cual la bancada de CA va a ser muy importante y decisiva, lo que nos va a obligar a todos a actuar con ponderación, siempre apuntando a buscar soluciones a los grandes problemas de la gente. No estamos para ponerle palos en la rueda a quien busque las soluciones. Esa es la realidad.
¿Cuáles serían las bases para conformar una coalición de gobierno, en el escenario que posiblemente se presente si gana la actual oposición?
Creemos que hay cuatro puntos para integrar una coalición, sea liderándola o apoyándola. El combate firme y profundo a la corrupción, realizando auditorías e investigaciones que no se han podido hacer hasta ahora. Hay que identificar responsables y hacer que la Justicia actúe cuando tenga que actuar. Otra condición es la verdadera apuesta al país productivo, socorrer a los sectores que están hoy en crisis. Pensamos que el vaciamiento del interior y la destrucción del aparato productivo es una de las tragedias más grandes que vive el Uruguay y es muy importante apuntar a esto.
“Nosotros entramos sin pedir permiso y recibimos una hostilidad que se mantiene hasta el día de hoy”
Por supuesto el cambio en las políticas de seguridad que hoy están vigentes es una necesidad impostergable y es lo que la gente está pidiendo. CA va a apoyar un gobierno siempre y cuando se cambien estas situaciones tan angustiosas para la gente. La otra condición es que se revise bien todo lo que ha derivado de la aplicación del nuevo Código del Proceso Penal, de la pérdida de protagonismo del Poder Judicial que pasó a la Fiscalía, con un super poder que adquiere el Fiscal General que no contempla el espíritu de la letra de la Constitución de la República. Hoy no existe esa separación y equilibrio de poderes que establece la Constitución. Hay que impulsar una ley que cambie esta realidad y garantice la separación de poderes.
¿Siente que ha vivido en carne propia esta falta de garantías?
En el caso que a mí se me involucra, el fiscal tiene la discrecionalidad de pedir la formalización de quien, a todas luces, hizo lo que tenía que hacer, ya que elevé por escrito la documentación completa sin omitir absolutamente ni una línea. Durante un mes más que elevé eso me mantuve en el cargo sin ser sancionado u observado por nadie, lo cual demuestra que lo que elevé no era nuevo para nadie. Yo ceso en el cargo por un escrito que no tiene nada que ver con el tema Gavazzo o el tema Silveira, sino por la falta de garantías de la Justicia cuando el acusado era un militar, casos claros en que la Justicia terminó reconociendo su error como con el Cnel. Juan Carlos Gómez que fue sobreseído después de estar a sus ochenta años por un falso testimonio o el Cnel. Gula también algo similar. En el caso de Gómez, el fallo de la jueza de Tacuarembó incluso fue homologado por un Tribunal de Apelaciones, que lo mantuvo injustamente en prisión tres años y medio. Fueron en total nueve casos específicos de los cuales hasta el día de hoy nadie me rebatió nada. Es clarísimo que la Justicia no dio garantías a los procesados. Nadie me rebatió y todos enfocaron para el otro tema de Gavazzo.
Y como una “prueba del nueve” en este tema, cuando el ministro Menéndez hace obligadamente su carta de renuncia en abril, en ningún momento dice que el Comandante Manini no me comunicó nada, porque si así hubiera sido lo podría haber dicho en su descargo. Esos son los hechos objetivos. Todo lo demás, todo el relato que construye el fiscal se basa sobre hechos subjetivos. Está todo construido tan en el aire que es clarísimo que se busca solamente obstaculizar una carrera política de la cual están preocupados muchos. Por eso queremos asegurar en el futuro que los fiscales no tengan esa discrecionalidad, porque yo tengo la posibilidad de hablar y micrófonos por todos lados pero hay miles que sufren lo mismo y no tienen posibilidad de hablar.
Ud. señala que la imputación del fiscal Morosoli tiene muchas inconsistencias… ¿cuáles son?
