“Vive” entre las Rutas Nacionales número 5 y 30, es tan montevideana como artiguense. Su corazón repartido se debe a que si bien nació en la capital uruguaya, a los 15 días de vida comenzó sus recurrentes viajes hacia Artigas, lugar de nacimiento de sus abuelos y su madre. “Siempre pasé más tiempo de mi vida viajando desde una punta del país a la otra, que instalada en un departamento específico, por eso digo que vivo en las rutas”, confiesa.
Esta situación la llevó a trabajar políticamente en Artigas, su raíz tradicionalmente blanca la guió por el camino del Partido Nacional, siendo convencional nacional desde 1982 de manera ininterrumpida hasta 2019. Fue edil, realizó militancias de todo tipo y es fundadora, además, de la agrupación Tres Árboles de Artigas. Asegura que su vínculo con la política surgió cuando era una niña de preescolar y se enorgullece de eso, porque entiende y defiende su sentir vocacional con uñas y dientes.
Todos sus estudios los realizó en la capital. Primaria y secundaria las cursó en lo que hoy es la Scuola Italiana. Es Abogada, título que le llevó tener que reinventarse en varias oportunidades de su vida. En primera instancia ingresó a la Universidad de la República por la Licenciatura en Derecho, pero una serie de episodios la obligaron a abandonar la carrera. Luego, ya estando casada y viviendo en Salto, trasladó su currícula para comenzar de nuevo allí, hizo un año completo, y al momento de dar los exámenes, su esposo es trasladado por servicios militares y ella, compañera inagotable como su vida lo atestigua, se va con él y no logra dar las pruebas para finalizar ese año de facultad.
Ya con tres años de carrera salvados, y en Montevideo, decide cursar nuevamente. Al no poseer el título de procuradora aún, la universidad no le reconoce los años salvados. Pero no estaba en su mente rendirse. Se inscribió es la Universidad Católica y comenzó de cero. Hoy Irene Moreira es Abogada recibida, política, y fue electa senadora para el período de gobierno 2020-2025. La resiliencia y compañerismo con su esposo, Guido Manini Ríos, son fuente de inspiración y relatan por sí solos que la unión es una de las fortalezas de este matrimonio. Sus hijos son Micaela y Bruno, quienes también poseen la genética de acompañar a sus padres en cada paso.
Su padre es militar, al igual que su esposo, es decir que la vocación de servicio está representada en su familia, ¿qué enseñanzas puede rescatar en ese sentido?
Guido fue mi único novio, y no es que algo en particular me haya marcado, lo que rescato es la conducta muy firme y sólida. En el servicio militar se enseña mucho el respeto, y es lo que estamos fomentando desde Cabildo Abierto (CA), el respeto a la autoridad, a la familia, a los símbolos patrios. Aquí en mi oficina se puede ver la bandera de Artigas, y ese respeto lo he rescatado.
¿Cómo se conocieron?
Yo tenía 15 años, estábamos en un casamiento de un amigo de Guido con la hija de unos amigos de mi familia. Mi padre ya lo conocía a él. Estuvimos saliendo un tiempo. Cuando cumplí 18 años volvimos a encontrarnos y desde esa edad hasta hoy estamos juntos. Esperemos que hasta el día en que Dios nos separe.
Hay una historia que relató en un acto del partido sobre lo que es capaz de hacer Manini Ríos cuando posee una responsabilidad…
Sí, en el acto de lanzamiento de la campaña de CA en Artigas, -departamento en el que soy candidata a diputada-, quise demostrar a través de una anécdota que el candidato que tenemos era un hijo de Artigas. La explicación fue que hace más de 33 años que Guido está a mi lado y la primera vez que lo llevé a conocer el campo del departamento, el arroyo Yacó creció y no daba paso. Guido tenía que estar a las 8:00 de la mañana para prestar servicio en un lugar, entonces salió a caballo, cruzó a nado el Yacó y así llegó a la ciudad de Artigas para tomar su auto y llegar en la hora establecida en su unidad.
Fue un acto muy peligroso porque cuando el arroyo está crecido, realmente la fuerza es muy grande y él tuvo que subir a donde el río se abría en dos brazos para cruzar en dos partes el Yacó. Eso demuestra cómo es realmente la actitud de Guido frente a las responsabilidades. El grado de responsabilidad que tiene Guido es muy alto.
