El sistema previsional ha ido perdiendo sustentabilidad año a año y es necesario concretar “en breve” la reforma de la seguridad social para evitar un colapso del sistema. Así lo planteó a La Mañana el diputado nacionalista Daniel Martínez Escames, quien aseguró que el gobierno no medirá costos políticos en este tema. Por otra parte, remarcó la importancia de la erradicación de asentamientos e hizo referencia al rol de la Lista 71 dentro del Partido Nacional, agrupación que este año cumple tres décadas.
Usted ha destacado públicamente la relevancia de que la reforma de la seguridad social se implemente en este período. ¿Por qué lo considera importante?
En primer término, hay que darle al sistema previsional la sustentabilidad que ha ido perdiendo año a año. Si no se hace esta reforma, cada vez habrá que destinar más decenas de millones de dólares. Millones que se generan por más impuestos destinados al presupuesto del BPS, para el pago de jubilaciones y pensiones. Además, debemos aprovechar el proceso de reforma para corregir algunas injusticias, entre las que se destaca que cada peso que aportan los trabajadores produce un beneficio diferente según dónde se haga.
En segundo lugar, debemos preguntarnos: ¿Por qué el momento es ahora? Por dos motivos fundamentales, el primero de los cuales es la urgencia que hay en resolver este problema, que cada vez afecta más la salud económica del país. Si no concretamos en breve un proceso de reforma, corremos el riesgo de tener que utilizar todo el espacio fiscal que genere el crecimiento económico para financiar el sistema de seguridad social, y, si no hay crecimiento de las finanzas públicas, la situación puede hacerse insostenible y requerirse sucesivos ajustes fiscales.
Por último, porque cuanto antes encaremos la reforma, habrá mejores chances de hacer una transición lenta, de entre 15 y 20 años. Mientras más se demore la búsqueda de soluciones, posiblemente se acorten los plazos para transiciones suaves, y los ajustes puedan ser más bruscos, generando inequidades relevantes entre las generaciones que logren alcanzar una pasividad por el régimen vigente y aquellas que ingresen en el proceso de reforma.
¿Se puede correr un riesgo de que exista un costo político de ser aprobada?
Dos reflexiones: nuestro gobierno no está para medir costos políticos, sino para asumir las responsabilidades éticas que involucra la tarea de gobernar y, por otra parte, estoy seguro de que la enorme mayoría de los uruguayos valorará a quien asuma con decisión la solución de un problema que todos ven muy claramente y castigará a quien no lo haga.
¿Cómo ha visto los procesos de discusión en torno a la reforma? ¿Han sido suficientes?
Han sido más que suficientes. Quien diga lo contrario, está obsesionado con oponerse a todo lo que haga el gobierno de la coalición y atiende solo a mezquinos intereses electorales. No les irá bien a quienes insistan en ese camino, que es el mismo que recorre el Frente Amplio y su socio el PIT-CNT en relación a la reforma de la educación, que todos ven como indispensable, pero que se empantana por los innumerables palos en la rueda que se le coloca de modo irresponsable.
Usted ha estado comprometido con la búsqueda de soluciones para el problema habitacional del Uruguay desde que era edil. En ese sentido, ¿qué evaluación hace del Plan Avanzar y lo que se ha logrado hasta el momento? ¿Qué perspectivas tiene al respecto?
Es un plan que nos entusiasma personalmente y a todos los miembros de la coalición. La erradicación de asentamientos es una marca de identidad del presidente Lacalle Pou y una tarea de enorme justicia social que puede empezar a solucionar un drama que agravia a toda la sociedad uruguaya.
¿En qué otros proyectos ha trabajado en el período?
Me sentí muy cómodo y creo haber aportado en las comisiones que integro, especialmente, en la de transporte. Y presenté un proyecto de ley que me entusiasma porque busca dar solución a varios problemas a la vez, que es el de resolver la gobernanza de los Bañados de Carrasco, para convertirlos en un ecoparque del sureste de Montevideo y suroeste de Canelones. El proyecto tiene contenidos ecológicos, económicos, sociales y turísticos que lo hacen muy valioso. Espero que cuente con las adhesiones de todos los partidos, pues merece ser atendido con generosidad política.
La Lista 71 está cumpliendo 30 años. ¿Qué balance hace de estas tres décadas, donde ha cobrado gran importancia a la interna del Partido Nacional?
“La 71”, como es más conocida en la interna nacionalista, nació con el objetivo de defender al Partido Nacional, soporte del gobierno presidido por el Dr. Luis Alberto Lacalle Herrera, como resultado de las elecciones nacionales de fines de 1989. Desde ese momento, nuestra agrupación liderada por Luis Alberto Heber y Gustavo Penadés se ha mantenido fiel a ese origen y pienso que esa fidelidad ha sido el sello distintivo, ha sido su ADN, que hace que todo dirigente blanco, todo gobernante del Partido Nacional, sepa que puede confiar en que las necesidades partidarias y de eventuales gobiernos están a cubierto por nuestra gente, sin pedir nada a cambio. Esto la ha hecho crecer en Montevideo, de donde es originaria, y multiplicarse por casi todo el Uruguay, hasta convertirse en la identificación del herrerismo en todo el país.
¿Qué significado tiene para usted formar parte de esta agrupación?
Un gran orgullo. Nací como un humilde militante barrial y se me dio la posibilidad de convertirme primero en concejal vecinal en el 2000 representando a mis vecinos y ya como referente político ser edil local, para luego encabezar la lista de ediles departamentales en los años 2010 y 2015, siendo electo en tal carácter en las dos oportunidades, y ocupar una banca de diputado en el actual período de gobierno. Mayor y más rápido reconocimiento por mis líderes sectoriales y por el electorado de “la 71”, es imposible. Por eso siento orgullo, obligaciones y agradecimiento.
¿Cuáles son los valores que la distinguen?
La 71 es una agrupación que está presente en todos los barrios de Montevideo y —como dije— en casi todos los departamentos, porque se ha mantenido siempre como un agrupamiento que trata de responder a las necesidades de los más humildes, de representar a quienes más necesitan, porque tratamos de ser fieles voceros de aquel principio tan blanco de que “naides debe ser más que naides”, en nuestra patria, en la que todos somos iguales sin más distinción que la de nuestros talentos y virtudes. Y, como no somos ciegos ni sordos, nos damos cuenta de que esos principios muchas veces se enfrentan con una cruda realidad de diferencias sociales insalvables, que nos obliga a luchar por generar solidaridades que las mitiguen. No somos los únicos en ese posicionamiento, pero sí somos los primeros en el campo de esas batallas. Hoy, en nuestro cumpleaños número 30, podemos decir “tarea cumplida” hasta ahora y comprometernos a redoblar esfuerzos para seguir adelante con las mismas miras.
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