Primero que nada hay dudas sobre si el Tribunal debía informar a la Justicia, más allá de que yo hice las comunicaciones en su momento y a quien debía. Ha aparecido por ejemplo Gonzalo Fernández, que no solo es un jurista reconocido sino que fue ministro de Defensa, que dice que esa declaración de Gavazzo fue conocida por todos hace 17 años. Aparte es claro que Gavazzo fue sobreseído en esta causa en la cual se le imputaba algo mucho más grave que haber lanzado un cuerpo al río sino la propia muerte de Gomensoro dentro del cuartel, con un testigo que vino de Brasil especialmente a atestiguar eso. Así y todo, la jueza en el año 2013 lo sobreseyó. Entonces hay quien duda, como Fernández, que el Tribunal de Honor tuviera la obligación de comunicarle a la Justicia.
Además Gavazzo estaba preso cuando hace la declaración al Tribunal de Honor, siguió preso esos 300 días que dice el fiscal que yo retrasé la comunicación y sigue preso hasta el día de hoy. Es decir, que no se alteró en nada la situación del responsable. Y el cuerpo de Gomensoro apareció hace cuarenta años y fue identificado hace quince, o sea que no se trataba de un desaparecido. Por lo que la situación no varió en ese tiempo. Esto es bueno puntualizarlo.
“Aquellos que apostaron al FA en estos últimos años se sienten estafados, burlados en su buena fe”
En otro orden, siempre es bueno tomar en cuenta las declaraciones de referentes del propio partido de gobierno como Mujica que dice que la imputación es un “error político”, reconociendo que es una jugada política o Michelini que dice qué casualidad que solo a Manini se quiere procesar aquí.
También hay que recalcar que el fiscal teje un relato en base a subjetividades. Él dice que cree que yo estoy mintiendo porque en mi declaración no coincido con un general en cuanto a cuándo le comuniqué que siga con el Tribunal, pero no dice que yo no le haya comunicado al ministro que es lo importante. Él teje todo en base a lo que él cree, pero en este caso hay datos objetivos que no admiten interpretaciones, que son documentos y hechos reales.
“Cabildo Abierto vino para quedarse y ser parte de la realidad política del país”
¿Cómo se imagina el futuro de CA, en los próximos meses y años?
Creo que CA vino para quedarse y ser parte de la realidad política de este país de aquí en más. En esta carrera hasta el domingo va con todas las aspiraciones a ser una opción válida y poder llegar a definir en noviembre por la Presidencia, pero más allá de que lo logre o no, su participación en los próximos años va a ser importante en el escenario político nacional. Bottinelli hablaba días atrás que se ha instalado ahora una tetrarquía con cuatro partidos principales y creemos que es así. Después de estas elecciones empieza una etapa diferente en la cual hay que demostrar la seriedad y la capacidad para gestionar.
¿Qué mensaje tiene para los cabildantes y para los que todavía están indecisos?
El mensaje es un mensaje de esperanza, nosotros pensamos que el Uruguay se puede cambiar. El Uruguay que todos queremos es posible. No hay que caer en pensar que acá está todo perdido. CA se presenta como una herramienta de cambio real y firme hacia las soluciones a los problemas que hoy aquejan a tanta gente. Somos el cambio en serio, no venimos a hacer pequeños retoques, queremos hacer cambios significativos en la conducción política y es sin duda la herramienta más seria y mucha gente que así lo percibe nos va a acompañar el domingo.
Una de las consignas que difundió CA es que a los agravios no se les respondiera con agravios. ¿Esto fue un diferencial durante la campaña?
No sé si diferencial, desconozco si fuimos los únicos que asumimos esta actitud. Pero sí estamos convencidos que es de irresponsables dinamitar puentes dada la situación que tiene el país, que está en un momento muy complicado de su historia, con una crisis muy profunda. Y atacar a otro con el que necesariamente vamos a tener que trabajar juntos a partir del día siguiente de las elecciones creo que es, por lo menos, de irresponsables. Esto no es un “vale todo” donde para conseguir más votos puedo hundir al otro. Hay que pensar en el día siguiente de la elección y nosotros lo hemos pesado siempre. Prefiero no llevarme los votos por insultar o atacar, o aprovechar que alguien está en el piso para pegarle. No entramos en esa, tenemos miras más altas, porque hay que trabajar entre todos para recuperar este país.
¿Cree que hubo un antes y un después de las elecciones internas?
