Casi al término de esta legislatura y muy cerca de las elecciones nacionales 2024, La Mañana dialogó con la Dra. Karina Rando acerca de los avances significativos que durante este período ha desarrollado su cartera y de la actualidad de la salud en nuestro país.
¿Cuáles han sido, según su evaluación, los mayores logros de su gestión?
En forma general, nos sentimos muy orgullosos de que se ha realizado una gestión con un gran alcance territorial. Las acciones que se han hecho no han sido acciones solamente dirigidas a la capital, a Montevideo, al área metropolitana, sino que se replicaron en los 19 departamentos, a partir de las Direcciones Departamentales de Salud y la Dirección General de Coordinación. Por lo tanto, hemos dado una importancia a lo que ha sido la distribución territorial de la salud que creo que ha sido histórica. Eso en cuanto a las generalidades de la transversalidad de los logros.
Y para hablar particularmente de cuatro o cinco logros bien importantes de esta administración, y también particularmente de mi gestión, quisiera comenzar por lo primero que planteé cuando asumí el cargo, que fue el énfasis en la salud mental y la necesidad de atención inmediata en el área. Se trabajó muy fuerte en este periodo.
Ya desde antes de que yo asumiera como ministra, se trabajó en la creación del registro de intentos de autoeliminación con un seguimiento permanente de tipo electrónico. Todas las puertas de emergencia que atienden a pacientes que realizaron intentos de autoeliminación tienen la obligación de notificarlo al Ministerio de Salud Pública en menos de 24 horas y de realizar una consulta con alguien del equipo de salud mental de la institución en los primeros siete días, y posteriormente realizar un seguimiento de seis meses. Esa persona es controlada por el equipo de salud y es supervisada por el Ministerio de Salud Pública, que se asegura de que eso se realice efectivamente.
En aquel momento teníamos el dato de que muchos pacientes que habían realizado intentos de suicidio no se atendían porque entre lo que costaban los tiques de psicoterapia y lo que costaban los medicamentos les era imposible continuar un tratamiento durante al menos seis meses o lo que requiriera. Esa limitante de acceso al tratamiento de salud mental se subsanó mediante prestaciones que no estaban incluidas antes en el Plan Integral de Atención en Salud [PIAS], como, la rebaja de las tasas moderadoras para la psicoterapia en estos pacientes, que pasaron de más de 400 pesos a menos de 150, además de que los antidepresivos más comúnmente usados se otorgan gratuitamente.
¿Qué otros resultados podría destacar?
El segundo hito que yo diría que es muy destacable en la gestión han sido los avances en diagnóstico y tratamiento de enfermedades no transmisibles. Y quiero empezar por lo que ha sido el cáncer. El cáncer cada vez se acerca más a la causa cardiovascular de mortalidad en cuanto a números de fallecimientos en Uruguay. En gran parte, esto es por la disminución de lo cardiovascular. Pero, en definitiva, el cáncer va tomando una importancia relativa en la mortalidad en nuestro país. Los logros que se han hecho en la lucha contra el cáncer han sido realmente muy buenos. Empezaron ya al inicio de esta administración, cuando se realizó la solicitud a la Organización Internacional de Energía Atómica del diagnóstico del estudio Impact para que nos diera la información de cuál era el estado de situación respecto al cáncer en nuestro país. A partir de ahí, se dispararon muchas iniciativas para la mejora que han sido una piedra fundamental de esta administración.
Por un lado, la mejora en diagnóstico del cáncer de cuello uterino con la introducción del test de HPV junto con la vacunación contra el virus que nos posiciona liderando en América Latina con una estrategia sanitaria completa, la mejora en diagnóstico del cáncer de mama con incorporación de nuevos mamógrafos, la revisión de las guías de diagnóstico y la inclusión de la Resonancia Nuclear Magnética.
Por otro lado, las mejoras en el tratamiento de radioterapia y la quimioterapia. En cuanto a tratamiento de radioterapia, se pusieron en funcionamiento tres aceleradores lineales que estaban en poder de ASSE, en el Hospital Pereira Rossell, en el INCA y en Tacuarembó, pero que no estaban en funcionamiento porque les faltaban los contratos de mantenimiento. Por lo tanto, hacía ya años que los aceleradores lineales no estaban en uso y se pusieron a funcionar, cambiando la calidad de la radioterapia en el sector público.
Se incluyeron más de 20 fármacos de alto costo o nuevas indicaciones para fármacos existentes para nuevos tratamientos, tanto de quimioterapia para cáncer como para otras enfermedades. Hoy en día los pacientes que necesitan esos medicamentos no tienen que realizar más juicios de amparo.
¿Sobre salud en la infancia hay aspectos en que se haya avanzado significativamente?
Se ha trabajado mucho para la infancia y la niñez. Uno de los grandes hitos que se realizó ahora, en este periodo de gobierno, fue la inclusión de los fármacos para la hemofilia. En Uruguay tenemos unos 70 niños con hemofilia que tenían una calidad de vida realmente deteriorada porque tenían sangrados frecuentes y no podían realizar las actividades de los niños sanos. Con la incorporación del nuevo tratamiento para hemofilia, estos niños reciben su inyección una vez al mes y tienen una calidad de vida prácticamente normal: pueden jugar al fútbol, pueden correr, pueden hacer las actividades que hacen todos los niños. Les cambió totalmente la vida, y esto lo hemos escuchado en testimonios de padres y de los médicos que tratan a los niños.
