El legislador cabildante apeló a continuar por el camino de la “libertad responsable” y aseguró que la situación sanitaria por ahora sigue bajo control. Consultado por La Mañana, Manini Ríos respaldó la actuación del ministerio del Interior en la lucha contra el narcotráfico y subrayó que su partido aborda el proyecto de ley de medios “sin compromiso con nadie”.
Los senadores están trabajando en la ley de presupuesto y desde Cabildo Abierto se han marcado algunas pautas, por ejemplo, marcando distancia respecto a los descuentos a funcionarios públicos con certificación médica. ¿A qué se debe?
Nosotros en el presupuesto que ahora está en estudio en el Senado queremos hacer algunas mejoras con respecto a lo aprobado en Diputados. Consideramos que hay que modificar algunos de los artículos, uno de ellos es el 27 que establece un descuento económico a los funcionarios públicos que falten en los primeros tres días, que no se les pagarían, y después a partir de ahí el 75%. Hemos dicho en comisión que no estamos de acuerdo con eso tal como está redactado porque entendemos que es, en cierta forma, propiciar que algún funcionario que esté realmente enfermo ante la disyuntiva del descuento del salario, que en muchos casos son magros, vaya a trabajar enfermo. Y más en esta época de pandemia sería muy riesgoso obligar a una persona que se siente enferma ir a trabajar para no aplicarle el descuento.
Creemos sí y por experiencia de haber administrado en mi caso una institución con miles de trabajadores, como sanidad militar con tres mil funcionarios, que hay que redoblar los controles y establecer una oficina de certificaciones que puede ser centralizada y funcionar en la órbita de Presidencia o MSP que haga controles aleatorios y si se verifica que un funcionario se certificó pero está trabajando en otro lado o que no estaba realmente enfermo, se pueda accionar en esos casos severamente. Hacerlo sobre el funcionario como causal de destitución, y yo diría sumaria, de poco tiempo, pero también sobre el médico certificador, que muchas veces es parte del problema, cuando se hacen de forma irresponsable. Aquel que realmente está enfermo no debe sufrir pecuniariamente, pero el que está fingiendo debe ser severamente castigado y destituido de inmediato. Esa es nuestra tesitura.
¿Qué otros aspectos están abordando?
Vamos a tratar de mejorar lo asignado a la Udelar y mejorar sobre todo aquello relativo a las becas para estudiantes del interior, que en estos tiempos tan difíciles se les complica realmente a las familias poder mantener a sus hijos estudiando a nivel universitario. Estamos viendo la forma de poder reasignar alguna partida para que se pueda mejorar esa disposición.
Y también como hemos anunciado, tratar de mejorar en algo la propuesta salarial para el personal de las fuerzas armadas que ha sido relegado en forma muy marcada en los últimos presupuestos, diría en los últimos treinta años. Este aumento que está previsto con media sanción de Diputados del 2,5% y solamente a unas pocas jerarquías es totalmente insuficiente. Vamos a buscar la forma mejorarlo.
Esto y algunos otros cambios puntuales que nos han presentado delegaciones del Inia, de los controladores aéreos y de otras áreas son las cosas que pensamos mejorar en esta parte del presupuesto en el Senado.
Días atrás falleció el sargento Claudio Motta al haber contraído malaria durante una misión en el Congo. ¿Qué reacción le provocó este episodio?
Lamentablemente este caso no es el primero, ya van varios. Siendo yo comandante del Ejército pasó con un oficial, un teniente coronel que llegó del Congo y a los pocos días falleció por una enfermedad tropical no determinada. Hay más de una treintena de muertos en estas misiones de paz y la mayoría de ellos por razones sanitarias.
Esto marca también el riesgo al que están expuestos nuestros efectivos y es un motivo más para valorarlos, no solo por el excelente desempeño militar que tienen sino por el asumir estos riesgos calladamente, dando el máximo de cada uno en la misión. Yo en lo personal estuve un año en Mozambique donde también hubo tres o cuatro fallecidos por la misma razón y había que extremar las medidas, cuidarse y todos éramos conscientes del gran riesgo que se tenía en lo sanitario.
El mes de octubre ha sido el de mayor aumento de casos de coronavirus en nuestro país. ¿Hay un aflojamiento de los cuidados en la población?
Indudablemente hubo un aumento significativo de casos de contagios del coronavirus coincidiendo con el periodo de las elecciones departamentales y la marcha que se hizo unos días antes. Esto ha disparado el número de casos pero hoy por hoy las autoridades aún tienen control y están siguiendo todos los contactos de los casos positivos. Mientras se pueda hacer eso se puede decir que la situación está bajo control, por más que los casos sean cerca de 500. Es una señal amarilla, de alerta, para no descuidarnos totalmente.
Entiendo que hay que respetar en forma más estricta aquellas medidas que nos proponen las autoridades sanitarias, el uso de tapaboca, las distancias, hay que machacar con eso. Y seguir apostando a la libertad responsable de los uruguayos porque es mucho más efectivo eso que cualquier tipo de represión, que en definitiva está demostrado que no es efectiva sobre todo cuando se empiezan a multiplicar los casos, con reuniones numerosas. Es preferible ir por el lado de la persuasión de la gente, que todos entiendan realmente el riesgo que estamos corriendo, pasando la película de los que está pasando en Europa en este momento. Los uruguayos tenemos que actuar con responsabilidad.
Al mismo tiempo, continúan los enfrentamientos entre bandas de delincuentes y recientemente en un tiroteo en Nuevo París falleció una mujer y fueron heridas más personas. ¿La delincuencia sí está fuera de control?
En los últimos años el país se ha ido transformando en un escenario del accionar de bandas de narcotraficantes y de crimen organizado. Lamentablemente ha sido moneda común y ver el enfrentamiento entre bandas disputándose el territorio. Se ha llegado a un punto muy grave al que nunca se debió haber llegado. Esto es producto de medidas desacertadas que a lo largo de estos últimos quince años se han ido adoptando, permitiendo llegar a este punto que es muy difícil terminar abruptamente.
Creo que se está haciendo un buen trabajo desde el ministerio del Interior para interceptar y capturando cargamentos, así como desbaratando este tipo de bandas, pero indudablemente el proceso no va a ser rápido. Esperemos que paulatinamente vayan disminuyendo estos hechos hasta que puedan ser controlados efectivamente. Pero es claro que al primero de marzo de este año la situación estaba totalmente descontrolada.
En otro orden, este mes se definiría el proyecto de la nueva ley de medios, ¿cómo lo ve Cabildo Abierto?
Lo estamos analizando con mucha seriedad. Realmente queremos que esta ley sea un instrumento para poder garantizar el trabajo de miles de uruguayos, sobre todo en el interior del país, esas pequeñas empresas que manejan un centenar o poco más de abonados en localidades chicas. Creemos que tienen que tener la posibilidad de poder desarrollar su actividad en forma redituable, mantener empleados y sacar adelante la empresa. Hay que crear condiciones para que al usuario le llegue de la mejor manera posible y económicamente todos los adelantos y oferta en materia comunicacional. Debemos actuar en forma muy ponderada.
No está en nuestro espíritu favorecer a grandes grupos económicos que dominen entre pocos la totalidad del mercado y en definitiva después nos impongan qué tenemos que consumir los uruguayos. Es bueno que haya diversificación, que actúen estas empresas pequeñas a todo nivel a lo largo y ancho del país. Así que estamos estudiándolo sin ningún tipo de ataduras, lo principal es que Cabildo Abierto no tiene compromiso con nadie y lo que hagamos será convencidos que es lo mejor para todos, sobre todo para el trabajo nacional.
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