No para nosotros, pero sí para la percepción de todos los ajenos que vieron que éste no era un partido más. Lo normal, lo lógico hubiera sido que tuviéramos un par de miles de votos, como tuvieron los partidos llamados “chicos”. Esos 50.000 votos sorprendieron a muchos y lo que significó eso es que a partir de ahí nadie dejó de considerarnos en serio. Este convidado de piedra parece que no era lo mismo que el resto. A partir de ahí todas las baterías se apuntaron contra CA y no hubo programa de política o invitado que hasta el día de hoy nos desconociera y siempre mechan algo de CA, que está en el centro de sus preocupaciones.
Algunos dirigentes políticos de otros partidos han dicho que no saben cuál es su pensamiento, ¿qué les responde?
No es tan difícil percibir lo que pienso. Lo que pasa es que hay dirigentes políticos que jamás se molestaron en interpretar las verdaderas raíces de nuestra historia, el pensamiento artiguista, la preocupación por interpretar el sentir de la gente, de los más frágiles que no son solo los pobres o marginados, sino que también lo son aquellos que tienen que soportar las condiciones de inseguridad o no poder sacar adelante a su familiar con su trabajo. Éstos son los frágiles de hoy. Hay una clase media muy castigada hoy que apuesta al Uruguay, quiere sacar adelante a su país y ve que esto se les va de las manos. Hay políticos que no interpretan bien esto.
Siempre hemos dicho que sintonizamos de acuerdo al ideario artiguista, por más que nos quieran etiquetar y ponernos como nos han puesto etiquetas de todo tipo, desde extrema derecha hasta extrema izquierda, no han ahorrado en ninguna etiqueta. La respuesta siempre es la misma: nosotros somos artiguistas y Artigas no era nada de eso. El artiguismo hoy significa sentir lo que siente la gente. No es nada artiguista el gobernante que niegue que hay crisis en el Uruguay o los que buscan la comparación con países que están peor. Basta con caminar por la calle y ver a cientos de uruguayos comiendo de los contenedores de basura, que duermen a la intemperie, los más de 600 asentamientos y los 200.000 desocupados. Nuestro pensamiento es muy fácil de entender, es sencilla, pero no lo entiende el que vive de espaldas a la gente.
¿Cree que hay frenteamplistas que se desencantaron del “artiguismo” que predicaba el Frente Amplio?
Diría que se desencantaron del FA, no del artiguismo. El FA vino con las banderas artiguistas y los convenció, los enamoró con ellas. La solidaridad con los más frágiles, la cristalinidad de procedimientos, la defensa del rico patrimonio de los orientales… ¿qué pasó con estas banderas? Aquellos que apostaron al FA en estos últimos años se sienten estafados, burlados en su buena fe. De ellos muchos se pasaron a CA porque las banderas del artiguismo siguen siendo las mismas, el problema es que quien las levanta realmente las lleve adelante o las use como estrategia electoral, que parece que fue lo que hizo el FA.
“Empezamos en el departamento de Artigas dando una señal de que el interior profundo en nuestro proyecto es importante”
¿Cuál fue el criterio para elegir a los candidatos de CA que encabezan las listas en todo el país? ¿Qué perfil tienen?
Casi unánimemente son desconocidos en la política, son gente nueva. CA se formó rápidamente y hubo que armar desde abril agrupaciones en todos los departamentos y cumplir con un cronograma electoral de cara a las internas. Se buscó gente de los distintos barrios que lideraran estas agrupaciones y ahí aparecieron hombres y mujeres que empezaron a formar los círculos artiguistas, haciendo reuniones a domicilio. Y esos fueron a las internas, marcaron sus votos y después los candidatos a diputados en su mayoría son ellos, aunque después se incorporaron también otros que por su disposición para luchar por CA se les habilitó que abrieran su lista y hoy ya tenemos 43 en todo el país. En estas circunstancias el no haber tenido trayectoria política creo que más que una debilidad es una fortaleza, por lo menos para mucha gente.
El Movimiento Social Artiguista puede ser el sublema más votado en estas elecciones, ¿qué responsabilidad implica esta situación?