Naciste en una familia tradicionalmente blanca y Guido Manini Ríos estuvo más bien vinculado al Partido Colorado (PC), ¿cómo fue el camino para tomar la decisión que hoy los llevó al senado representando a un partido diferente que el de sus raíces?
Hago política prácticamente desde la cuna, toda la vida milité dentro de la política, soy Convencional Nacional desde el año 1982 en forma ininterrumpida, hasta abril que fue cuando dejé mi partido para ingresar a CA y pasé a ser convencional por este. Fui edil del Partido Nacional (PN), y realicé militancias de todo tipo. Con mi padre somos fundadores de una agrupación, la Tres Árboles en Artigas y actualmente es una de la más antiguas que hay. En mi familia no somos solo votantes, sino que tenemos peso político dentro del PN, al punto que mi bisabuelo luchó con Saravia en 1904.
En el servicio militar se enseña mucho el respeto a la autoridad, a la familia, a los símbolos patrios
Guido tiene una corriente colorada, es cierto, aunque por el lado materno está asociado al PN. Cuando llega el cese de su cargo el 12 de marzo de este año, pensamos que lo más lógico era que después de 46 años de carrera militar, debíamos irnos a descansar, que, además, era un proyecto que teníamos. Pero le llegaron una serie de propuestas de varios partidos políticos y uno de ellos era CA. Comenzaron charlas y visitas, y yo pretendía que Guido se viniera conmigo, porque además, él nunca pensó en hacer política, y lo que creíamos era que al retirarse sería él quien me acompañara a mí.
Desde un principio supe que lo iba a acompañar fuera a donde fuera, y cuando me comunicó que decidió aceptar la candidatura que le ofrecía CA, fue algo que llevó a tomar decisiones de suma importancia. El día de su lanzamiento de campaña, hay una foto en la que él está mirándome, porque si bien siempre me apoyó, nunca me había visto en un acto político hablando frente al público, ya que la oportunidad no se había dado.
Siempre decidí acompañarlo en todas las misiones, los trabajos que él tuvo y esta no iba a ser la excepción. Es por esto que di un paso al costado en el PN. Viajé inmediatamente a Artigas para reunirme con la agrupación. Previamente tuve una conversación en una entrevista con el senador Luis Lacalle Pou, en la que le comuniqué lo que haría. Fue un diálogo difícil para mí, pero él me la hizo fácil porque me dijo “es lo que corresponde, no te queda otra”. Luego le comuniqué a la agrupación Tres Árboles -la cual encabezaba- mi decisión de dar un paso al costado y pasar a integrar CA.
Tuve la gran satisfacción de que toda la agrupación se pasó a CA, y fue un respaldo muy importante para mí. Luego di una conferencia de prensa en la que comuniqué mi renuncia a la banca de edil. Tomé la bandera de CA y comenzamos a recorrer el país, llevando este movimiento que realmente es muy importante e inédito. No existe un caso igual en el Uruguay y en el mundo no he encontrado tampoco. Me dijeron una frase que representa muy bien lo que pasó con CA: “en 180 días, CA marcó lo que marcan partidos con 180 años”. Prácticamente estamos en pie de igualdad con los partidos tradicionales, posicionándonos en el mismo grupo que ellos, y eso nos permitirá lograr muchas cosas desde el Parlamento.
Podría pensarse que el camino que se eligió fue el más difícil, es decir, ingresar a un partido totalmente nuevo, teniendo la posibilidad de haberse integrado con algunos ya conformados, ¿fue así?
El camino por el que se optó fue el más difícil sin duda. Porque si hubiésemos entrado en el PN o el PC, por ejemplo, nos adaptariamos a una estructura, a agrupaciones, pero nosotros empezamos de cero, totalmente descubiertos, casi no había partido aún, fue necesario formar las agrupaciones, las listas, ir a la convención, obtener 500 votos. Recuerdo que algunos politólogos decían que no llegábamos, otros que más de 500 era muy difícil, en tanto los más optimistas y generosos hablaron de 5.000 votos. Pero marcamos 50.000 votos, en una interna donde no había puja política.
Inclusive habiendo dos partidos tradicionales importantes que tenían una interna jugosa como lo fue entre Larrañaga-Sartori y Sanguinetti-Talvi. Nosotros pedíamos que los cabildantes no participaran en la interna de otros partidos, aunque sabemos que muchos se tentaron con eso.