Un tema que ha estado presente en la campaña referido a la salud es la problemática de los trastornos del espectro autista (TEA). ¿Qué se ha estado haciendo al respecto?
Es otro gran tema en la infancia. Y hemos focalizado el trabajo en la educación de familiares y de padres de niños con TEA Se hizo un llamado al grupo PICA, especializado en dar herramientas a los padres y a los cuidadores de niños con TEA. Es un equipo de profesionales universitarios muy serios y cuyas actividades han dado resultado en forma comprobada. La generación de herramientas para relacionarse con estos niños ayuda mucho a los adultos y las familias y eso deriva en que los niños vivan una vida mucho más integrada y que sean comprendidos, disminuyendo el estrés familiar y mejorando la calidad de vida de los niños.
Mencionaba otros hitos alcanzados…
Otra cosa que se hizo fue incrementar las prestaciones para otras enfermedades no transmisibles, incorporándolas al PIAS, por ejemplo, para la diabetes. El dispositivo de monitoreo continuo de glucosa se aumentó hasta la edad de 21 años y, además, se incluyeron a las embarazadas diabéticas tipo 1 o tipo 2 para que ese control estricto de la glicemia durante el embarazo permita un mejor desarrollo intrauterino del niño, del neonato. También se incorporaron las insulinas de larga duración al PIAS, que antes estaban financiadas por el FNR. Ahora los usuarios las reciben de su prestador. Esos han sido grandes alcances.
Por último, el fortalecimiento de la rectoría del Ministerio de Salud Pública. El Sistema Nacional Integrado de Salud [SNIS] ha hecho estudios respecto a la situación económico-financiera de los distintos prestadores de salud, evolución de las prestaciones en los últimos 14 años, su impacto en los costos, análisis de metas asistenciales, etcétera.
Además, se realizaron estudios muy importantes acerca de las brechas de las necesidades y la disponibilidad de especialidades médicas y quirúrgicas. Se estudiaron las distintas especialidades a lo largo de todo el país, es decir, cuántos pediatras, cuántos infectólogos, cuántos anestesistas, cuántos cardiólogos, etcétera, hay en el país en relación con la población y cómo están distribuidos a nivel de todo el territorio nacional y se proyectó su disponibilidad si las condiciones de formación y demográficas se mantienen. Esto principalmente para estudiar las necesidades que hay y que habrá en el futuro de diferentes especialidades. Por ejemplo, ya se sabe que alergistas e infectólogos van a ser dos de las profesiones que más harán falta en el futuro. Por lo tanto, tomamos acciones desde el Consejo de Residencias Médicas que presidimos, donde se han concretado y planificado un conjunto de acciones que ya comenzaron a aplicarse y que nos permiten avanzar en este tema. La Universidad de la República nos está acompañando en este camino.
Se completó el trabajo de fiscalización, teniendo ahora un plantel de fiscalización excelente, con más de 30 equipos que supervisan desde los prestadores de salud, ópticas, farmacias, tabaco, hasta establecimientos de larga estadía para personas mayores, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, de una manera que es totalmente inédita en nuestro país. La creación de la unidad de fiscalización está dando sus resultados con más de 70 fiscalizadores.
¿Cuál diría que fue el eje de las políticas de salud durante este quinquenio?
Durante este periodo hay algunas políticas que han transversalizado: la universalidad, la accesibilidad y la descentralización. Se intentó trabajar en esas áreas, inclusive desde el inicio con las dos grandes crisis que tuvimos: la covid-19 y la crisis del agua. En ambos casos hay ejemplos claros en los cuales podemos ver lo que fue la accesibilidad y la universalidad de las diferentes prestaciones.
Por ejemplo, la campaña de vacunación contra la covid-19 que realizamos fue realmente un ejemplo en toda América Latina y probablemente a nivel mundial. Esa campaña de vacunación, pueblo a pueblo, en la que se llevó la vacuna a cada rincón de nuestro país, fue el ejemplo más importante en nuestro país de incremento de la accesibilidad en tiempos de crisis. Se vacunaron 103.459 personas con 158.220 dosis en 345 pueblos rurales.
Otro hito importante en cuanto a la accesibilidad fue cuando, en la crisis del agua, se dio acceso al agua a las poblaciones más vulnerable en un trabajo conjunto con Mides. Se les incrementó el dinero de los subsidios para que pudieran cubrir el acceso al agua a aquellas personas más vulnerables con riesgo de consumo excesivo de sal. Además, se hicieron las recomendaciones en conjunto con la Universidad y sociedades científicas para que los pacientes que tuvieran riesgo aumentado de enfermedades relacionadas al consumo de sal pudieran conocer las recomendaciones del MSP.