Indudablemente una vez pasada la elección va a haber que analizar los números, ver el verdadero valor de la bancada que va a tener ese sublema y actuar con responsabilidad. Todo indica que habrá un Parlamento fragmentado en el cual la bancada de CA va a ser muy importante y decisiva, lo que nos va a obligar a todos a actuar con ponderación, siempre apuntando a buscar soluciones a los grandes problemas de la gente. No estamos para ponerle palos en la rueda a quien busque las soluciones. Esa es la realidad.
¿Cuáles serían las bases para conformar una coalición de gobierno, en el escenario que posiblemente se presente si gana la actual oposición?
Creemos que hay cuatro puntos para integrar una coalición, sea liderándola o apoyándola. El combate firme y profundo a la corrupción, realizando auditorías e investigaciones que no se han podido hacer hasta ahora. Hay que identificar responsables y hacer que la Justicia actúe cuando tenga que actuar. Otra condición es la verdadera apuesta al país productivo, socorrer a los sectores que están hoy en crisis. Pensamos que el vaciamiento del interior y la destrucción del aparato productivo es una de las tragedias más grandes que vive el Uruguay y es muy importante apuntar a esto.
“Nosotros entramos sin pedir permiso y recibimos una hostilidad que se mantiene hasta el día de hoy”
Por supuesto el cambio en las políticas de seguridad que hoy están vigentes es una necesidad impostergable y es lo que la gente está pidiendo. CA va a apoyar un gobierno siempre y cuando se cambien estas situaciones tan angustiosas para la gente. La otra condición es que se revise bien todo lo que ha derivado de la aplicación del nuevo Código del Proceso Penal, de la pérdida de protagonismo del Poder Judicial que pasó a la Fiscalía, con un super poder que adquiere el Fiscal General que no contempla el espíritu de la letra de la Constitución de la República. Hoy no existe esa separación y equilibrio de poderes que establece la Constitución. Hay que impulsar una ley que cambie esta realidad y garantice la separación de poderes.
¿Siente que ha vivido en carne propia esta falta de garantías?
En el caso que a mí se me involucra, el fiscal tiene la discrecionalidad de pedir la formalización de quien, a todas luces, hizo lo que tenía que hacer, ya que elevé por escrito la documentación completa sin omitir absolutamente ni una línea. Durante un mes más que elevé eso me mantuve en el cargo sin ser sancionado u observado por nadie, lo cual demuestra que lo que elevé no era nuevo para nadie. Yo ceso en el cargo por un escrito que no tiene nada que ver con el tema Gavazzo o el tema Silveira, sino por la falta de garantías de la Justicia cuando el acusado era un militar, casos claros en que la Justicia terminó reconociendo su error como con el Cnel. Juan Carlos Gómez que fue sobreseído después de estar a sus ochenta años por un falso testimonio o el Cnel. Gula también algo similar. En el caso de Gómez, el fallo de la jueza de Tacuarembó incluso fue homologado por un Tribunal de Apelaciones, que lo mantuvo injustamente en prisión tres años y medio. Fueron en total nueve casos específicos de los cuales hasta el día de hoy nadie me rebatió nada. Es clarísimo que la Justicia no dio garantías a los procesados. Nadie me rebatió y todos enfocaron para el otro tema de Gavazzo.
Y como una “prueba del nueve” en este tema, cuando el ministro Menéndez hace obligadamente su carta de renuncia en abril, en ningún momento dice que el Comandante Manini no me comunicó nada, porque si así hubiera sido lo podría haber dicho en su descargo. Esos son los hechos objetivos. Todo lo demás, todo el relato que construye el fiscal se basa sobre hechos subjetivos. Está todo construido tan en el aire que es clarísimo que se busca solamente obstaculizar una carrera política de la cual están preocupados muchos. Por eso queremos asegurar en el futuro que los fiscales no tengan esa discrecionalidad, porque yo tengo la posibilidad de hablar y micrófonos por todos lados pero hay miles que sufren lo mismo y no tienen posibilidad de hablar.
Ud. señala que la imputación del fiscal Morosoli tiene muchas inconsistencias… ¿cuáles son?
