¿Cómo evalúa en general el capítulo de seguridad de la ley de urgente consideración?
En lo personal estimo que mantiene la importancia y las necesarias modificaciones que hay que hacerle al sistema penal. También en forma más personal todavía, a mi juicio es necesaria una reforma de la organización de la fiscalía con el sistema colegiado, que he venido impulsado. No hay que olvidarse que el fiscal es el encargado de la persecución penal. Por más que arreglemos la cancha, si quién patea los penales estamos en un problema, por más que a la cancha le quitemos los pozos y le pongamos el césped nuevo. Quién patea los penales son los fiscales bajo la dirección del fiscal de corte.
La ley se presenta en un momento muy especial, con una emergencia sanitaria causada por una pandemia. ¿Estima que esto afecta la mirada en general que se le puede dar al proyecto?
Lo que pasa es que la delincuencia sigue operando y esa es la pandemia que venimos sufriendo desde hace 10 años. Esa es la pandemia número uno hoy y después llegó la número dos, que es ésta, la del coronavirus. Pero la número uno sigue estando operativa. El Ministerio del Interior ha tomado una serie de medidas que me parecen excelentes. Pero con eso no basta porque la mesa tiene otras patas, como ser el sistema penal, las cárceles, los menores infractores.
Cundo se apruebe la ley ¿qué cambia básicamente en materia de seguridad?
A la policía esta ley le da una enorme cantidad de herramientas para hacer investigación, seguimiento, interrogatorios, procedimientos de calle y de requisa. En materia de normativa penal, se modifican leyes, y la legítima defensa para el ciudadano común se amplía mucho.
En los procesos penales se modifican las estructuras de los descuentos de penas, de las permisividades (como ser lo de firmar en las comisarías una vez por semana aunque el delito sea grave), se suprimen algunos procedimientos, como por ejemplo aquel en que la pena fue hacer torta fritas. O sea se suprime la suspensión condicional del proceso. A los jueces se les otorga más prorrogativas en el proceso penal. Tendrán la capacidad de acceder a documentos que el fiscal maneja, y que ahora no lo pueden hacer.
También la facultad de decir que tal procedimiento no corresponde y se debe aplicar otro. A los operadores carcelarios se les dará mayores prerrogativas por ejemplo en salidas transitorias o, libertad anticipada. A los menores infractores se le eleva las medidas socio educativas de internación a un máximo de 10 años.
En el caso de los recortes a salidas anticipadas de detenidos u otros cambios que llevarán a mayores situaciones de prisión efectiva, ¿no existirá una saturación del sistema penitenciario?
Habrá que organizar mejor. Las cárceles tienen muchos problemas que en algunos casos son de hacinamiento, pero también de mala gestión. En la medida en que no se manda en las cárceles, como solía pasar, no es solo el problema de hacinamiento sino que le complican toda la gestión. Las cárceles tienen que crecer en número, pero hoy no se está en un sistema atroz de hacinamiento. Y en última instancia si pasa que hay hacinamiento, tenemos que optar entre tener al delincuente libre o encerrado. Mi opción es tenerlo encerrado, porque en los últimos años aún por conductas graves el individuo gozaba de libertad.
La ley amplía el concepto de legítima defensa de los particulares. ¿Este puede ser unos de los temas que más se esté discutiendo cuando se trate el proyecto?
Se va a discutir mucho. Se amplía mucho el concepto de legítima defensa ya que la persona pasa de defender su hogar, a las dependencias del hogar, los lugares de trabajo como por ejemplo los galpones en los establecimientos agrarios o industriales. Todo lo que se discutía antes sobre el rango de la legítima defensa, y hasta donde alcanzaba la misma, ahora se incluye y se especifica.
¿Y qué pasará con los fiscales y la fiscalía general?
Los fiscales tendrán una menor capacidad para perdonar, pero el tema central es la estructura de la fiscalía general, un jugador del cual nos olvidamos en el proyecto. Eso no fue tocado. Este jugador que es el más importante no se modifica, y es el que patea los penales.
¿Pero este punto no se discutió cuando se trató el proyecto con el Partido Colorado y el presidente?
Yo me reuní con el presidente Lacalle Pou de forma individual para plantear este tema. Me escuchó y me dijo que lo iba a estudiar, pero todavía no lo visualizó como para integrarlo al proyecto. Estoy entonces con una aspiración que en esta Ley de Emergencia no vio la luz.
¿Usted lo va a plantear cuando se discuta el tema en el parlamento, o sea de introducir el cambio de un fiscal general por un colegiado de tres fiscales?
No, porque sería completamente contraproducente plantear un tema extraño a la ley. Nos vamos a abocar a estudiar el proyecto enviado.
“Delinquir es negocio”
Gustavo Zubía dijo que existen diferentes hipótesis con lo que sucede en materia de delitos durante el mes de pandemia que ya transcurre y la auto cuarentena realizada por la población. Si bien los homicidios parecen haberse incrementado, los medios masivos de comunicación están dedicados 100% al Coronavirus, por lo cual no existe el capítulo habitual de la crónica roja.
“Hay muchas hipótesis de lo que puede haber pasado. Menos gente en la calle, menos dinero circulando, menos gente denunciando. Pero por más que haya bajado el delito este mes, si no tomamos medidas de fondo el delito va a seguir cuando se termine esta pandemia, porque como vengo repitiendo hace años, delinquir es negocio en este país”, señaló el diputado.