¿A qué le adjudica los excelentes resultados que ha tenido el partido en tan corto plazo?
Creo que CA se posicionó como representante de lo que la población sentía, había mucho desánimo, desinterés y el partido vino a ocupar el lugar de la esperanza y luz para quienes la habían perdido. Era lo que la gente estaba esperando y no lo encontraba. A esto se sumó una personalidad muy fuerte del candidato, y lo ven como es realmente: un hombre transparente, serio, honesto y que da seguridad. Esto la gente lo ha percibido.
Sobre todo me decían que lo veían muy tranquilo al momento de charlar, y yo siempre les dije que claramente Guido va a estar tranquilo siempre, porque si hoy dijo una cosa, dentro de 10 días va a decir lo mismo, porque no miente, nada de lo que diga será falso.
Otro asunto a tomar en cuenta es que Guido nunca pensó en ser candidato, su candidatura surgió de la propia gente, ellos crearon al candidato que necesitaban. CA no nació de arriba hacia abajo, sino que al revés, y creo que eso fue fundamental para marcar la diferencia con el resto no haber sido impuesto.
¿Cómo fue el acompañamiento de la familia desde el ingreso al partido?
Tuvimos el apoyo de toda la familia, de nuestros hijos, cada uno a su manera. Por ejemplo Micaela estudia, trabaja y además se casó recientemente, es decir que ha tenido meses cargados. Pero cada uno nos dio el afecto y la fuerza para seguir. Con Guido estuvimos un poco separados, porque mi régimen al principio era de una semana en Artigas y la otra acompañando a Guido donde estuviera. En Artigas hicimos una muy buena votación, pasamos los 10.000 votos, estamos peleando la banca, pero pase lo que pase fue una excelente votación y estamos muy contentos, además porque toda la vida luché por esa diputación.
¿Qué expectativas tiene en cuanto a su función como senadora?
Tengo la expectativa de que en Uruguay haya un cambio, porque eso es lo que quiere la gente y creo que apostaron a Guido porque era quien mostraba que podía lograr ese cambio. Por eso también estamos apoyando la candidatura de Lacalle Pou y Beatriz Argimón, porque así podemos impulsar el cambio. Hemos visto como las declaraciones del candidato Daniel Martínez hablan de seguridad dejando a cargo a las mismas personas que hoy día nos llevaron a este desastre que estamos viviendo, lo mismo en economía. Vemos que Martínez es la continuidad de lo que vivimos hoy.
Me interesan mucho los temas sociales, de salud, sobre todo con los niños
Nosotros marcamos tres puntos que nos parecen de suma importancia para cambiar la situación. En primer lugar, en seguridad queremos modificar el sistema carcelario y el Código del Proceso Penal. El segundo punto es el tema del país productivo. Y la tercera parte es un combate frontal a la corrupción. En estas áreas hemos llegado a un acuerdo con el PN y por eso lo estamos apoyando.
Se formó para ocupar un lugar político representativo, no solo por sus estudios sino además por su experiencia en la militancia, ¿siempre entendió que tenía vocación de servicio?
Sí, siempre estuve preparándome para llegar a este lugar y sentí que era mi vocación. Me formé siempre pensando en la Cámara baja. Ahora espero estar a la altura de donde me puso CA. Pero evidentemente, no solo por la carrera, sino por cursos que he hecho y reconocimientos que he recibido políticamente, considero que me preparé. En las elecciones pasadas iba primera suplente a candidata a diputado por Artigas.
La política la mamo desde la cuna. Siempre digo que mi primera campaña política fue cuando era preescolar. Mi padre estaba trabajando para las elecciones y recuerdo a mi madre y otras señoras con unas listas que para mí eran gigantes, y ellas las doblaban y yo las llevaba con el sobre hasta el living y las iba apilando para que luego las pasaran a buscar. Considero, y lo digo con orgullo, que esa fue mi primera campaña política.
En 1982 fundamos la agrupación Tres Árboles, y de ahí en más trabajé toda la vida, primero acompañando a mi padre y después siendo quien encabezaba las listas. Tuve tres períodos como edil suplente, en esta última legislatura me tocó ser titular, es decir que siempre me he venido preparando porque fue mi deseo llegar a la Cámara. Cuanto más alto estás, más fuerza podés tener para ayudar a la gente que realmente está necesitando.
