El pasado 17 de marzo se conmemoró el 109 aniversario de la Aviación Militar y día de la Fuerza Aérea Uruguaya, hecho que coincide con el cumplimiento de los 60 años de la creación de la Banda de Músicos. En entrevista con La Mañana, Lorenze destacó el valor de la FAU para el país y cómo lo representan en el mundo.
¿Cómo se vivió la celebración del pasado 17 de marzo?
Siempre son instancias de mucho orgullo. Se realizó una entrega de premios, donde los más destacados fueron el premio “Espada de Honor” al alférez (Av.) Matías Drascich por haber obtenido la más alta calificación durante su formación internacional en el Royal Air Force College Cranwell del Reino Unido, durante el año 2020.
El premio “Seguridad de Vuelo” le correspondió al Escuadrón Aéreo N° 3 por el apoyo brindado durante la pandemia, por el traslado de un radar y un helicóptero desde el extranjero y por cumplir con casi la mitad de las misiones aéreas de la Fuerza Aérea Uruguaya.
Los premios “Al Mérito” le correspondieron al capitán (Av.) Alejandro Picos por la realización de un aterrizaje de emergencia luego del impacto con un ave lo que le provocó una rotura importante en un ala y el tanque de combustible. También al teniente 1° (Av.) Pablo Vuille por realizar el aterrizaje de una aeronave de forma segura luego de haber fallado parcialmente uno de sus motores, y al At. Ppal. Carlos Correa en representación de la tripulación del Bell 212, que logró sortear una falla mecánica y salir parcialmente ilesos luego de la caída de esta aeronave durante una misión de transporte de vacunas.
Una parte muy importante para nosotros, afectivamente, es el aniversario de la banda de música de la Fuerza Aérea, que lleva el nombre del coronel Walter Miño, quien fue su director durante muchos años.
¿Cuál es la importancia para nuestro país de contar con la Fuerza Aérea?
En base a la Constitución de la República y la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, la FUA es una rama de las FFAA, entrenada, equipada y capacitada, para llevar adelante todas las misiones que están relacionadas con el poder espacial de la nación, siempre actuando bajo el mando del presidente de la República en acuerdo con el ministro de Defensa, en este caso.
La Fuerza Aérea se encarga de toda la vigilancia del espacio aéreo, tanto realizando patrullajes aéreos como a través de los radares que hay en el país, en coordinación también con los servicios de tránsito aéreo de Brasil y Argentina en donde tenemos acuerdos internacionales de traspaso de información.
También tenemos la responsabilidad del Search and Rescue (SAR) y para eso el Centro Coordinado de Rescate (CCR) tiene su sede en la base aérea uno en Carrasco, que dispone de todos los medios de la FAU cuando los necesita y de medios civiles, si se da el caso de realizar una búsqueda en alguna emergencia, trabajando también en coordinación, muchas veces, con el CCR Mar.
Nos encargamos, a su vez, del área de aerofotogrametría, es decir, de realizar la cobertura fotográfica del país para apoyar, por ejemplo, al Ministerio de Medio Ambiente.
Trabajamos muy en conjunto con la Administración de los Servicios de Salud del Estado y con el Banco de Órganos y Tejidos, cuando requieren apoyo o traslado y es viable hacerlos, los realizamos.
Trabajamos en coordinación con el Sistema Nacional de Emergencia y con la Dirección de Bomberos para el control y la extinción de incendios forestales. El apoyo a la campaña Antártica, a donde llevamos científicos, personal, víveres y carga para mantener abierta la base científica Antártica Artigas. Así como el traslado de autoridades que lo requieran y necesiten.
¿Cómo está posicionada la FAU en materia de formación?
La formación para nosotros es un pilar fundamental. El militar que forma parte de la Fuerza Aérea, se procura y se busca que esté constantemente capacitándose y actualizándose. La actividad aérea requiere estar continuamente repasando manuales, textos, aplicando nuevos conocimientos, porque la tecnología sigue avanzando día a día, y cada vez hay más equipos y nuevas herramientas. Esto es desde el ingreso hasta que se retira.
