Uruguay debe apuntar a ser un nodo tecnológico de conectividad de la región, opinó el jerarca en entrevista con La Mañana. En materia de telecomunicaciones, la actual administración estará abocada a lograr una sana competencia.
¿Qué situación encontró al asumir en la Dirección Nacional de Telecomunicaciones y Servicios de Comunicación Audiovisual (Dinatel)?
Encontramos un gran atraso en cuanto a varios expedientes, que ha generado una investigación administrativa que está en curso dentro del Ministerio de Industria (MIEM); algunas acciones de impugnación por la reglamentación de la Ley de Medios que estuvieron sin diligenciamiento y casos que han sido de público conocimiento sobre la licitación de los tres canales que se dieron, lo cual está en la sede jurídica del MIEM para la resolución de las distintas intimaciones que hubo.
¿Cómo ha sido el trabajo de la Dinatel durante esta pandemia?
Hemos tenido una actividad con mucho movimiento, hemos estado interactuando con Antel y las empresas privadas de telecomunicación, a los efectos de tener un seguimiento del acceso a internet y el apoyo a la aplicación Coronavirus Uy, para que pueda ser bajada desde las distintas empresas telefónicas en forma gratuita.
Después, estamos trabajando mucho en el área audiovisual, que es un sector muy importante en el cual tenemos serias expectativas en cuanto a que sea un factor de crecimiento, y en el estudio y desarrollo futuro del 5G en lo que respecta a compartir infraestructuras y servicios entre las distintas empresas, para poder tener un mayor despliegue del internet en todo el país.
Venimos trabajando muy activamente con la gente de Ursec (Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones) en distintas etapas regulatorias y de políticas en el sector de las telecomunicaciones y los servicios de comunicación y, obviamente, con la nueva Ley de Medios, que ya está en el Parlamento, donde hemos participado en su defensa.
¿Cuál es su opinión acerca de ese proyecto de ley?
Creemos que es muy importante porque es un cambio de política con respecto a una ley que era meramente intervencionista y que se metía en los contenidos de los medios privados que tenían que acatar ciertas directivas.
Hubo varias impugnaciones ante la Suprema Corte de Justicia por inconstitucionalidades que se fueron subsanando, pero también hubo mucha oposición por parte de los medios a la actual Ley de Medios.
El reclamo de la CUTA (Cámara Uruguaya de Televisión para Abonados) de poder participar en el despliegue de la fibra óptica, es decir, que además de los servicios de cable en el interior puedan vender internet, fue considerado y se plasmó en este articulado.
“Estamos trabajando mucho en el estudio y desarrollo futuro del 5G en lo que respecta a compartir infraestructuras y servicios entre las distintas empresas”
¿Se puede decir entonces que los cambios que propone la nueva Ley de Medios van a ser positivos para las empresas?
Todos sabemos la gran crisis que están viviendo hoy los medios en diferentes ámbitos, no solamente en el económico, y el gran sacrificio que hacen en todo el país, especialmente los del interior, por lo cual se les da una posibilidad más, para que puedan en forma igualitaria acceder a un servicio de venta de internet a través de Antel y de la prolongación de su red de cables. Es un beneficio que van a tener las cableras, que va a contrarrestar a la gran competencia que están viviendo hoy por la migración al streaming.
¿Cuál debería ser el rol de la Dinatel a nivel del interior del país?
Nosotros estamos esperando que la pandemia pase para poder transitar libremente por todo el país, porque nuestra idea es visitar a todos los medios del interior para ver sus distintas realidades. Cuando hablo de medios me refiero también a las radios comerciales y las comunitarias, que son diferentes, pero la Dinatel se va a acercar para ver de qué manera puede colaborar en la supervivencia de las mismas, que son fundamentales en cada localidad.
No solamente son medios de información, sino además centros culturales de las regiones en las que están haciendo un enorme sacrificio para seguir subsistiendo. Nosotros queremos ir acercando las nuevas tecnologías para ayudar a que puedan continuar compitiendo.
Por otro lado, se hizo un censo hace mucho tiempo en el interior y en Montevideo –que no se pudo completar- sobre las radios comunitarias. Algunas no están cumpliendo con la reglamentación que les corresponde; están en manos de personas y no de sociedades civiles o cumplen finalidades que tienen expresamente prohibidas como la actividad política o religiosa. Vamos a actualizar toda esa información y a hacer que se cumpla la norma.
Mencionaba la evolución de las telecomunicaciones en el país y la importancia que ha tenido para esta pandemia. ¿Hacia dónde se debe apuntar en el futuro?
Uruguay tiene que seguir fortaleciendo las redes tanto físicas como por satélite de internet, a los efectos de tener una cobertura del 100% del territorio uruguayo en ese sentido; debe desplegar la última tecnología y lograr ser un nodo tecnológico importante de conectividad de la región, que hoy nos identifica como posible centro de inversiones. Ese va a ser un diferencial sumamente importante. La evolución de las telecomunicaciones en Uruguay va a ser esencial y tendrá que haber una competencia sana.
Nosotros no queremos desmantelar Antel ni favorecer a las multinacionales. Lo que tiene que pasar es que las empresas puedan complementar su servicio, sus redes, y vamos a tener que hacer que el servicio de internet llegue al 100% de la población a un costo razonable y que compitan para conservar sus clientes, para que el beneficiario sea el ciudadano. A eso apuntamos y es un elemento fundamental en el que estaremos trabajando.
“Todos sabemos la gran crisis que están viviendo hoy los medios en diferentes ámbitos, no solamente en el económico, y el gran sacrificio que hacen en todo el país, especialmente los del interior”
¿Cómo vio el escándalo en torno a la Ursec?
Hemos estado trabajando con la presidenta (de Ursec, Mercedes Aramendía) en todo este escándalo. Se han iniciado las investigaciones administrativas correspondientes y estamos expectantes de lo que va a ocurrir en la Justicia, pero evidentemente ocurrieron cosas que llaman poderosamente la atención.
Por un lado, lo que sucedió con un jerarca importante de la administración anterior, el exvicepresidente (de Ursec, Nicolás) Cendoya y sus asesores, y toda la intriga por la destrucción de papeles. Por otro, la sentencia donde el Estado y la Ursec perdieron 50 millones de pesos por inacción del Estado, que es parte de la herencia maldita que estamos asumiendo del gobierno frenteamplista.
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