¿Cómo podría resumir el concepto de política aplicado a su vida?
Sin dudar, la política en mi vida se resume como servicio.
¿Hay algún modelo de país que crea que Uruguay debería parecérsele para desarrollarse?
Creo que tenemos que ser nacionalistas, en el sentido de que somos un país libre e independiente, no podemos ser adoctrinados ni influenciados por personas o personajes del exterior que nos quieran indicar nuestro camino. Uruguay es único, entonces debemos basarnos en eso para caminar.
¿Qué necesita Uruguay para llegar a ese objetivo?
Tener la camiseta puesta, las ganas de que este país siga para adelante, no ponerle palos en la rueda por ideología. Tener el deseo de lograr ese país diferente que es posible y que es ahora. Tenemos la oportunidad y vamos a pelear para lograr los grandes cambios que Uruguay necesita.
¿Cómo se proyecta en cinco años?
Espero haber hecho una muy buena gestión, haber ayudado y alcanzado a todos. Me interesan mucho los temas sociales, de salud, sobre todo con los niños. Me preocupa el asunto de la diabetes, del autismo, que además es impresionante la cantidad de personas con el síndrome; los celíacos también me interesan, ya que deben tener una alimentación especial no por su voluntad, sino por tener una condición. Los precios de los productos sin azúcar y las harinas especiales deben estar acorde para quienes los necesitan.
Quiero ayudar a los niños diabéticos que se tienen que pinchar todos los días porque no tienen acceso a los parches debido a los costos. Entiendo que son personas que realmente no pueden llegar a tener lo que necesitan si nadie se compromete a ayudar.
Por otro lado me resulta de suma importancia poder mejorar las políticas de frontera, que sean reales, y en donde los precios sean competitivos, donde los departamentos limítrofes no necesiten cruzar al otro lado porque sale 10 veces menos comprar. El país debe llegar a los precios competitivos de frontera, porque eso provocará una muy buena circulación de ganancias, sin necesidad de seguir volcando dinero fuera de fronteras.
Si logro una política de frontera real me podría ir muy contenta de la gestión realizada, y si puedo hacer que las personas con problemas de salud, como los anteriormente nombrados, logren una mejor calidad de vida, más contenta aún.
El comercio fronterizo: “hay que vivirlo para saber”
La relación de la entrevistada con Artigas es muy estrecha, el conocimiento que tiene del departamento es digno de compararse con el de un vecino que haya nacido y vivido en en esa realidad. En ese sentido Moreira fue consultada acerca de cuál es la visión que se tiene desde Artigas respecto a Uruguay, ya puede considerarse que no es lo mismo observar el país desde la realidad montevideana que desde cualquier otro punto del territorio, y mucho más desigual es, si se trata de localidades fronterizas.
Aseguró que se trata de miradas totalmente distintas, porque Artigas tiene una realidad diferente. “La convivencia con Brasil es muy fuerte, y muchas veces se vivió de espaldas a la capital por problemas de información”. Por ejemplo, antes el canal de aire se abría recién a las 18:00 horas en Artigas, sin embargo, se tenían 24 horas de corrido de programación brasileña, entonces estaban más informados sobre Brasil que de Uruguay.
“Hoy en día eso ya no pasa, pero sí existe la realidad del profundo relacionamiento con el país vecino; ese hermanamiento que hay es natural, porque muchos tienen doble ciudadanía, porque hay comercios que son de ambos lados, y es un panorama que muchas veces en la capital no se entiende”, afirmó Moreira.
Es por esta razón, que desde el ámbito político, la próxima senadora por CA, lucha con vehemencia con el sistema de precios de frontera, y entiende que medidas fuertes son realmente necesarias. “Sé que es difícil entender este punto desde Montevideo o desde un escritorio, hay que vivirlo para saber. Lo mismo pasa con Rivera y Santana do Livramento, más aún, porque solo es cruzar la calle para comprar”, indicó.
Sumó, que Artigas es una capital que muy poca gente conoce, porque es un lugar que si no se va exclusivamente para allí, no queda de pasada. “Eso implica más desconocimiento aún del lugar, y menos capacidad de entendimiento de lo que sería mejor”, puntualizó Moreira.