La entrada de Mario Bergara al Ministerio de Economía a fines de 2013 marcó el inicio del derrumbe económico en el gobierno de la coalición de izquierdas.
El anterior ministro, Fernando Lorenzo, no logró sobrevivir al escándalo del cierre de Pluna, y el posterior remate de los aviones, que terminaron siendo vendidos a una empresa vinculada a López Mena. Jamás imaginaría el paparazzi enviado por el órgano informativo de CERES (El Observador) las consecuencias que aquella foto iba a provocar en la economía uruguaya.
La renuncia de Lorenzo sacó el único freno que existía a los desvaríos que estaban en “carpeta”. La consecuencia inmediata fue el ascenso de una figura de la segunda línea del equipo económico, que contando con el apoyo de Mujica, marcó el inicio de la trayectoria ascendente en el déficit fiscal y la deuda pública.
Al tiempo que empezaba a amainar el viento de cola y los precios de los commodities perdían altura, el gobierno consolidó el letal atraso cambiario y dio rienda suelta a una serie de utopías megalómanas y ruinosas para el país.
En 2018 Bergara decidió postularse a la presidencia. Su candidatura fue proclamada por Banderas de Liber, la agrupación liderada por el Cr. Enrique Canon, quien hasta pocos días antes estaba cargo de la Dirección Nacional de Aduanas , cuando debió renunciar como consecuencia del escándalo del tráfico de cocaína hacia Europa, la ausencia de controles aduaneros en Puerto Camacho y Aeropuerto de Melilla, entre otras graves irregularidades. Bergara también recibió el apoyo de Enrique Pintado, el ex Ministro de Transporte, también cuestionado por haber creado sobre el piso superior a su despacho, en el pent-house del edificio de la Plaza Matriz, un SPA privado. Andrés Copelmayer, ex subsecretario de Pintado y productor del film sobre MLN (Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro) también apoyaron la candidatura de Bergara.
A pesar de figurar entre los promotores de la Ley de Inclusión Financiera, ante la imposibilidad de utilizar el sistema financiero para las compras de marihuana, desde el BCU admitió la excepción a la droga. Eso sí se puede comprar en efectivo en Uruguay sin que nadie moleste.