A diferencia de lo que sucedía en el gobierno departamental anterior, donde se “ninguneaba” el rol del sindicato de funcionarios municipales, con esta administración existe “un buen relacionamiento” y “una negociación real”, tal como dijo Ripoll a La Mañana. Por otro lado, explicó cuáles son los mayores reclamos de los trabajadores y analizó las causas del problema de la limpieza en Montevideo. “No tenemos una ciudad limpia”, lamentó.
¿Cómo es su relación con el sindicato hoy, considerando que en su momento se habló de que iba a renunciar?
Estamos en el momento previo a la elección que tenemos en abril, el sindicato está en plena campaña electoral. Ha sido el período más complejo, nuestra agrupación no tiene mayorías en la directiva de Adeom, entonces ha sido muy difícil avanzar y poder concretar un montón de cosas que comenzamos en el período anterior. En pandemia éramos nosotros los que conducíamos el sindicato y ahí fue que se logró el convenio colectivo, iniciamos la solicitud para tener una colonia de vacaciones y un complejo deportivo, o sea, pudimos avanzar un montón. En este período no concretamos absolutamente nada, había una negativa para todo porque éramos una minoría en la directiva, a pesar de ser la lista más votada, y ahí fue que se planteó mi renuncia y la del resto de los compañeros, porque no podíamos dar la respuesta que la gente esperaba. Luego nos planteamos esperar a las elecciones. Está claro que mayoritariamente nos respaldaron a nosotros, pero no con una mayoría para poder conducir, porque se votó en forma fraccionada —hay seis listas en el sindicato—.
¿Cómo analiza el nivel de conflictividad que ha tenido Adeom?
Hay que reconocer que no hemos tenido prácticamente conflictividad más allá de alguna situación puntual sectorial. Con esta administración tenemos un buen relacionamiento, hay una negociación real, de buena fe. Se terminó aquella etapa de ninguneo, de violación constante de los convenios colectivos y sectoriales. La persona que está a cargo de recursos humanos (Jorge Mesa, director de Gestión Humana y Recursos Materiales) es alguien con quien tenemos respuestas concretas, hay una buena fe en la negociación y eso evita la conflictividad. Está claro que no se da todo lo que el sindicato quisiera, pero el convenio colectivo laudó un montón de puntos de nuestra plataforma que hacía muchos años estaban pendientes y eso hace que tengamos un muy bajo nivel de conflictividad.
En una entrevista con La Mañana en 2020, usted criticó fuertemente la gestión anterior. Por lo que dice, esto ha cambiado en forma positiva.
La administración anterior fue nefasta, fue la peor que hemos tenido. Hasta el día de hoy se están haciendo cosas para poder resolver o recuperar servicios que la administración de Daniel Martínez destruyó.
¿Por ejemplo?
Por ejemplo, las policlínicas municipales, que el gobierno departamental anterior las destruyó, las dejó con recursos por debajo de los mínimos, y esta administración apostó hasta a abrirlas los sábados. Pasó también en la División Limpieza, que en las épocas de fiestas de este período se ha reconocido que las propuestas de los trabajadores contribuyen a mejorar el servicio; no tuvimos los desbordes de siempre, hubo una planificación diferente, la Intendencia apostó a escuchar a los trabajadores y los resultados fueron buenísimos, y esa es la idea.
El cambio entre Eduardo Brenta y Jorge Mesa en la dirección de recursos humanos es totalmente notorio. Acá hay un respeto al sindicato, una consulta, una convocatoria en cada uno de los temas que se van a tratar, cuando con Brenta era un permanente ninguneo, nos decía una cosa y hacía otra, firmaba convenios que después violaba. Hoy el convenio colectivo está llevando adelante un montón de concursos para bajar la cantidad de cargos asignados directamente, va eliminando los acomodos históricos que tiene la Intendencia. Ese tipo de acuerdos demuestran que hay otro perfil de administración.
¿Cuáles son los principales reclamos del sindicato?
Somos muy críticos con la forma de empleo del Plan ABC porque entendemos que hay que establecer puestos de trabajo permanentes. Las tareas que hace el ABC las tendrían que hacer funcionarios municipales. Tiene que haber una plantilla estable para asegurar la continuidad, porque cuando se termine el ABC, ¿quién va a hacer esas tareas? O sea, tenemos diferencias en varios puntos de la gestión, pero en otros tenemos que reconocer que hemos participado de la discusión.
A su vez, en la administración de Martínez muchas cuadrillas obreras terminaron privatizándose, y la remunicipalización de los servicios para nosotros es fundamental.
Otro de los reclamos es que hace más de 20 años que no tenemos aumento real de salario, tenemos ajustes por IPC, pero no incrementos reales, y hay un reclamo fuerte de los trabajadores para ver de qué forma podemos lograr una mejora salarial para todo el colectivo municipal.
Siempre se destaca el problema de la limpieza de Montevideo como uno de los grandes frentes a resolver. ¿Qué lectura hace de la gestión actual?
La limpieza de la ciudad es un problema, no tenemos una ciudad limpia, más allá de que haya mejorado la recolección. Las causas no son solo problemas de gestión de la Intendencia, tenemos continuamente contenedores vandalizados, prendidos fuego, basurales alrededor de contenedores que están vacíos, hurgadores, es decir, la problemática es multicausal.
Tenemos un sistema de recolección para el que la ciudad no estaba preparada en el momento en que se instaló. El sindicato planteaba que esto iba a generar un basural en cada esquina y fue así, porque tú no podés de un día para el otro decirle a la ciudad “a partir de ahora esto tiene que funcionar”, sin ningún tipo de educación y de trabajo para que funcione. Aparte, nunca se aplicó al 100%, por ejemplo, en Montevideo prácticamente no se hizo lavado de contenedores, y eso lleva a que duren muchos menos años, porque la basura se pega en el fondo y se pudre la base. Hoy hay una escasez de contenedores enorme porque se destruyen. Además, la limpieza alrededor del contenedor es un servicio que no debería existir; si este sistema funcionara, no deberían tener desbordes.
Está claro que en esta ciudad este es un sistema que no funciona. Uno de los modelos que se planteó en aquel préstamo del BID que no aprobó la Junta Departamental, con el que estábamos de acuerdo, establecía un sistema de recolección para cada lugar según las características de su territorio. No es la misma necesidad la que tiene el Municipio CH que la que tiene el municipio A, son dos zonas de Montevideo con dos realidades diferentes.
¿Cómo evalúa el problema de las inundaciones recientes generadas en algunos barrios vulnerables de Montevideo?
Ahí hay dos temas a atender. Uno tiene que ver con que gran parte del saneamiento tiene muchos años, y en algunas áreas ya no da la respuesta necesaria en situaciones de mucha lluvia, dado que la realidad del territorio cambió. Por el otro lado, una de las tareas que no se está pudiendo llevar adelante de la forma que uno quisiera es la limpieza de zanjas, que es parte del ABC. Son tareas que los trabajadores municipales hace muchos años no hacen porque no es de las prioritarias. Una forma de contribuir a que no se den desbordes de esta magnitud es que la Intendencia cuente con la plantilla necesaria para poder dar respuesta a estas tareas. Quizás haya que pensar en tener una plantilla suficiente para que esas tareas estén permanentes y siempre se les dé respuesta a los vecinos de esas zonas.
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