Respecto a la universalidad, hay otra dimensión que es la cobertura en cuanto al número de prestaciones. Todo lo que hablamos en la pregunta anterior respecto a las nuevas coberturas que se han dado en las diferentes áreas –a nivel de cáncer, a nivel de salud mental, a nivel de enfermedades no transmisibles, en niñez– todo eso lo que hace es acercarse lo más posible a una cobertura extensa para toda la población. ¿Por qué decimos acercarse? Porque siempre habría algo más para dar. La salud y las prestaciones de salud son, en realidad, infinitas. Pero en este periodo de gobierno, se dio un impulso a las prestaciones de salud del Fondo Nacional de Recursos y de los prestadores de salud inédito. Esto permitió el acceso a tratamientos y a test diagnósticos a gran parte de la población a cosas que en momentos previos eran solo accesibles para aquellas personas que lo podían pagar o que podían hacer juicios de amparo.
O sea, creo que el hecho de haber implementado una política accesible, descentralizada y universal en todo lo que han sido las acciones de salud fue lo que marcó a este gobierno como un distintivo. Y, por supuesto, quedan cosas por hacer, cosas que ya se están planificando y en las que se está trabajando.
¿En qué cree que se ha mejorado respecto al gobierno anterior?
Esta administración tuvo un especial hincapié en lo que ha sido el estudio del Sistema Nacional Integrado de Salud [SNIS], para conocer cómo se encuentra en la actualidad y qué oportunidades de mejora ofrece. Por un lado, se publicaron datos de las cuentas nacionales de salud, estudio internacional liderado por la OMS y la OCDE, en el que el MSP participa, análisis de desempeño de las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva [IAMC], sistemas de seguimiento de tiempos de espera quirúrgicos, y también se utilizaron herramientas como el estudio de las brechas de especialistas, distribución geográfica y proyección que ya explicamos.
Se creó un área nueva dentro de la Dirección General del SNIS, que es la Unidad de Monitoreo. Esa unidad, creada en este período de gobierno, está integrada por profesionales de diferentes disciplinas que realizan un análisis profundo de la gestión de los prestadores a partir de diversa información. Es un trabajo muy personalizado, de acompañamiento, con otra forma de analizar los resultados y también de soporte para planes futuros que les permitan funcionar y cumplir con las exigencias del SNIS. Estamos muy contentos de los resultados que venimos obteniendo.
Otra área que fue fundamental en esta administración y fue la fortaleza que se le dio al área de fiscalización que mencioné anteriormente. Ello implica un control cercano de las actividades y cumplimiento de normas de las IAMC.
Por otro lado, se estableció orden y registro en áreas como los establecimientos de larga estadía para personas mayores. Hoy en día sabemos qué cantidad de establecimientos existe (lo que antes decíamos hogares de ancianos). Antes, no se sabía cuántos había ni en qué condición estaban. Hoy en día tenemos registros de eso, sabemos perfectamente dónde están y además hemos logrado que más de 200 se habiliten y otros muchos están en ese proceso.
O sea que, en el área de la rectoría, de fiscalización, descentralización territorial y de incorporación de prestaciones de salud (cáncer, salud mental, etcétera) nos hemos destacado respecto a administraciones previas.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos que vivió como ministra y qué aprendizajes le dejó esta experiencia?
Cuando uno asume una cartera como el Ministerio de Salud Pública, creo que el desafío más grande es la priorización de las políticas de salud a seguir. Los recursos que uno cuenta son siempre finitos, pero las necesidades de salud hay que saber que no tienen límites. Entonces, es un gran desafío analizar y de alguna manera decidir a qué políticas de salud se les van a adjudicar los recursos en primer lugar y qué otras se van a dejar para más adelante. Porque cuando uno elige priorizar una política, de alguna manera está dejando de lado otras. Inclusive a veces nos vemos con presiones por diferentes grupos de profesionales o pacientes, que son entendibles, totalmente, pero que tal vez no son costo-efectivos en comparación con otras necesidades. O sea que manejar esas tensiones entre lo que es la necesidad de la población y las posibilidades de atenderlas es el mayor desafío.
En cuanto a lo particular de mi gestión, creo que el desafío puntual más grande que tuve fue el de la crisis del agua en la que teníamos como ministerio la necesidad o la responsabilidad de emitir recomendaciones a la población acerca de cuánto riesgo o de cuál iba a ser el riesgo de consumir esa agua con aumento del sodio.
Aprendimos que es esencial, siempre, trabajar en conjunto con otros ministerios, pacientes, proveedores de salud y principalmente con la academia. Esta ha sido realmente un apoyo indispensable en todo lo que son las políticas de salud que se han tomado y también en las decisiones respecto a las recomendaciones que hicimos cuando la crisis del agua. Quiero agradecer especialmente en este momento a quienes participaron en lo que fue el diseño y la priorización de todas las políticas de salud y al equipo asesor de agua cuando tuvimos la crisis, que participaron la cátedra de nefrología, cardiología, pediatría, ginecología y medicina interna y fueron fundamentales para la toma de decisiones basadas en evidencia. Creo que fue de lo que más se aprendió, que tenemos que trabajar siempre en conjunto, con organizaciones civiles, con sociedades científicas y con la Universidad.
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