Este año comenzaron en la Escuela Militar Aeronáutica (EMA) –que es la que forma oficiales–, 40 jóvenes para realizar la carrera de la Fuerza Aérea, de esos 40 quedarán más o menos la mitad porque se da un filtro natural debido a que, muchas veces, los jóvenes se dan cuenta de que no es lo que están buscando, o que no colma sus expectativas. Pasa lo mismo con quienes comienzan una carrera en la facultad y se dan cuenta que no es lo que les gusta.
Aparte de la EMA, que está ubicada en Pando, tenemos la Escuela Técnica de Aeronáutica (ETA) en la ruta 102, cerca de zona franca, y es donde se forma a los técnicos: los mecánicos que reparan los aviones y herramientas de la FAU.
A medida que uno va progresando en la carrera, toma todos los cursos de pasaje de grado, de perfeccionamiento, tanto para oficiales como para personal, que son necesarios para seguir ascendiendo.
¿Qué repercusión tiene esa formación en el plano internacional?
El alférez Matías Drascich era cadete en el año 2020 –todavía no era egresado–, fue a realizar un curso de seis meses a Reino Unido y, de todos los que participaron en ese curso, fue la primera nota. Pero el punto interesante no es que haya sido el mejor, sino que los últimos cuatro o cinco años, todos los cadetes que han ido de la EMA y a participar del mismo curso, han sacado la primera o segunda nota. No fue una excepción, sino una regla.
Por otro lado, oficiales que han participado internacionalmente como, por ejemplo, con el Cruzex (un ejercicio con medios aéreos que se desarrolla en el norte de Brasil y participan países de Sudamérica, Francia, Estados Unidos), fueron capaces de conducir operaciones aéreas con más de 40 aviones volando a la vez sin ningún tipo de inconveniente, y es una realidad que no tenemos los medios para practicar, sin embargo, estuvieron a la altura.
La capacitación teórica que tiene el personal de la Fuerza Aérea es muy elevada y estoy en condiciones de asegurar que está al mismo nivel de cualquier país, tanto de la región como de muchos países del mundo.
En ese orden también es cierto que muchos oficiales y personal se capacitan en el exterior en distintos cursos y todos esos conocimientos que adquieren, al llegar a Uruguay, los vuelcan a sus camaradas en las fuerzas para continuar creciendo en el acervo cultural.
Pensando en la historia de la Fuerza Aérea, ¿cuáles han sido los principales hitos en estos años?
Entre los hitos más importantes tenemos la llegada de los aviones a reactor; fue un mojón muy importante, porque siempre se tuvieron aviones con motores recíprocos y a hélice, y se llegó a tener aviones a reacción.
Sin duda otro mojón importantísimo en la historia se dio en el mes de enero de 1984, cuando por primera vez un avión de la Fuerza Aérea aterrizó en la Antártida. En diciembre de ese año se inauguró la base y el puente aéreo que formó Carrasco-Punta Arenas-Isla Rey Jorge –para llevar los suministros al personal– estuvo apoyado en aquel entonces por nuestra Fuerza.
La participación de la FAU en misiones de paz que recientemente, el año pasado, se cerró una misión que tenía en la República del Congo que era la que se encargaba de administrar el Aeropuerto de Kavumu. Esa misión estuvo activa ininterrumpidamente durante 17 años y se cerró por disposición de Naciones Unidas, obedeciendo a la reducción de la presencia de ellos en el Congo. En esos años nunca hubo un solo incidente.
En el tema de formación, se aprobó la Licenciatura en Defensa Aeroespacial, hoy el alférez que egresa de la EMA y aprueba su tesis, egresa con el título de licenciado en Defensa Aeroespacial. Sumado a eso, los oficiales que ya habían egresado en años anteriores, habiendo cumplido con determinados cursos y realizando la tesis, también tienen la posibilidad de acceder al título.
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