Primero que nada hay dudas sobre si el Tribunal debía informar a la Justicia, más allá de que yo hice las comunicaciones en su momento y a quien debía. Ha aparecido por ejemplo Gonzalo Fernández, que no solo es un jurista reconocido sino que fue ministro de Defensa, que dice que esa declaración de Gavazzo fue conocida por todos hace 17 años. Aparte es claro que Gavazzo fue sobreseído en esta causa en la cual se le imputaba algo mucho más grave que haber lanzado un cuerpo al río sino la propia muerte de Gomensoro dentro del cuartel, con un testigo que vino de Brasil especialmente a atestiguar eso. Así y todo, la jueza en el año 2013 lo sobreseyó. Entonces hay quien duda, como Fernández, que el Tribunal de Honor tuviera la obligación de comunicarle a la Justicia.
Además Gavazzo estaba preso cuando hace la declaración al Tribunal de Honor, siguió preso esos 300 días que dice el fiscal que yo retrasé la comunicación y sigue preso hasta el día de hoy. Es decir, que no se alteró en nada la situación del responsable. Y el cuerpo de Gomensoro apareció hace cuarenta años y fue identificado hace quince, o sea que no se trataba de un desaparecido. Por lo que la situación no varió en ese tiempo. Esto es bueno puntualizarlo.
“Aquellos que apostaron al FA en estos últimos años se sienten estafados, burlados en su buena fe”
En otro orden, siempre es bueno tomar en cuenta las declaraciones de referentes del propio partido de gobierno como Mujica que dice que la imputación es un “error político”, reconociendo que es una jugada política o Michelini que dice qué casualidad que solo a Manini se quiere procesar aquí.
También hay que recalcar que el fiscal teje un relato en base a subjetividades. Él dice que cree que yo estoy mintiendo porque en mi declaración no coincido con un general en cuanto a cuándo le comuniqué que siga con el Tribunal, pero no dice que yo no le haya comunicado al ministro que es lo importante. Él teje todo en base a lo que él cree, pero en este caso hay datos objetivos que no admiten interpretaciones, que son documentos y hechos reales.
“Cabildo Abierto vino para quedarse y ser parte de la realidad política del país”
¿Cómo se imagina el futuro de CA, en los próximos meses y años?
Creo que CA vino para quedarse y ser parte de la realidad política de este país de aquí en más. En esta carrera hasta el domingo va con todas las aspiraciones a ser una opción válida y poder llegar a definir en noviembre por la Presidencia, pero más allá de que lo logre o no, su participación en los próximos años va a ser importante en el escenario político nacional. Bottinelli hablaba días atrás que se ha instalado ahora una tetrarquía con cuatro partidos principales y creemos que es así. Después de estas elecciones empieza una etapa diferente en la cual hay que demostrar la seriedad y la capacidad para gestionar.
¿Qué mensaje tiene para los cabildantes y para los que todavía están indecisos?
El mensaje es un mensaje de esperanza, nosotros pensamos que el Uruguay se puede cambiar. El Uruguay que todos queremos es posible. No hay que caer en pensar que acá está todo perdido. CA se presenta como una herramienta de cambio real y firme hacia las soluciones a los problemas que hoy aquejan a tanta gente. Somos el cambio en serio, no venimos a hacer pequeños retoques, queremos hacer cambios significativos en la conducción política y es sin duda la herramienta más seria y mucha gente que así lo percibe nos va a acompañar el domingo.
La hospitalidad en la campaña
“En los viajes al interior me fui quedando en la casa de distintos militantes. Siempre se daba la pelea a ver si me quedaba en una casa u otra (risas) y tenía mucho cuidado en no ofender al que no voy porque uno realmente siente lo que es la hospitalidad de la gente. Hace poco me quedé en un lugar donde una señora mayor me recibió afectuosamente pero no había agua caliente y la mujer ni cuenta se dio (risas). De cualquier forma, uno siempre está agradecido.
Me han atosigado de regalos alimenticios. ¡Usted está flaco, tiene que engordar un poco! –me dicen. Quesos, fiambres, dulce de higo, nueces, las cosas más variadas para comer.
También hubo anécdotas dolorosas. Como una madre que contó que su hijo había muerto por la droga y lloraba entre el público. Que había denunciado a los que le habían vendido la droga y la policía nunca hizo nada.
Hicimos unos cuantos kilómetros, recorrimos el país entero tres veces en lo que va del año. Hasta fuimos a caballo a la Meseta de Artigas”